Estamos presenciando
una de las etapas políticas más conflictivas de américa latina. Por un
lado grandes movilizaciones populares contra el neoliberalismo, como en
Haití, Ecuador y Chile. Los triunfos Populares en México y la Argentina,
contra esas mismas políticas y las reacciones desesperados por parte
del imperialismo en forma de golpes de Estado, como en Bolivia y
anteriormente en otros países.
Lo cierto es que la lucha de clases se expresa de múltiples formas.
La disputa por hegemonizar nuestro continente es parte de una batalla internacional de carácter geopolítico.
Las riquezas de nuestra Patria Grande, son parte central de esta disputa.
En esta etapa como nunca los actores políticos han mostrado las cartas.
Ya no se esconden los objetivos políticos y económicos. EEUU intenta
sin reparos imponer sus intereses hegemónicos utilizando todos los
métodos para adueñarse del continente. Utiliza a la OEA cómo instrumento
legal de está estrategia como así también a los gobiernos títeres y
lacayos de la región.
En los últimos meses el imperio
ha puesto su mirada en la Copppal una organización de partidos políticos
que representan a la mayoría de organizaciones políticas de América
Latina.
Durante estos últimos tres años bajo la
presidencia de Manolo Pichardo esta entidad se convirtió en un ente de
actuación política de carácter progresista.
Por
primera vez en la historia americana una entidad política de carácter
continental ha podido ponerse al servicio de las causas democráticas y
populares.
Éste es el motivo por la cual se ha iniciado
un plan de desestabilización de esta organización. La CIA a través del
PRI Mexicano inició una agresiva campaña para tomar el control de la
Copppal. La táctica consiste en revivir a los viejos partidos de
derecha, integrantes de esta organización, para volver a poner a esta,
al servicio de los EEUU. Con mucho dinero y con un discurso de
relanzamiento renovador de la COPPPAL se intentará en la próxima
asamblea plenaria tomar por asalto está entidad. En esta estrategia
están implicados a parte del PRI, partidos reaccionarios desprestigiados
de todo el continente. Está ofensiva de la derecha latinoamericana
aparece justo en el momento que se produce la ruptura del PLD de
República Dominicana que ostenta la sede y la presidencia de este
organismo.
La posibilidad de que la Copppal quedé en
manos de la derecha cipaya puede ser un retroceso político muy
importante. Más cuando se están cometiendo golpes de Estado y crímenes
de lesa humanidad.
Los partidos integrantes del bloque
progresista de esta institución deben de reaccionar rápido y con
responsabilidad. La derecha, la OEA y los yanquis deben ser derrotados
en este intento de transformar a la Copppal en un apéndice de la CIA. En
noviembre en Nicaragua se librará una nueva batalla política entre los
que quieren un continente de paz, democracia y soberanía y los que
quieren seguir siendo el patio trasero de los EEUU.
Lois Pérez Leira. Analista Internacional.
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