Virginia Bolten
Asistimos a un
proceso de recolonización con rasgos neofascistas y de fanatismo
religioso en América Latina; son situaciones muy densas que no permite
relativizar golpes y provocar ataques a líderes progresistas —sobre todo
en este momento que lo consideramos histórico—. Hacerlo es ser
funcional no solo a las derechas reaccionarias y fundamentalistas, como
también no lograr comprender los límites del juego en esta arena de
disputa por el poder en la cual la democracia está en riesgo.
La
institucionalización de las luchas y la apuesta en el Estado puede
significar un error grave, ya no cabe lugar a dudas que los pactos
democráticos y códigos republicanos están siendo violados. Sin embargo,
señalar que el problema es de quienes están disputando el espacio
político-institucional para lograr cambios estructurales a largo plazo o
hasta mismo para gestionar y mitigar los impactos sobre las poblaciones
vulneradas es un equívoco.
Después de más de 500 años de su
asalto orquestado con las bendiciones de la iglesia, las Américas siguen
en proceso de lucha contra la (re) colonización y, obligada a insertase
en el mundo, todavía guarda su fuerte resistencia protagonizada durante
todos estos años por las poblaciones indígenas, afrodescendentes y
campesinas. A esos grupos, erronemente llamados minoritarios, sumamos el
movimiento feminista y/o de mujeres, así como de la juventud que se
levanta en la región, que son notables y de incuestionable valor.
Siendo
el capitalismo un sistema cuyos pilares son el patriarcado, la clase y
la “raza”, nada puede ser más potente contra el mismo que la revolución
de esas bases oprimidas. Voces no oprimidas, o con muchísimos
privilegios, no tienen autorización para hablar sobre descolonización y
menos aún de cómo se debe hacer. Los cuerpos históricamente oprimidos y
constantemente en tensión con el colonizador resisten, insisten y luchan
por su libertad. Por la libertad de su gente, su cultura, su
orientación sexual, su religión y territorio.
La imposibilidad de
adueñarse, vía “democrática”, de los recursos humanos y naturales que
abundan en Latinoamérica por la victória de la derecha en las urnas no
ha funcionado y eso ha generado los fenómenos golpealescos que son
evidentes y que también son frutos de disputas en las cuales, como
siempre, salen ganando aquellos que manejan la máquina institucional en
favor de sus intereses y de los intereses del mercado internacional.
El
desmonte que se quiere imponer por la fuerza en la región tiene un
carácter objetivo y también subjetivo. En otras palabras: si por un lado
avanza, con mucho más fuerza, el extractivismo en todas facetas a lo
largo y ancho en la región, por otro también se impone un proyecto de
poder neopentecostal —fuertemente alineado con el ideario neoliberal,
meritocrático e individualista— que remite al proceso de evangelización
del llamado “Nuevo Mundo” de la época colonial. Lo que se nota es que
hay un proyecto pensado para el territorio que no solo necesita tomar el
control de los espacios político-institucionales, sino también promover
el cambio cultural necesario para neutralizar las resistencias. Y si la
democracia puede vestirse de dictadura a depender de la región donde se
aplique; el pacto colonial sigue siendo consenso entre los del Norte
Global y sus instituciones creadas para apaciguar el caos.
Por
ello, más allá de la discusión sobre el rol de los progresismos, en este
momento, es urgente pensar estrategias de contención, redes de
solidaridad y mecanismos que fortalezcan y protejan los movimientos en
lucha que están dando el cuerpo en la confrontación con el Estado.
Frente a la masacre de los pueblos, no hay discurso académico, político o
cualquier tipo de acción diplomática que pueda ser más fuerte y
reemplazar la resistencia popular. La democracia es la soberanía del
pueblo. Democracia es también la revolución en las calles. No hay
descolonización sin confrontación, sin resistencia. Además dudamos de
procesos libertarios acordados entre hombres blancos dentro de salones
lujosos.
Pensar en una democracia libertaria y popular es también
recuperar en la historia todo lo fragmentado, afectado por el
resentimiento de procesos que fallaron en el pasado y buscar una
alternativa superadora. El posicionamento crítico de todas las personas
que existen, resisten y sobreviven en los territorios nunca dejó de
existir, aún mismo cuando no había teoría que lo explicara, y es —una
vez más— el pueblo en lucha que hace su propia historia. La escribe con
su sangre y su coraje que sigue estando lejos de las oficinas académicas
y de los palacios de los gobiernos.
Denise Braz es licenciada
en Letras y magíster en Antropología Social por la Universidad de Buenos
Aires. Es activista y feminista afro. Integra en el coletivo de
mulheres de la Revista Amazonas y el grupo de mujeres afro del Área de
Género de la Comisión Organizadora del día 8 de Noviembre en Buenos
Aires, Argentina. Participa del colectivo de mujeres Migrantas y del
Grupo de brasileños por la Democracia, Leipziger Initiative “Demokratie
für Brasilien”, ambos en Leipzig, Alemania lugar donde reside
actualmente.
Vanessa Dourado es ecosocialista y feminista latinoamericana, miembro de ATTAC Argentina y PSOL Brasil.
Algunas publicaciones de la autora Denise Braz:
§
BRAZ, Denise. “Los negros también llegaron en los barcos: Argentina
también es afro”. Revista Humanidades & Educación de la Universidad
Federal de Maranhão, Brasil, Noviembre de 2019. Disponible en: http://www. periodicoseletronicos.ufma.br/ index.php/ humanidadeseeducacao/article/ view/12811
§ BRAZ, Denise. “Sororidad es ética y autocuidado también es militancia” in Revista Amazonas, August 2019.Disponible en: https://www. revistaamazonas.com/2019/08/ 06/sororidad-es-etica-y- autocuidado-tambien-es- militancia/
§
BRAZ, Denise. “No sos feminista, tampoco anticapitalista y
antipatriarcal si sos racista, xenofóbica, transfóbica y no cuestiona
sus privilegios.” Revista Amazonas, Enero, 2019. Disponible en: https://www. revistaamazonas.com/2019/01/ 21/no-sos-feminista-tampoco- anticapitalista-y- antipatriarcal-si-sos-racista- xenofobica-transfobica-y-no- cuestionas-tus-privilegios/? fbclid= IwAR1lyRq9tRDru11D71NIwWNUa4- phYg6paBpfO2EovmRUiD5uyYXOYOp- KY
§ BRAZ, Denise. “Qué es el blackface? Revisando la educación racista
que supimos conseguir: Corcho quemado”. Soy, Página 12, 06 de Julio de
2018. Disponible en: https://www.pagina12.com. ar/126215-corcho-quemado
§ BRAZ, Denise Luciana de Fátima. “ONDE ESTÃO OS NEGROS NA ARGENTINA?”
Revista da Associação Brasileira de Pesquisadores/as Negros/as (ABPN) ,
[S.l.], v. 10, p. 363-374, jan. 2018. ISSN 2177-2770. Disponible:<http:// abpnrevista.org.br/revista/ index.php/revistaabpn1/ article/view/544
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