Carabineros, desgastados y desprestigiados: analista
Movilizaciones de inconformidad en Chile entran en la sexta semana
Santiago . El presidente chileno, Sebastián Piñera, insistió en sus
intenciones de utilizar a las fuerzas armadas para controlar el
estallido social que entra hoy en su sexta semana, al anunciar que
enviará al Parlamento un proyecto de ley que lo faculte a ello sin
necesidad de declarar un estado de excepción constitucional.
Confiando en que en estos momentos difíciles contaremos con el aporte y apoyo de muchos parlamentarios de gobierno y oposición, la próxima semana enviaremos al Congreso un proyecto de ley que permita a nuestras fuerzas armadas, sin necesidad de decretar estados de emergencia constitucional ni restringir las libertades y derechos de los ciudadanos, colaborar en la protección de nuestra infraestructura crítica, por ejemplo, el sistema de abastecimiento eléctrico, el de agua potable y muchas otras infraestructuras, incluyendo la policial, dijo ayer durante una visita a la escuela de suboficiales de carabineros.
Desde que se desató la crisis social y política el viernes 18 de
octubre, excepto la masiva destrucción de la red del Metro de Santiago,
no hubo ningún reporte de ataque o de intento de ello sobre objetivos
como los que describió Piñera. El suministro de electricidad, agua,
telefonía e Internet han permanecido estables, si bien se han reportado
paulatinos bloqueos en carreteras.
Lo de Piñera se une a que el pasado viernes el ministro del Interior,
Gonzalo Blumel, anunció que se adelantará la graduación de unos 2 mil
500 carabineros y detectives de la Policía de Investigaciones (PDI) para
contribuir en las labores tan importantes de la paz social y de orden público.
Ambas decisiones constituyen un reconocimiento tácito de que las
cosas se le han ido de las manos al gobierno y a la policía, que con 40
mil efectivos desplegados en el país no ha conseguido restablecer el
orden público ni aplacar el descontento social, lo que ha significado,
según cifras policiacas, más de 5 mil 800 actos violentos (de los cuales
más de 4 mil 100 son saqueos), más de 15 mil detenidos, miles de
heridos y 23 muertos.
Desde el izquierdista Frente Amplio se calificó de un error el anuncio, agregando que Piñera
otra vez pone bencina al fuego al buscar sacar a los militares a la calle. Desde la Democracia Cristiana y la derechista Unión Demócrata Independiente (UDI) respaldaron el anuncio.
Otro error presidencial
Para el analista Mauricio Morales, de la Universidad de
Talca, Piñera está cometiendo un error que puede ser crítico, sobre todo
si pone a los militares a cuidar el Metro y éstos deben enfrentar a
manifestantes.
Es un camino intermedio muy peligroso, sacar a los militares parcialmente a proteger objetivos estratégicos, por ejemplo el Metro, es jugar con fuego porque en cualquier minuto puede haber manifestaciones que generen la reacción de militares contra las personas. En consecuencia, está nuevamente tomando una mala decisión. Lo que ha fracasado en su gobierno son los mecanismos de inteligencia para desactivar a grupos más extremistas, en lugar de atacar a ese nivel, está nuevamente criminalizando la demanda social y la movilización ciudadana, señaló.
Con esta decisión, añadió, el presidente deberá asumir políticamente
las acciones y omisiones que comentan los militares en contacto con la
ciudadanía.
Piñera tiene dos opciones: restituir el orden público o renunciar y provocar la vacancia presidencial. Está optando por la primera, en circunstancias que el orden publico debió ser restablecido apenas iniciadas las jornadas de protesta. Es perfectamente compatible restablecer el orden público con respeto a los derechos humanos, ya que el Estado tiene monopolio legítimo de la fuerza. Piñera debió restituir el orden sin violentar de la manera que ha sucedido, a la ciudadanía, expresó.
El analista también estimó que la decisión de Piñera en parte se sustenta en el apoyo que en las últimas horas le brindaron
figuras más tradicionales de la centro izquierda, en alusión a antiguos ex personeros de la vieja concertación que gobernó el país por 20 años consecutivos y que contribuyó a legitimar el modelo económico, político y social pinochetista, con mínimos ajustes.
En la práctica le dieron piso a Piñera para avanzar en esta agenda. Me temo que es un poco tardío. El orden público se debe restablecer, pero no era necesario esperar 40 días para darse cuenta. Carabineros está desgastado y desprestigiado. No hay apoyo político para decretar un estado de emergencia, por lo que esta medida de sacar parcialmente a los militares, puede traer una nueva oleada de violencia.
En otro orden, este lunes comenzará un huelga general que pretende
extenderse hasta el miércoles y que abarcará sectores sensibles como los
portuarios y el transporte, además de los funcionarios públicos.
Aldo Anfossi
Especial Para La Jornada
Periódico La Jornada
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