La Paz y Cochabamba, estranguladas por 71 bloqueos
El Senado recibe proyecto del gobierno boliviano de facto para convocar a comicios
Sergio Choque, del MAS, asume presidencia de la cámara baja
▲ Manifestación de partidarios de Evo Morales ayer en El Alto, donde
ocho personas que participaban en el bloqueo a un depósito de
combustible fueron abatidas, lo que eleva a 32 la cifra de decesos en
Bolivia desde la renuncia obligada del presidente.
La Paz. ¿Una ruta, una salida con el Movimiento al
Socialismo (MAS) pero sin Evo Morales? La Cámara de Diputados sesiona
con salón lleno luego de un mes sin hacerlo. Sí, justo hace un mes fue
la elección que encadenó protestas en las calles, conspiración de los
poderes fácticos, traición de los mandos policiales,
sugerenciamilitar y exilio para el primer presidente indígena de Bolivia.
Sedicioso, terrorista, autor de crímenes de lesa humanidad, así lo llama hoy el ministro Arturo Murillo, cara ruda del régimen de facto,
que ofrece como prueba un video donde se mira a un líder cocalero
sostener una charla telefónica con alguien que, según los
administradores del golpe, es Evo Morales.
El presidente en el exilio responde desde México:
Algunos no aceptan que los indios gobiernen.
En la Cámara de Diputados no hace falta que lo acepten. Dos
indígenas, ambos militantes del MAS, asumen la presidencia y la
vicepresidencia del órgano legislativo que, en un escenario posible pero
no seguro, designará a los nuevos jefes del INE boliviano, el
Tribunal Supremo Electoral (TSE), quienes tendrán a su cargo la
organización de los nuevos comicios, una vez que el mismo Congreso lance
la convocatoria.
Vista desde arriba, que es donde dejan entrar a la prensa, la sala de
sesiones es de mayoría indígena. Así lo indican las trenzas, los
sombreros de bombín de las diputadas, las whipalas en las curules de la
mayoría masista. Bueno, en rigor, corresponde a un país donde 62 por
ciento se reconoce indígena.
La mayoría se impone fácilmente. El MAS tiene dos tercios de la Cámara de Diputados. Parte de la oposición vota en blanco.
La diputada a cargo de presentar la propuesta dice dos líneas sobre
el papel que la ciudad de El Alto ha jugado en las luchas sociales
bolivianas y propone un minuto de silencio por los
heroicosciudadanos caídos el martes.
¿Heroicos? Si querían volar la planta de gas, se escucha en gayola (la versión del gobierno es que los manifestantes que bloqueaban el depósito de hidrocarburos tenían el plan de dinamitarlo).
Todos se ponen de pie y guardan el minuto de silencio por los ocho
asesinados de El Alto. Con ellos, la cifra de muertos llegó a 32, casi
todos partidarios de Morales (el dato es de la CNDH boliviana, llamada Defensoría del Pueblo).
El propuesto es
un hijode El Alto: Sergio Choque, hombre robusto que ya en días pasados había asumido el papel de cabeza de la bancada del MAS. La fórmula la completa el joven diputado Henry Cabrera, otro liderazgo emergido de la crisis política, que obtiene 85 de 115 votos posibles (la cámara está integrada por 130 miembros, pero varios renunciaron durante los agitados días que siguieron a la elección del 20 de octubre).
Los dos tercios del MAS han viabilizado nuevamente esta sesión plenaria donde estamos todos y todas, sostiene Choque, y pide a los diputados avisar a sus familias que los siguientes días serán de mucho trabajo.
A estas alturas de la crónica parlamentaria conviene subrayar un
punto: nadie, en toda la sesión, menciona al exiliado presidente Evo
Morales.
La excepción, quizás, es un renunciante diputado opositor que alude a
Morales sin nombrarlo y que no está presente. La secretaria del
Parlamento lee una carta de renuncia en la que se habla de
un fraude monumental, de
un régimen nefastoy de las intenciones de alguien de perpetuarse en el poder.
Los diputados del MAS no hacen gestos ni responden.
El Senado sesiona simultáneamente y recibe, del gobierno de facto,
un proyecto de ley para convocar a elecciones (los vocales del TSE,
equivalentes a los consejeros del INE mexicano, son nombrados por ambas
cámaras).
El paso previo, claro, es declarar nulas las elecciones de hace un
mes, que Morales ganó, según cifras oficiales, con más de 10 puntos de
ventaja, y que luego fueron cuestionadas por la oposición y por un
informe de la OEA.
Será un camino largo para un país en crisis, con 71 bloqueos carreteros que han estrangulado a La Paz y Cochabamba.
Una vez nombrados los vocales –lo que puede ocurrir en dos semanas–,
el Congreso debe convocar a nuevas elecciones y el TSE encargarse de
organizarlas.
El joven diputado Cabrera, representante de Santa Cruz, masista en un
terriotrio opositor, toma el micrófono, de pie en un extremo del salón.
Pide que las nuevas autoridades electorales sean
la transparencia puray que el ejército y la policía se replieguen.
Luego, se arranca con el deslinde:
Estamos listos, como MASpara ir a nuevas alecciones… Nosotros hacemos leyes, pero no administramos elecciones; no somos responsables de lo que haya ocurrido en el país en los comicios del 20 de octubre”.
Admite Cabrera que en su región ha participado en acciones para levantar bloqueos y que
posiblemente algunos me llamarán traidor. Si preferir que no haya más matanzas es ser traidor, soy traidor.
Se va de largo. Arranca aplausos de su propia bancada y de los
opositores cuando se refiere a la élite que mandaba en la cámara,
cercana al gobierno de Morales (según explica un colega boliviano):
He sido muy crítico de esas amiguitas y amiguitos que se paseaban por todo el mundoy nunca iban a sus territorios electorales.
En el entorno de Evo Morales suelen decir que
en tiempos de crisis cualquier disidencia es traición, pero la ausencia del presidente y su círculo más cercano, parece haber afectado el espíritu de cuerpo y la disciplina.
Las fisuras internas no son tan claras entre las bases que siguen
poniendo cuerpo y alma. Arriba, en El Alto, ayer enterraron a sus
muertos entre reclamos de justicia. En las redes sociales circularon
videos de la llegada de contingentes a la comunidad de Senkata.
No están solos, no están solos, gritaban en las calles.
Movilización-negociación, el horizonte posible de los masistas sin Evo Morales.
En todo caso, si no usan esa vía, el gobierno de facto podría recurrir al expediente del
decreto supremoy convocar a elecciones sin necesidad del Parlamento. Los masistas a cargo parecen haber optado por el menor de los males.
Foto Afp
Arturo Cano
Enviado, Periódico La Jornada
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