Explotación del litio coincide con la militarización
Analistas investigan participación argentina en el golpe en Bolivia
▲ Miembros del partido Polo Obrero en Argentina sostienen un muñeco del
presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante una manifestación en
apoyo a Evo Morales.
Buenos Aires. La militarización de las fronteras de
Argentina y Chile con Bolivia coincidió con la entrada de la corporación
estadunidense Ensorcia Metals, a la que Buenos Aires y Santiago
entregaron la fabricación de las baterías de litio, a diferencia de
Bolivia, que tiene las mayores reservas del metal y creó una empresa
estatal para su industrialización asociándose con empresas europeas,
señala un grupo de investigadores de la red boliviana Marka Abia Yala.
La geopolítica del litio se ha transformado profundamente desde una situación muy complicada a una altamente peligrosa para las economías y la paz regional, indican los investigadores en su estudio
Bolivia en la mira militar(https://cutt.ly/LeVjvfX).
Esta decisión soberana de Bolivia se cita como una de las causas por
las que Estados Unidos apresuró el golpe en ese país. Una serie de
acuerdos firmados entre el Comando Sur y otras instituciones militares y
de inteligencia de Washington con el gobierno de Mauricio Macri,
significaron el aumento de la presencia militar estadunidense en toda la
nación, con preponderancia en la frontera con Bolivia, zona activada
desde 2018, añade Marka Abia Yala.
Más aún, tropas especiales, asesores y grupos mercenarios extranjeros
estarían actuando junto a las fuerzas armadas y de seguridad de Bolivia
que reprimen las protestas contra el golpe de Estado al presidente Evo
Morales.
Las investigaciones destacan las fronteras permeables de ese país con Argentina Chile, Brasil y Paraguay, según el informe Militarización y relaciones de Estados Unidos con América Latina, publicado por Marka Abia Yala, en el que colaboran expertos de América Latina.
Esta corresponsal ha recibido mensajes desde distintos puntos de
Bolivia en los que refieren que han visto a personas, aparentemente
extranjeros, juntos a las fuerzas golpistas en medio de la represión.
El amedrentamiento a Bolivia mediante la instalación de bases y acciones en la frontera con Chile y Argentina se produce en un acelerado proceso de comprobada militarización del continente, y por eso las visitas del vicepresidente de Estados Unidos Mike Pence así como de James Mattis, ex secretario de Defensa, a ambos países, antes de ser remplazado en julio de este año por Mark Esper, señalan los investigadores en el documento Bolivia en la mira militar de Estados Unidos.
En agosto de 2018, la Asamblea Popular de la Puna, en la provincia
argentina de Jujuy, denunció incursiones de militares estadunidenses en
la Quiaca (frontera con Bolivia) después de un acuerdo de cooperación
entre el gobierno de Mauricio Macri y la Guardia Nacional de Georgia
para
enfrentar situaciones de desastres naturales, controles en las fronteras y la colaboración en misiones de paz, firmado en diciembre de 2016 y ampliado en 2018. Presencia militar que sirve para instalar una base encubierta en la frontera con Bolivia, además muy cerca de donde está el litio tanto argentino como chileno y boliviano.
El gobierno de Evo Morales reaccionó también en agosto del año pasado
ante las maniobras militares Estrella Austral realizadas en las
fronteras de Argentina y Chile con Bolivia. La utilización de
helicópteros, aviones, paracaidistas, blindados, tropas, aparecían como
en ensayo de invasión.
El presidente boliviano expresó su preocupación por la presencia
militar de Estados Unidos, y más aún cuando diplomáticos argentinos
confirmaron que Macri decidió instalar una unidad militar en Abra Pampa,
Jujuy, a 70 kilómetros de la frontera con Bolivia, cuando el Comando
Sur construía una base en la provincia de Neuquén, cerca de los
yacimientos de Vaca Muerta en el sur y también en Ushuaia, Tierra del
Fuego.
Al denunciar ejercicios militares en la región de Antofagasta, el líder aymara tuiteó:
Tropas de EU en América Latina no garantizan dignidad ni soberanía. Vivimos tiempos de liberación de los pueblos y no de subordinación a imperios.
Las coincidencias entre un nuevo despliegue de tropas argentinas,
chilenas y del Comando Sur y el viaje de Ivanka Trump a Jujuy en
septiembre pasado, y especialmente la inusual comitiva que la acompañó,
entre ellos 2 mil 500 agentes federales, aunado al hecho de que
opositores bolivianos se reunieron con la hija del mandatario
estadunidense Donald Trump, y las sospechas del tipo de armamentos
desplazados para una
maniobraque también provocó una advertencia del gobierno de Morales, originó que un grupo de analistas esté preparando un informe para solicitar explicaciones sobre la participación argentina en el golpe contra Evo Morales, encubriendo con fuerzas propias la participación militar de Estados Unidos.
Foto Afp
Stella Calloni
Corresponsal, Periódico La Jornada
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