Somos un Colectivo que produce programas en español en CFRU 93.3 FM, radio de la Universidad de Guelph en Ontario, Canadá, comprometidos con la difusión de nuestras culturas, la situación social y política de nuestros pueblos y la defensa de los Derechos Humanos.

viernes, 31 de enero de 2020

"El acuerdo del siglo" es el apartheid





Mondoweiss


Traducido del inglés para Rebelión por J. M.


Mapa de un futuro Estado palestino en el plan de la Administración de Trump

 

Finalmente, y con gran fanfarria, el presidente Trump dio a conocer su tan esperada propuesta de paz en el Medio Oriente. La propuesta fue etiquetada como "El acuerdo del siglo" porque se suponía que debía ofrecer una solución imparcial y justa a uno de los conflictos más intratables del mundo. En cambio resultó en algo muy diferente. "El acuerdo del siglo" resucita y restaura el gran apartheid, un sistema político racista que debería haber quedado en los basureros de la historia.


Bajo el nuevo plan de paz presentado por el presidente Trump, a los palestinos se les otorgará una autonomía limitada dentro de una patria palestina que consiste en múltiples enclaves no contiguos diseminados por Cisjordania y Gaza. El Gobierno de Israel mantendrá el control de seguridad sobre los enclaves palestinos y continuará controlando sus fronteras, el espacio aéreo, los acuíferos, las aguas marítimas y el espectro electromagnético. Israel podrá anexarse el Valle del Jordán y las comunidades judías de Cisjordania. A los palestinos se les permitirá elegir a los líderes de su nueva patria, pero no tendrán derechos políticos en Israel, el Estado que realmente los gobierna.

Mapa de un futuro estado palestino en el plan de la Administración de Trump

El plan del presidente Trump para el control y la segregación racial debería sonar inquietantemente familiar. De hecho debería recordar de inmediato las tierras de origen bantú que fueron la piedra angular del "gran apartheid" de Sudáfrica. Mientras que "pequeño apartheid" era el término utilizado para describir la segregación racial en autobuses e instalaciones públicas, "gran apartheid" se refería a las numerosas leyes que imponían la separación territorial y política entre los sudafricanos negros y blancos.


Los países de origen bantú, que fueron claves para la separación territorial y política de los grupos raciales, tuvieron su origen en las Leyes de tierras de 1913 y 1936, que crearon reservas para la población negra nativa. Luego, en 1970, la Ley de Ciudadanía de las Tierras Bantú convirtió a la población nativa en ciudadanos legales de sus bantustanes, negando a los sudafricanos negros los derechos políticos en la Sudáfrica blanca. El Gobierno sudafricano creó territorios de origen bantú para afirmar que Sudáfrica, un Estado con una población negra mayoritaria, era en realidad un Estado con una población blanca mayoritaria. La patria bantú era un juego de manos político, un intento mal velado de dar al Gobierno étnico racista la apariencia de respetabilidad democrática.

Mapa del futuro estado israelí en el plan de la Administración de Trump

Al igual que el gran apartheid de Sudáfrica, el plan de Trump separa física y políticamente a los palestinos al colocarlos dentro de un Estado no contiguo (Áreas A y B y Gaza) y declararlos ciudadanos de esa patria. Al igual que el gran apartheid de Sudáfrica, el plan Trump otorga autonomía a la patria palestina sobre asuntos civiles como educación y atención médica, mientras áreas críticas como el comercio, la inmigración y la seguridad permanecerán bajo control israelí. Al igual que el gran apartheid de Sudáfrica, el plan de Trump es un juego de artimañas político, un intento poco velado de afirmar que Israel, un Estado que gobierna aproximadamente el mismo número de judíos y palestinos, es en realidad un Estado de mayoría judía. También -como el apartheid de Sudáfrica- la Administración de Trump afirma que los bantustanes son una solución temporal. Una vez que la población indígena esté lista para el autogobierno, algún día se les otorgará algo que se asemeja a un Estado.

Utilizando una combinación de palos y zanahorias financieras -algunas de las cuales se dieron a conocer en junio pasado en la cumbre económica en Bahrein- la Administración de Trump tratará de obligar a los palestinos a aceptar el "plan de paz" y declarar la independencia dentro de su tierra natal, al igual que el apartheid de Sudáfrica. El Gobierno sudafricano intentó una vez forzar a la población negra nativa a declarar su independencia dentro de sus bantustanes. Si bien el liderazgo compinche de algunos bantustanes efectivamente declaró la independencia, el gran apartheid de Sudáfrica finalmente fracasó porque los líderes locales, incluido el Congreso Nacional Africano y el legendario Nelson Mandela, emprendieron una decidida y poderosa campaña internacional contra el apartheid.

El plan de paz del presidente Trump fue etiquetado como "El acuerdo del siglo" porque se suponía que debía traer paz y dignidad a la gente de Medio Oriente. En cambio el "plan de paz" hace exactamente lo contrario y resucita el apartheid, un sistema político racista que debería haber quedado en los basureros de la historia.

El plan de paz de Trump no puede y no debe implementarse porque da a los israelíes la ilusión de seguridad mientras los atrapa en realidad dentro de un régimen inestable basado en la opresión racial. El plan de paz de Trump no puede ni debe implementarse porque viola gravemente los derechos y la dignidad del pueblo palestino y muy probablemente constituye un crimen contra la humanidad según el Estatuto de Roma (1998). El plan de paz de Trump no puede y no debe implementarse porque una vez que miramos más allá de las serpentinas y confeti, resulta que "El acuerdo del siglo" no es nada más que el apartheid.

Sheena Anne Arackal tiene una maestría de la Escuela de Políticas Públicas de Harris de la Universidad de Chicago y un doctorado en ciencias políticas de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. Ahora con sede en Houston, Texas, se especializa en el campo de los conflictos étnicos.

Fuente: https://mondoweiss.net/2020/01/the-deal-of-the-century-is-apartheid/

«Necesitamos acuerdos de cooperación, más que de libre comercio”

Oscar Laborde, presidente del PARLASUR
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Oscar Laborde
Foto: Sergio Ferrari


-“El tratado de Europa con el MERCOSUR debe ser revisado”
-El respeto a la soberanía

Es muy difícil que el tratado entre la Unión Europea y el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) pueda ser aceptado por los parlamentarios de Argentina, e incluso, de algunos países europeos. En particular, si se tiene en cuenta tanto el resultado final como el proceso de elaboración. Reflexión contundente de Oscar Laborde, personalidad de primer nivel en la diplomacia sudamericana, desde 2016 diputado argentino en el PARLASUR (Parlamento del Mercosur), y a partir de enero del 2020, presidente de este legislativo regional.

“Dicho acuerdo fue el resultado de un secretismo total, sospechoso e injustificado” subraya. “Nosotros, en tanto parlamentarios regionales, no tuvimos información precisa sobre el contenido del documento que se estaba negociando. Los legisladores argentinos, tampoco. Los empresarios y los sindicatos, en su mayoría, fueron descartados de su elaboración”, enfatiza Laborde, ex intendente de la populosa ciudad bonaerense de Avellaneda (entre 1999 y el 2003) y director del Instituto de Estudios de América Latina (IDEAL), perteneciente a la Central de Trabajadores de Argentina (CTA).

Los vicios y paradojas de dicho tratado firmado por el ex presidente Mauricio Macri a mediados del 2019, son notables. “Muchas veces nosotros, en tanto parlamentarios, tuvimos que recibir de nuestros pares europeos la información sobre los contenidos del documento en elaboración. Ni qué hablar de los sindicalistas argentinos que debieron informarse a través de las centrales gremiales europeas sobre lo que se estaba discutiendo”.

El gobierno anterior “ha definido que el acuerdo es por sí o por no, sin posibilidad de modificaciones”. Y eso no puede ser, enfatiza Laborde, quien anticipa que el mismo va a ser llevado al parlamento argentino donde, casi con seguridad, será rechazado en su forma actual, ya que no se puede aprobar si se tiene en cuenta el defectuoso mecanismo de elaboración. “Hay que reabrirlo, estudiarlo y conocerlo a fondo”, ya que es inconcebible que un documento que compromete de manera tan global las posibilidades futuras del país, no se conozca en detalle”, enfatiza.

Un “golpe” mediático del gobierno anterior

“Cuando a fines de junio del 2019 Macri - que estaba en ese momento en la reunión del G20 en Japón-, lo anunció, el gobierno necesitaba dar una buena noticia en momentos en que atravesaba una fuerte crisis y que no tenía ninguna buena noticia que anunciar”, explica Oscar Laborde. En ese contexto, la “forma en que informaron las autoridades argentinas fue patética, interesadas únicamente en el impacto mediático”.

El actual presidente del PARLASUR recuerda que, entonces, faltaba la traducción en muchas de las lenguas de los países europeos y tampoco se había hecho la traducción del inglés al español; ni se había integrado la revisión por parte de varias instancias técnicas. Además, se publicitó como si el acuerdo estuviera definitivamente cerrado y a punto de aplicarse, aunque faltaba la aprobación tanto de los parlamentos de los países latinoamericanos que integran el MERCOSUR como de sus contrapartes europeas.

“Se lo presentaba como un tratado muy bueno sin hacerse público los contenidos. Fue una real vergüenza. Faltaban varios pasos esenciales. El Gobierno anterior solo buscaba publicidad, argumentando las supuestas ventajas de un mercado de 500 millones de personas que se abría, pero sin detallar las condiciones, mecanismos y limitaciones”. Constatamos que hoy son varios los países europeos que tienen grandes preguntas y dudas sobre el documento, de igual manera que nosotros, puntualiza.

Su mirada crítica también involucra al acuerdo entre el MERCOSUR y la Asociación Europea de Libre Comercio (AELE), integrada por Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein. Dado a conocer el 23 de agosto del 2019, padece los mismos problemas en cuanto al secretismo de su elaboración. “Así como la falta de una proyección de futuro. No se realizaron simulacros económicos sobre el impacto del convenio a 5 años”, condición esencial en toda negociación seria y responsable, explica Laborde.

Dos concepciones diplomáticas…dos modelos de país


Esos acuerdos constituyen un ejemplo más - sigue reflexionando el diplomático argentino con rango de embajador- “del estilo de absoluta poca seriedad que tuvo la diplomacia argentina durante la gestión anterior”. Y expresa las dos concepciones, los dos modelos diferentes de país, el de Macri y lo que impulsa el actual gobierno, afirma.
 

Uno, el anterior, con el acento agroexportador, para nada preocupado en negociar realmente con la región y con una visión política e ideológica alineada con los Estados Unidos de Norteamérica. El otro, el actual, interesado en promover e impulsar la producción nacional, con salarios correctos e intensificando el comercio intrarregional. Nuestra concepción percibe a América Latina como un polo que debe negociar en un mundo multipolar. Con Estados Unidos, que es también un centro importante. Con el sudeste asiático, que es otro. Con China, con Rusia, con Europa. Negociando con todos, pero de igual a igual, insiste Laborde.


En la esencia de la nueva lógica internacional sobresale un concepto que el diplomático argentino desarrolla con maestría: más que libre comercio lo que debemos promover es la cooperación. “Libre comercio significa te vendo todo y te compro todo. Cooperación implica, expresar, selectivamente, lo que me conviene vender y lo que necesito comprar. Así lo entendemos nosotros. Convenios donde se establezca cómo cooperar con el otro”.

Eso implica, según el presidente del PARLASUR, “un análisis riguroso de área por área y producto por producto…por eso hablo de un acuerdo virtuoso de cooperación”. En ese sentido es inadmisible que el gobierno anterior, antes de firmarlo, no haya realizado, por ejemplo, un “simulacro de consecuencias comerciales”, que es esencial, que siempre se hace, y que implica analizar si se gana o se pierde, y la evaluación sobre que sector se beneficia o cual arriesga perjudicarse. “Altos funcionarios españoles, por ejemplo, me confiaron que ellos lo hicieron. Todos los países europeos, de hecho, analizaron profundamente esas eventuales consecuencias. Calcular el impacto es elemental”, insiste.


La lógica del gobierno anterior de firmar el tratado con Europa, residió en presentarlo como un gran logro, publicitarlo, y regocijarse por haber llegado a un resultado luego de 20 años de negociaciones, como ellos decían. “Para Macri era mejor un mal acuerdo que un no-acuerdo. Habla de su planteo. Nosotros también creemos que es necesario negociar. Tanto con Europa como con los diferentes polos mundiales, pero, conociendo los contenidos, debatiéndolos, permitiendo que cada uno haga sus cálculos y asegurando que se respete a fondo nuestra soberanía y la de los otros”, insiste.

Lógica futura

¿Cuál serán en el futuro los instrumentos diplomáticos latinoamericanos para intentar promover una visión realmente integradora?, preguntamos como conclusión. Por ahora no podrá ser la Unasur, subraya Laborde, haciendo referencia a la situación compleja que vive este organismo. Tampoco la OEA, (Organización de los Estados Americanos) con su Secretario General Luis Almagro, que “demostró que solo defiende los intereses de los Estados Unidos de Norteamérica en desmedro de los latinoamericanos y caribeños”. En este marco la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) que incluye 33 naciones (toda la OEA, menos Estados Unidos y Canadá, pero con Cuba) “tiene la oportunidad histórica de poder potenciar proyectos populares en una región que, en el mundo actual, necesita más que nunca posicionarse en conjunto”. 

Integración latinoamericana…a pesar de Bolsonaro

En la segunda semana de febrero se reunirá en Buenos Aires la comisión directiva del PARLASUR, encabezada por su nuevo presidente Oscar Laborde. Prometió su presencia en la reunión el nuevo Ministro de Exteriores argentino Felipe Solá. A fines de diciembre, Solá, se reunió con los diputados de este legislativo regional y reiteró que para el nuevo gobierno ésta es una instancia “preponderante”. Posición que implica un cambio sustancial. Nuevamente, los parlamentarios regionales vuelven a ser valorizados por el gobierno argentino. Durante los cuatro años de la gestión de Mauricio Macri, los legisladores del PARLASUR y el mismo organismo regional fueron prácticamente ignorados. Desoyendo una obligación legal, Macri no incluyó en el proceso comicial del 2019 la elección de los diputados argentinos al PARLASUR. El organismo regional, entonces, ratificó el mandato de los diputados argentinos que habían sido electos el 25 de octubre del 2015.

Oscar Laborde, pieza clave en la construcción de las relaciones regionales argentinas, tendrá un gran reto por delante: asegurar el funcionamiento y la dinamización del PARLASUR. Y promover la política de integración que concibe el nuevo gobierno, opuesta radicalmente a la no-integración regional a la que apuesta su par brasilero Jair Bolsonaro. Como lo analizaba en su columna semanal en Cítrica Radio de la tercera semana de enero, Oscar Laborde, fino analista internacional, recuerda la voluntad de Alberto Fernández de fortalecer la relación con México para “no quedar aislado…ni encerrado en una polémica suramericana con Brasil”.


En un análisis publicado en el Cohete a la Luna, Laborde reivindicaba la importancia de la Celac como marco “natural de la asociación continental”. La decisión de mediados de enero del año en curso de Brasil de suspender su participación en la Celac, creada en el 2010, integrada por 33 naciones y presidida a partir del 2020 por México, “es una forma de boicotear” todo aquello que pueda significar una política continental integradora y soberana, concluía Laborde. (Sergio Ferrari)

Cuarenta años después, lo que queda por hacer

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Hoy se cumplen cuarenta años (1980-2020) de la masacre cometida en la Embajada de España en Guatemala, provocada por fuerzas de seguridad de la dictadura militar de turno presidida por el general Fernando Romeo Lucas García (1978-1982), el ataque a esa representación diplomática dejó un saldo de 37 personas fallecidas.

El 31 de enero de 1980 un grupo de campesinos mayas de la etnia Quiché, acompañados por estudiantes universitarios ocupó la citada embajada con la intención de atraer la atención nacional e internacional, para denunciar las atrocidades que el ejército guatemalteco estaba haciendo contra la población indígena, sobre todo, en el área Ixil.

En esos años había un mundo bipolar, dos potencias mundiales divergentes (Estados Unidos y la ex Unión Soviética) se disputaban el dominio del planeta, estaba vigente la guerra fría y las políticas anticomunistas contrainsurgentes, promovidas por el imperialismo estadounidense dirigidas a contener lo que llamaron “el avance del comunismo”.

En Guatemala estaba en auge la lucha armada y por la polarización social existente cualquier acto, expresión o acción de personas, grupos, organizaciones o instituciones que se interpretara como opositor al Gobierno, se consideraba “subversivo”. Ante un probable triunfo de los insurrectos, el ejército diseñó una ofensiva militar sin precedentes, que incluyó políticas de tierra arrasada, genocidio y crímenes de lesa humanidad (ejecuciones extrajudiciales, detenciones ilegales y arbitrarias, torturas, tratos crueles e inhumanos, desaparición forzada o involuntaria), todo lo cual causó miles de víctimas.

Al conocerse la ocupación de la embajada, el Gobierno ordenó a la policía nacional (PN) desalojar al grupo campesino, menospreciando las peticiones del embajador Máximo Cajal de que se retiraran, para buscar una solución pacífica mediante el diálogo. Luego de la acción brutal de la PN, el Gobierno español de Adolfo Suárez rompió relaciones diplomáticas con Guatemala, restablecidas hasta 1985.

Por la masacre fueron acusados: Donaldo Álvarez Ruiz, ex Ministro de Gobernación, hasta la fecha prófugo; Germán Chupina Barahona, ex director de la extinta PN, el general Óscar Humberto Mejía Victores, ya fallecidos y Pedro García Arredondo, ex jefe del comando seis de la PN. El 19 de enero de 2015 el Tribunal B de Mayor Riesgo, condenó a 90 años de prisión a García Arredondo, hallado culpable de la masacre. También fue declarado culpable de la ejecución de dos estudiantes universitarios que participaban en las honras fúnebres de las víctimas del incendio en la embajada.

Entre las víctimas mortales figuran el ex vicepresidente de Guatemala, Eduardo Cáceres Lehnhoff, y el ex canciller, Adolfo Molina Orantes. También el cónsul de España Jaime Ruíz del Árbol y los españoles, Luis Felipe Sanz y María Teresa Villa.

Otras víctimas: Juan Chic Hernández, Vicente Menchú, Gabina Morán Chupé, María Pinula Lux, Regina Pol Juy, María Ramírez Anay, Antonia Ramírez Anay, Mateo Sic Chen, Mateo Sis, Juan Tomás Lux, Francisco Tum Castro, Gaspar Vivi, Juan Us Chic, José Ángel Xoná Gómez, Juan López Yac, Gregorio Yuja Xoná, Mateo López Calvo, Juan José Yos, Francisco Chen Tecú, Salomón Tabico Zapeta, Edgar Rodolfo Negreros Straube, Leopoldo Pineda, Luis Antonio Ramírez Paz, Sonia Magali Welches Hernández, Lucrecia Anleu, Lucrecia de Avilés, Mary de Barillas, Nora Mena Aceituno, Miriam Rodríguez, Fernando Antonio García Rac y Trinidad Gómez Hernández.

Lo que queda por hacer, mantener viva la memoria histórica, honrar a las víctimas y su lucha, seguir combatiendo la impunidad y asegurar la garantía de no repetición.

Guatemala, 31/01/2020.

-Factor Méndez Doninelli es maestro e investigador, consultor en Derechos Humanos y métodos alternativos de resolución de conflictos.


Cambios geopolíticos de impacto global y los EEUU en tiempos de crisis



-El imperio se cree en la cima, pero está al punto de irse al abismo

-Las señales indican que la debacle está cerca, de la crisis estructural

-¿Será que, pese a Trump, EUA pierde la batalla ante Rusia y China?

No hay imperio, por más grande, al que no le llegue su hora.

En la coyuntura actual hay un perdedor en la estrategia de la dominación mundial, situación que se aprecia desde la geopolítica global, y quien se encuentra en la palestra es el imperialismo estadounidense; todavía vigente, pero con la amenaza del derrumbe a cuestas. ¿Será? Como de cualquier imperio del pasado, el reloj marca la pauta.

El capitalismo, en cualquiera de sus formas, trae consigo la autodestrucción: Marx dixit, y las crisis cíclicas de Kondratieff con sólidas bases numéricas indican que la caída está acerca. Lo primero a señalar es que la economía de Estados Unidos de América (EUA) es víctima de su propia dinámica interna.

Sí, la economía del país que se presume imperial se encuentra al borde de una crisis profunda, mejor dicho, de una quiebra existencial y está previsto suceda este 2020 o 2021 a más tardar, incluso más profunda que la de 1929 —algunos como Daniel Estulin la tipifica de carácter civilizatorio—. Por cierto, una situación desestabilizadora de la cual no se recupera desde la crisis 2008-09.

Los indicadores de crecimiento, desigualdad, deuda interna y externa, dominio del sistema financiero y especulativo, con una Reserva Federal como sostén de la economía burbuja, así lo muestran. Una economía que se coloca en la cima, pero está a punto de rodar.

Aparte, el orden mundial se ha modificado durante las últimas décadas, en todos los casos por la actuación o presencia misma de EUA como principal y provocador mundial, trazando siempre o imponiendo directrices geopolíticas al mundo. Siempre, claro está, con fines imperialistas en el sentido moderno del desarrollo de un capitalismo mundial hoy altamente especulativo.

Grandes cambios

Claramente identificados en la historia mundial, destacan los siguientes escenarios geopolíticos que hoy encuentran notoria corroboración:

1) La estabilidad creada, el equilibrio entre las dos fuerzas opositoras, dos sistemas económicos —el capitalista y el socialista— tras la Segunda Guerra Mundial (2aGM), el periodo conocido como guerra fría, el contexto desde el cual se creó el entramado institucional que le dio sustento. Hoy es un asunto del pasado, y hay quien se aferra desistir.

2) Los cambios generados luego del derrumbe, orquestado y provocado desde Occidente, de la Unión Soviética, con el pretendido control del mundo por EUA como actor único, la unipolaridad o hegemón —lo que dio la pauta al llamado “fin de la historia”—, intento que se quedó en proyecto por el resurgimiento de otros países que instalaron una multipolaridad hoy innegable.

3) La ofensiva “contra el terrorismo”, a raíz de los perfectamente planeados (¿autoatentados?) contra las instalaciones del Pentágono y las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre de 2001, actos que modificaron el escenario internacional por los cambios agresivos emprendidos desde entonces por el gobierno estadounidense. El mundo cambió de entonces, pues se pretendió justificar las guerras, por cualquier pretexto o “amenaza” a EUA.

4) A las tres etapas anteriores se suma la ofensiva de hoy, la que se inaugura con llegada de Donald Trump al poder en la Casa Blanca. Presidente disruptor del otrora coloso imperio, Trump se abre hoy paso atropelladamente, irrumpiendo agresivamente en el escenario internacional, violentamente a todo lo establecido.

No obstante, para el propio Trump el orden internacional anterior ya no funciona y lucha para cambiarlo. Es decir, va a contracorriente del Estado Profundo, del acuerdo de 1944 en Bretton Woods y del orden monetario, contra un Estado tradicional que se resiste a cambiar. Por ese motivo, las fuerzas tradicionales están reaccionando con todo, contra Trump y para sobrevivir.

Por ello la ofensiva permanente de la OTAN contra Rusia, porque trabaja bajo el esquema de la guerra fría. Apunta con todas sus fuerzas a los principales competidores, China y Rusia, para no perder la supremacía, seguir con los privilegios de siempre y resistir a la competencia mundial, a la presencia de otros países en la disputa global, contra la multipolaridad que representan ambos países frente a los EUA y sus grandes empresas.

Todavía el imperio se resiste a perder. Por ello posee el mayor número de bases militares (unas 800) desplegadas en lugares estratégicos del mundo. El Pentágono primero y la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN) después.

De ahí el ejercicio de los presupuestos con fines militares más elevados cada vez, para sostener al principal promotor de la guerra, para un país catalogado como el principal Estado terrorista por Noam Chomsky.

Las dos guerras mundiales

En el capitalismo —una constante desde que se desarrolló como imperialismo en las primeras décadas del siglo XX—, cuando la “competencia” le abrió paso a la “guerra económica”, las empresas trasnacionales primero y multinacionales después, partieron al mundo para apoderarse de las riquezas, humanas y materiales de los países. La violencia tiene simiente capital en cualquiera de sus formas, elementales o desarrolladas.

En las guerras mundiales los países se disputaron el rompimiento del viejo orden: como las antiguas colonias (Asia y África), reparto de territorios (entre países europeos y los EUA), así como apertura y dominación de mercados (en todo el mundo). Significaron también la desaparición o reacomodo de algunos imperios (Rusia, Austrohúngaro, Checoslovaquia, dos Alemania), surgimiento de otros.

Las rencillas anidaron al seno de los mismos pueblos, por los millones de vidas humanas sacrificadas (16 millones en la “Gran Guerra” 1aGM —nada de grandioso, salvo el genocidio—; de 55 a 60 millones de vidas la 2aGM, holocausto incluido, la perla del nazismo), donde al final quienes resultaron beneficiados fueron unos cuantos, banqueros, fabricantes de armas, etcétera.

El mundo se dividió, finalmente, territorial y geopolíticamente entre los dos sistemas económicos. Pero el principal ganador de la 2aGM fue EUA, porque entró al final, por la masiva venta de armamento a todos los frentes y por el negocio que le significó financiar la reconstrucción de la demolida Europa.

La llamada guerra fría

Luego entonces, tras el bombazo atómico contra Japón, EUA se convirtió en el jugador principal del ajedrez mundial. Era el inicio del periodo conocido como guerra fría.

Claro que EUA se condujo siempre aplicando tácticas, acorde a sus intereses económicos tras el surgimiento de las Naciones Unidas: el predominio del dólar, la Comisión Trilateral, el Plan Marshal, el GATT, la OCDE, el Banco Mundial y el FMI; luego los acuerdos comerciales posteriores por bloques económicos, etcétera.

Ilícito como es el capitalismo en todas sus formas, de la mano de actividades formales en economía se desbordaron las ilegales, como las estrategias tendientes al crimen y la generalización del terror por todo el mundo: invasiones, financiamiento para derrocar gobiernos, robo de recursos naturales, entre otras técnicas desarrolladas por la CIA en el mundo; la violencia contra los pueblos y regiones enteras, negocios millonarios.

De ese modo, el imperio, con el uso y abuso de todos los artilugios de por medio —como principal productor de armas del mundo, el más armado y con el mayor número de bases militares en todo el orbe—, de todo organismo e institución, como la ONU, Consejo General incluido, acuerdos contra la proliferación nuclear, etcétera.

Sea con la guerra u otras herramientas, como el financiamiento vía “organismos civiles” o militares, las políticas agresivas de los EUA pronto quedan al descubierto durante la guerra fría; como en escaparate, sus acciones quedaron a la vista de todos, tanto de gobiernos como de los pueblos del mundo.

Del terror a la posverdad

En los tiempos en que EUA se presumió hegemón tras el derrumbe de la URSS, pronto los halcones de Washington inauguraron un nuevo periodo, a partir del 11 de septiembre de 2001 cuando George W. Bush: se inauguró la “guerra contra el terrorismo”, una política exterior de consigna: “O estás conmigo o contra mí”. Calificando a un puñado de países como “ejes del mal”, enemigos de la democracia y los EUA por financiar al terrorismo internacional.

En su momento, la declaratoria de Bush se convirtió en una directriz de política exterior, en guerra declarada abierta en contra de los “enemigos” de Occidente. Más nadie olvida que el primer responsable señalado fue Osama bin Laden, líder de la organización terrorista Al Qaeda que operaban desde las montañas en Afganistán, era el antiguo socio de la CIA.

El “atentado terrorista” del 11/S, para la posterior invasión de países como Irak y Afganistán, por presuntamente financiar al terrorismo o poseer armas de destrucción masiva, respectivamente. Fake news extensivas a otros países como Libia o Siria, todo por el control de la región para el hurto de los energéticos. Sin dejar de lado la importancia geopolítica de permanecer en la región.

Son los escenarios que a la fecha se sostienen, solo por la presencia militar y la superioridad armamentística —hoy los ataques se ejecutan con drones—, más no en cuanto a la defensa antiaérea, donde EUA es superado por Rusia, que hoy están en pleno proceso de descomposición por los dos motivos señalados.

De la mano de esto, propaganda en curso, en EUA se inauguró la era de la “posverdad”, en donde se erige como válida cualquier propuesta —tenga o no rigor probatorio—, porque ahora todo depende de quién lo diga.

La posverdad llegó para justificar el caos, sin más ley vigente que la del Gran Hermano, el dictador de los peores tiempos del fascismo. Luego entonces se invadió países, se desestabilizó gobiernos, se asesinó a dirigentes, se generalizó el robo de recursos —particularmente petróleo y gas—, se criminaliza poblaciones enteras, se ampliaron todas las modalidades de la guerra (Bush y su gabinete de guerra).

Es claro que el Internet y las herramientas de uso generalizado, han contribuido a la difusión inmediata de los acontecimientos y el corolario de atropellos del imperio, lo que contribuye tanto al desgaste por sus actos como a la exposición de sus métodos y estrategias violentas generalizadas.

Escenarios geopolíticos

Luego de lo dicho, los siguientes puntos forman parte del desgaste, escenarios geopolíticos del escaparate histórico del mismo imperio estadounidense, en parte porque han caído en desuso, o porque Donald Trump se ha encargado de hacerlos casi trisas.

En otras palabras, se empatan en el mismo curso geopolítico las secuelas del viejo sistema con las decisiones que desde la Casa Blanca emprende el presidente Trump. Todo apunta a la toma de decisiones desesperadas, a patadas de ahogado y a que el actual presidente hace todo lo posible por —primeramente—, no llevar al mundo a otra guerra nuclear, y/o a tratar de salvar lo que sea rescatable, así ello implique golpear a los estados antes aliados como la propia China o Rusia.

Países competitivos en el terreno geopolítico, pero al mismo tiempo rumbo a la supremacía global. La disyuntiva es: o luchar contra el enemigo o unirse a él. La tendencia aparente es que Trump busca alianzas más que la guerra, así las fuerzas internas que promueven el impeachment caminen en sentido contrario. El desenlace se verá pronto: en la reelección de Trump o lo lancen a la calle.

Luego entonces tenemos:

1) La quiebra de las herramientas económicas internacionales, los organismos carecen ya del poder económico del pasado y tanto la globalización como sus herramientas derivadas del neoliberalismo están —en algunos casos ya—, o han caído en desuso.

2) Una pretendida ayuda planeada y dirigida por Washington, por la “democracia” y la “libertad”, porque los pueblos deben “elegir a sus gobiernos” a que “tomen el destino en sus manos”, y para ello cuentan con ayuda de EUA y sus “aliados” de la “comunidad” o “coalición internacional”.

3) La presencia armada para la intimidación, la “protección” de los socios y en general una política de orden internacional, pero claramente operada por la OTAN, el brazo exterior del Pentágono.

Los tres escenarios claramente desfasados, rebasados o descubiertos por la “comunidad” de pueblos del mundo, más allá o en pleno rechazo tanto a la presencia, las imposiciones como la amenaza imperial al viejo estilo (el descrito responde casi en todo) de la guerra fría ya en desuso.

Es decir, que el orden internacional que sigue forzadamente imponiendo EUA en el terreno global es un orden caduco. Contra eso avanza Trump. Sigue planeando y operando como en el viejo mundo, pero sin dejar de lado el potencial que poseen ahora los dos competidores geopolíticos: China y Rusia.

Ocurre, además, con lo siguiente: 
  • El orden petrolero mundial, ahora que los estadounidenses alegan ser autosuficientes hoy por el fracking; no obstante, mantienen la invasión de Iraq para controlar los pozos petroleros, al igual que los de Siria.
  • Sucede con la permanencia del dólar en el comercio mundial, cada vez más debilitada (frágil porque más países utilizan sus divisas en el intercambio). 
  • Las instancias de orden económico con menor incidencia en cuanto al rigor de sus políticas (BM, FMI, OCDE, la propia ONU, OTAN, etcétera), que han caído en desprestigio. 
  • Se da con el rechazo cada vez más claro de las bases militares (donde los pueblos ya no las quieren, y Japón es claro ejemplo), ahí en donde operan invadiendo territorios de países cansados de su presencia. 
  • La incomodidad de países como la Unión Europea a seguir sometidos al control geoeconómico y geoestratégico de los EUA, cansados de la imposición del orden liberal y al mismo tiempo sujetos a los dictados económicos de Washington. 
  • Un repudio de países como los africanos que pese a protestar siempre y renegar de la explotación de sus recursos por empresas multinacionales tanto estadounidenses como europeas, carecen de la fuerza (diplomática y hasta militar) suficiente para sacarlos de sus territorios. 
  • En América Latina EUA se sostiene por la fuerza, con políticas como el relanzamiento de la Doctrina Monroe, y de donde recibe el apoyo es de algunos gobiernos de la derecha golpista, o servicial a sus intereses, que traicionan la aspiración de unidad de los pueblos latinoamericanos, salvo en países como Cuba o Venezuela, donde sus gobiernos son perversamente acosados con el fin de desestabilizarles y cambiarlos por políticos afines. 
  • Solo aquellos países que soterradamente hacen o practican políticas más o menos independientes, como la India, Turquía o Irán, por ejemplo, parecieran liberarse de la influencia perversa del decadente imperio, en tanto parecieran llevar sus propias fichas al escenario global. 
Trump, un loco contra todos

¿Quién ganará? El resultado es y será de impacto global, en todos los terrenos, sobre todo geopolítico. Las dos tesis expuestas son: o gana Trump o se imponen las fuerzas dominantes tradicionales.

Por un lado, el actuar del presidente Trump rompiendo tabúes, esquemas establecidos, incluso rompiendo el orden mundial. Una política internacional contrario al decadente modelo Bretton Woods y hegemonía del Estado profundo, que acompaña la política especulativa, del sistema financiero y la Reserva Federal para sostener una economía hoy al borde del colapso.

Para Trump, su país requiere de un nuevo orden mundial en donde no pierda la hegemonía ni colapse derrumbándose como se espera. También no caer ante otros poderes, y por tanto no ceder ante la ofensiva geopolítica de Rusia o la fuerza y empuje económico de China. Tampoco perder el predominio del dólar en el comercio internacional, o los acuerdos con la preeminencia de su país bajo los controles o candados del viejo orden al estilo guerra fría, entre otras.

Es por ello que EUA reprende a sus principales competidores, en la economía global y la geopolítica. Pero China está a un tris de ser la principal potencia económica del mundo, por cierto, aprovechando —como ha sido— los preceptos de la globalización neoliberal procedente de Occidente.

Rusia no solo en la geopolítica. Ha rebasado en materia de armamentos a los estadounidenses, tanto ofensivos como defensivos, cohetes de alcance intercontinental más poderosos y antiaéreos también. Rusia pasó ya de los S600 a los S700 (como ejemplo, el S400 ruso es equivalente THAAD de EUA). Lo que es altamente disuasivo.

EUA no la tiene fácil

China practica una estrategia geoeconómica de largo aliento con la nueva ruta de la seda o “un cinturón-una ruta”; Rusia conquista al viejo continente con los energéticos, pese a las restricciones de Washington.

Una competencia, así de la Rusia de Putin como la China de Xi Jinping, de economías claramente emergentes, en gran medida sustentadas en el creciente rechazo de gobiernos y pueblos en general tanto a la presencia e injerencia estadounidense en sus territorios, como a sus políticas de saqueo y rapiña, de asesinatos e invasión de países con fines de extracción o robo.

De eso están cansados los pueblos del mundo. Pese a Trump, EUA como imperio otrora dominante, poco a poco se queda solo. Lo sostiene la inercia del pasado, pero el derrumbe económico lo puede dejar pronto en donde debe estar: en el basurero de la historia. Ese es el contexto de la más reciente crisis con Irán, motivo de la siguiente entrega. (A 27 de enero de 2020).

Salvador González Briceño
Profesor Universitario. Director de geopolítica.com. @sal_bric.

Los círculos del poder de Trump en la Casa Blanca



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En medio de su enjuiciamiento en el Congreso de EEUU, el presidente Donald Trump sigue muy enfocado en su campaña de reelección en noviembre de 2020. El mandatario divide su agenda en tres partes. Hay que ver si la evolución del impeachment (enjuiciamiento) cambia su estrategia.
En primer lugar, desde que llegó al poder, su agenda privilegia la creación de las condiciones que aseguren su reelección por un período de cuatro años adicionales, por lo menos. En segundo lugar, quiere consolidar las divisiones en las clases subordinadas (trabajadores, grupos étnicos, género y otras) para garantizar que se realice su lema que “EEUU sea grande de nuevo”. En tercer lugar, pretende modificar la correlación de fuerzas a escala mundial, atacando las políticas de globalización, para hacer realidad su consigna de “EEUU primero”.
El grito de batalla de “EEUU primero” implica agudizar el desequilibrio entre los Estados-naciones a escala mundial a favor de EEUU, socavando sus adversarios y debilitando sus aliados. El proteccionismo implica debilitar los lazos con otros países – tratados comerciales, culturales e, incluso, militares – así como un ‘cierre’ de las fronteras con países indeseables: ‘El muro’ de Trump descartó el proyecto de sus predecesores que enfatizaban la ‘globalización’, renovando el estilo abierto y agresivo de armamentismo, así como convirtiendo a China en el nuevo enemigo estratégico en el escenario mundial.
El enfrentamiento entre clases y fracciones de clase contribuye a su proyecto para que “EEUU sea grande de nuevo” en la medida en que distrae a las clases subordinadas que no logran identificar sus propios intereses. La variante nacionalista-desde-arriba tiene como corolario el racismo y la ideología de la ‘supremacía blanca’. Políticas que pretenden contener la emergencia de un país ‘multicultural’. En la inauguración de su campaña presidencial a finales de 2019, Trump anunció un cambio cualitativo en su lema que sería “EEUU ya es grande nuevamente”.
Para lograr estos objetivos, Trump ha tratado de construir un aparato político que controle los principales órganos del Estado: El Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. En la Casa Blanca tiene un ‘Círculo Cero’ que cumple con las tareas de orientar sus objetivos. Por un lado, tiene a su asesor de confianza, Stephan Miller, encargado de promover su consigna de hacer a “EEUU grande nuevamente” y agitar las diferencias entre los diversos sectores de las clases subordinadas. Por el otro, cuenta con el Asesor Comercial, Peter Navarro, quien agita la consigna que plantea “EEUU primero” acabando con tratados y alianzas a escala internacional. El ‘circulo cero’ lo cierra (o quizás lo abre) la pareja formada por su hija, Ivanka, y su yerno, Jarred Kushner, quienes son sus agentes en los frentes de las múltiples batallas.
En el Círculo 1, Trump cuenta con sus ministros de Comercio y del Tesoro, Wilbur Ross y Steven Mnuchin, respectivamente. Así mismo su consejera política, Kellyanne Conway, quien se encuentra en constante alerta para detectar problemas. En el Círculo 2, tiene a Robert Lighthizer, comisionado de Comercio Exterior, Mike Pompeo, secretario de Estado y a Mitch McConnell, vocero (o presidente) del Senado, quien controla la agenda de la Cámara superior del Congreso.
Miller pareciera ser el zar de las políticas nacionalistas y de la supremacía blanca desde que Trump se deshizo de Roger Banner. En cambio, en el frente ‘global’, Trump cuenta con Navarro, quien debe compaginar con Ross y Mnuchin. Trump se deshizo de Matis (ministro de Defensa), Tillerson (secretario de Estado) y Garry Cohn (jefe del Consejo Económico).
En el plano de la comunicación social, Trump sólo cuenta con si mismo, el twiter y los encuentros con su base en arenas y estadios deportivos. Trump es su propio secretario de Estado y dirige los Ministerios de Defensa, Seguridad, Tesoro y Comercio. Además, maneja personalmente su red de comunicaciones. Cuenta con asesores y consejeros, pero todo lo decide Trump. Hay ocasiones que escucha más que otras. Según los empleados de la Casa Blanca, la única voz que tiene peso para el presidente de EEUU es la de su hija, Ivanka.
No hay que dejar por fuera a Henry Kissinger - aunque no está en la Casa Blanca – quien hace sentir su influencia intelectual en las políticas de Trump. El maestro de la geopolítica del desequilibrio confundió al ‘establishment’ y al mundo cuando jugó la carta rusa de Trump en contra de la carta china de los estrategas de la globalización.
30 de enero de 2020.
- Marco A. Gandásegui, hijo, es profesor de Sociología de la Universidad de Panamá e investigador asociado del Centro de Estudios Latinoamericanos Justo Arosemena (CELA)


Programa Alternativa Latinoamericana y Tiempo de Mujeres en CFRU la radio comunitaria de Guelph sab 25 Enero 2020

Desde los estudios Frank Ryan de CFRU 
en la Universidad de Guelph en Ontario Ca.
Madeleine Speed, Hilda Venegas y Sergio Pochón
presentan
Alternativa Latinoamericana
Bienvenida al Programa
con Sergio Pochón
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Nuestro resumen semanal de noticias con el acontecer latinoamericano
de las noticias más destacadas en los últimos días
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En la frontera sur emxicana se desaerrolla un drama humano y también político, ante el arribo de miles de centroamericanos, en especial de Honduras, de donde salieron en caravana el 14 de enero, con la meta de llegar a EEUU. Se produjeron escenas de confrontación y violencia, gases lacrimógenos, golpes y, a la postre repatriaciones. México se encuentra atrapado entre una superpotencia cuya economía requiere de mano de obra extranjera, pero cuya esfera política està dominada por el racismo y la xenofobia y países en los que la delincuencia, la violencia y la falta de trabajo y atención por parte de sus gobiernos, expulsan un gran número de personas a diario. 

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EL MAS TIENE CANDIDATOS. ¿HABRÁ ELECCIONES?
SurySur Toda América TV
El plenario del MAS eligió su binomio para las elecciones presidenciales pautadas para el 3 de mayo, que aún no se sabe si se realizarán. Tras superar disidencias y debates, el binomio lo integran el ex ministro de Economía Luis Arce y el excanciller David Choquehuanca. Mientras, siguen las persecuciones y la represión del gobierno de facto y los esfuerzos electorales del MAS aspiran a garantizar un triunfo en primera vuelta. Análisis de Pedro Brieger.
Ilka Oliva Corado


Somos una sociedad sin sentido que quiere tener la razón en todo, a cualquier precio, ególatras y yoistas, incapaces de ver lo que sucede a un metro de distancia del radio de su nuestro espacio corporal y si lo vemos volteamos a ver hacia otro lugar inmediatamente, para que la realidad no nos escupa a la cara, si de eso se trata mejor la escupimos nosotros; cada día más indiferentes y desmemoriados: insulsos.Inhumanos, defensores férreos de la doble moral y la vileza mientras nos lleve a alcanzar nuestros objetivos personales. El otro es utilizado como escalera y trampolín, la cuña perenne, como un objeto, jamás es visto como un semejante al que vamos a ver de frente a los ojos o mucho menos a quien vamos a ayudar en caso  que lo necesite.  Importa solo lo que pensamos nosotros reduciendo el universo a una mísera burbuja personal. 

El presidente 6 por ciento
Sebastián Piñera ha alcanzado el récord más bajo de aceptación para un mandatario.

Cuando el nivel de aprobación de un gobernante se reduce hasta índices tan bajos como el 6 por ciento alcanzado por el presidente de Chile, Sebastián Piñera, el restante 94 por ciento debe interpretarse como un franco rechazo a su administración. Esto lo entiende cualquier lego. Sin embargo, la tozudez de este empresario -cuyo afán de aferrarse al mando denota su ambición desmedida por el poder- mantiene a ese país en un constante estado de emergencia, paralizado por las protestas en las cuales se pueden observar reiteradas violaciones de los derechos humanos cometidas contra la población con total impunidad por las fuerzas policiales.

Columna 
La lógica perversa del sistema judicial estadounidense: de Guantánamo a Washington
En Estados Unidos, todas las miradas están puestas esta semana en el Senado, donde se desarrolla el juicio político contra el Presidente Donald J. Trump. Trump es el tercer presidente que es sometido a un juicio de destitución en la historia del país. Mientras tanto, lejos de la mirada pública, en la base naval de Estados Unidos en la Bahía de Guantánamo, Cuba, se está desarrollando otro juicio importante. Tras el alambre de púa del denominado “Campamento Justicia”, cinco de los 41 prisioneros que siguen detenidos en Guantánamo –acusados de haber cometido los atentados del 11 de septiembre de 2001– asisten a las audiencias preliminares al juicio a casi 20 años de los atentados.



Ni Perdon Ni Olvido

Entrevista
Laura Zúñiga
Democracy Now
 En Honduras, un nuevo informe presentado por el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras afirma que, al menos, quince mujeres fueron asesinadas en los primeros catorce días de este año. La violencia contra las mujeres, las personas LGBTQ, los líderes indígenas y los activistas ambientales aumentó estrepitosamente en Honduras durante el gobierno de Juan Orlando Hernández que tiene el respaldo de EE.UU. 

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TIEMPO DE MUJERES
Desde cfru 93.3 fm la Radio de la Universidad de Guelph

en Ontario, Canadá
escúchalo cada sábado en www.cfru.ca

MUJERES POR LA DEMOCRACIA
Bienvenida al programa de hoy
con Hilda Venegas
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Noticias de Género en la Red
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Género En La Mira
Daniela Villegas
-Las formas de denuncia ante los feminicidios de las activistas -
en este programa hablamos sobre las diversas cargas estereotipadas que sufrimos las mujeres, por ser mujeres, por ser negras, por ser pobres, por ser nativas, y aunado a eso por ser defensoras y activistas, el feminicidio se da en muchos contextos y la impunidad lo permite


La economía es un tema global que involucra a las mujeres trabajadoras remuneradas o no, cada año se realiza el El Foro Económico Mundial (World Economic Forum, WEF), también llamado Foro de Davos en Ginebra Suiza, allí se reúnen los principales líderes empresariales, los líderes políticos internacionales, así como periodistas e intelectuales selectos, a efectos de analizar los problemas más apremiantes que afronta el mundo, Oxfam es una confederación internacional formada por 17 organizaciones no gubernamentales nacionales que realizan labores humanitarias en 90 países. Su lema es "trabajar con otros para combatir la pobreza y el sufrimiento".Oxfam tiene como objetivo acabar con las desigualdades sociales y económicas, que son el origen del problema. La pobreza es inaceptableY evitableen su informe ‘Tiempo para el cuidado. El trabajo de cuidados y la crisis global de desigualdad’ #TiempoParaElCuidado, que muestra cómo el modelo económico está alimentando la desigualdad. Es un sistema que pivota sobre una contradictoria ecuación: se sostiene porque las mujeres cuidan, pero ellas son precisamente las peor consideradas.




Y es nota pública las caravanas de migración en Centroamérica , sabemos que éstas caravanas reunen grandes cantidades de personas en las que hay muchas mujeres y niñas  que son presa fácil de la violencia, esta situación ha sido duramente criticada en medios de comunicación, pero que provoca que las mujeres con sus hijas salgan a enfrentar esta situación, y que se puede hacer para que esta situación que muy probablemente no termine, sea cada vez menos peligroso


Miguel Lorente Acosta
Una de las violencias que enfrentamos las mujeres es el machismo, el problema de la violencia de género es el machismo que la alimenta y donde la sociedad participa de alguna manera, por comisión u omisión, pero que es el machismo sino el control de  las conductas de las mujeres para el priviligio de los hombres, nuestro feminista consentido el Dr Miguel Lorente Acosta nos dice que ".. cuando el machismo y los machistas ven que la sociedad está cambiando al incorporar y defender la Igualdad como derecho, al observar que las mujeres y el feminismo rompen con la injusticia de la desigualdad de la que nacen sus privilegios, y al comprobar que se incorporan con normalidad a los espacios y funciones que le habían sido negados, interpretan que esa nueva realidad es un ataque a sus posiciones y responden con su argumento habitual, que es la violencia. "


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