Para Sebastián Piñera los videos de la represión son “ fake news” y
montajes filmados en el extranjero. Una campaña de desinformación
originada en Rusia y otros países de la Europa oriental(sic) para
crear sensación de desorden y crisis total(bit.ly/2Ft9GhS). Igual que en Bolivia dónde protestas tras el golpe eran fruto de
una conspiración narco-venezolana(reut.rs/2QFN2YC), también en Chile, según Piñera,
está la mano de Maduro(bit.ly/37bmndq). No importa que los que trajeron
desordenhayan sido las propias
fuerzas del orden: a tres meses del estallido en demanda de mejores bienes sociales ya hay tres mil heridos (bit.ly/2RgQSc9). No importa que lo que llevó a
una crisis totalhan sido 30 años del modelo chileno neoliberal que creó un puñado de millonarios (¡Piñera!) y millones de pobres. Y sí hay un factor foráneo que resalta sobre todo a la luz de la desenfrenada violencia estatal –más allá de la fantasía del eje
eslavo-madurista− es, como han subrayado varios observadores (bit.ly/2tYavg8), el apoyo táctico y material de Israel. En 2018 los dos países firmaron acuerdo de
cooperación militar en educación, entrenamiento y adoctrinamientoy ya se ve que la táctica israelí de mutilación como método de
control público–la Gran Marcha del Retorno en Gaza donde los francotiradores israelíes apuntan a las piernas viene en mente− fue llevada al otro nivel por el régimen de Piñera que rompió el récord mundial en heridas deliberadas en los ojos (bit.ly/2R3vNBM): ya hay 400 personas que han perdido un ojo o la vista.
El estado de emergencia, el ejército en las calles, allanamientos,
detenciones ilegales, tortura y abuso sexual por parte de agentes del
Estado no sólo evocaron los oscuros tiempos de Pinochet. Recordaron
también que igual en aquel entonces el principal sostén de la dictadura
ha sido Israel que entrenó a los agentes de la DINA que asesinaron y
desparecierona miles de opositores (bit.ly/2FTbQr2) y le vendió –a pesar de su histórica
huella alemana(
prusianización) y su latente pro-nazismo− armas al ejército chileno (bit.ly/38dXGgt) y equipo para el control de masas:
guanacos, etcétera. (bit.ly/39CHFSI).
Si bien tras el 9/11 y el auge del
securocratismoIsrael se posicionó como el
experto en la lucha contra el terror−y atractivo proveedor de tecnologías militares a gobiernos represivos ( bit.ly/2RJU53b ) que usan esta excusa para luchar con la disidencia como hoy los golpistas bolivianos ( bit.ly/2Ga5bcb )−, él mismo es el mejor ejemplo del
terrorismo de Estadoen acción –los territorios ocupados, Gaza, etcétera−, armó los escuadrones de la muerte en El Salvador y los contras en Nicaragua −tal cual organizaciones terroristas (bit.ly/369XIVg)−, e incluso orquestó sus propias campañas de terror (bit.ly/2Rc6NbS). Así la cooperación militar con Piñera que defiende el neoliberalismo pinochetista del mismo modo que fue instaurado –con terror y violencia− es un simple
intercambio de terrorismos del Estado. No extraña que Chile –con su propia Ley Antiterrorista heredada de la dictadura y usada sobre todo para criminalizar a su población indígena−, trata hoy a los manifestantes, igual que Israel a los palestinos que avientan piedras a las fuerzas de ocupación, como
peligrosos y violentos terroristasy
enemigos internos–una reactualización de la Doctrina de Seguridad Nacional− con quienes el Estado
está en guerra(bit.ly/3azvbvx).
Incluso antes de la revuelta actual, el equipo israelí −
testeadoen contra de los palestinos− estaba siendo usado para reprimir a los mapuches y militarizar a su territorio (bit.ly/2ugocqH). Dada la
experienciade Israel en colonización, despojo y usurpación de tierras autóctonas, el gobierno chileno −que pretende suprimir la resistencia de los comuneros mapuches y su proceso de recuperación territorial
abriendola Araucanía a las forestales y otras trasnacionales−, no podía escoger mejor (bit.ly/2QJ3E1F).
Después de ayudarle a Pinochet, Israel apoyó también a la sangrienta junta militar en Argentina y su terrorismo del Estado que
desaparecióa unas 30 mil personas. Le vendió armas y tecnologías para espiar, reprimir y asesinar a sus
enemigos internos(guerrilleros, activistas de izquierda, sindicalistas) sin que las simpatías fascistas, antisemitas y ataques a miembros de la comunidad judía por parte de los generales argentinos –junto con el hecho que el país era un histórico refugio de los criminales nazis− le causaran un problema (bit.ly/2QkTPYQ). La conflación de Israel con el régimen post-pinochetista de Piñera es sólo el siguiente capítulo de la histórica conflación del sionismo con las extremas derechas que hoy por su parte lo ven −entre otros− como modelo de dominación y control poblacional, sean manifestantes, indígenas, migrantes o refugiados (bit.ly/2Tyll7e). Si bien Chile −que tiene la mayor población palestina fuera del Medio Oriente− a diferencia de otros gobiernos derechistas de la región se abstiene a reconocer a Jerusalén (Al Quds) como la capital de Israel (bit.ly/30flvlj) –el precio que este últimamente cobra por sostener estos regímenes−, la cooperación militar entre los dos países avanza sin importar, nuevamente, por ejemplo que los Carabineros, la policía militarizada detrás de la brutal represión con una clara matriz israelí, fuesen en su tiempo, tal cual, el núcleo de simpatías a Hitler en Chile y formados con instructores y según las doctrinas nazis (bit.ly/2u2Whur).
*Periodista polaco
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