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Son dos las
acusaciones contra Donald Trump que han formulado los Demócratas de la
Cámara de Representantes en el procedimiento de destitución del
presidente. Una es que ha obstruido la investigación que ha dado pie a
la incoación del procedimiento. La otra es que ha actuado en contra de
los intereses de EE UU al retener la ayuda militar a Ucrania en un
intento de que este país trate de ensuciar la imagen de Joe Biden, quien
concurre a las primarias del Partido Demócrata para ser elegido
candidato a la elección presidencial de este año.
Siempre que
los políticos evocan los intereses nacionales de EE UU en materia de
política exterior, se refieren a los intereses del imperialismo
estadounidense, no a los de la mayoría de la población, es decir, la
clase trabajadora y las clases medias. Al centrarse en los intereses del
imperialismo estadounidense, la dirección del Partido Demócrata ha
dejado de lado los principales crímenes contra la humanidad que ha
cometido Trump en todo el mundo y contra la gran mayoría de la población
de EE UU.
La lista de acusaciones formuladas en la Cámara de
Representantes para incoar el procedimiento de destitución la ha
controlado la presidenta Nancy Pelosi, dirigente del Partido Demócrata
en este órgano. En el Senado, que juzgará a Trump a la luz de estas
acusaciones, está personificado por Chuck Schumer, el líder de la
minoría Demócrata. Refiriéndose a la propuesta de destitución de Pelosi,
el defensor de los consumidores Ralph Nader ha declarado en una
entrevista publicada en Democracy Now que “se queda demasiado corta y es
arriesgada”. Acto seguido ha hablado de algunos de los delitos
cometidos por Trump que pueden aducirse para pedir su destitución:
Ha destruido, triturado e inhabilitado los vitales programas federales
encaminados a prevenir los perjuicios [para la clase trabajadora] y las
enfermedades de la Agencia de Protección Ambiental, de la Administración
de Salud y Seguridad en el Trabajo y de la Comisión de Seguridad de los
Productos. Ha cerrado la Oficina de Protección del Consumo, destinada a
proteger a la población de los delitos de Wall Street y otras entidades
financieras contra la gente común… Este es un delito crucial para la
destitución… la insolente negativa a cumplir exactamente la ley.
Nader siguió enumerando otros delitos, incluido el de que Trump es un
depredador sexual. Recordemos el vídeo en que exclama con toda su
vulgaridad que tiene derecho a “meter mano a las mujeres” porque es rico
y poderoso.
Está implicado en toda clase de demandas
presentadas por mujeres que han declarado bajo juramento que él ha
abusado de ellas y las ha acosado. También está su fanatismo y su
racismo. Sus políticas suponen un duro golpe para las minorías y la
gente pobre. Además está la incitación a la violencia. [Un ejemplo es su
declaración] de que si le destituyen habrá disturbios en las calles.
Así que Pelosi ha perdido una gran oportunidad para destituir a Trump.
¿Qué sentido tiene iniciar un procedimiento de destitución si no se
utiliza todo el arsenal de delitos de los que se le puede acusar?
Amy Goodman, quien estaba entrevistando a Nader, mencionó el hecho de
que Trump sacara a EE UU de los acuerdos de París sobre el clima. Nader
recalcó:
Bueno, ha hecho cosas mucho peores. Ha dado rienda
suelta a la industria de los combustibles fósiles, permitiendo las
perforaciones en el Ártico y en los océanos. Ha permitido que se generen
grandes cantidades de gases de invernadero… Es un presidente que no
defiende a nuestro país contra una industria de los combustibles fósiles
que devasta la naturaleza, con graves sequías y graves inundaciones, el
cambio incipiente de las corrientes oceánicas, la fusión de los
glaciares y toda clase de agresiones críticas… ¿Y esto no es un delito
por el que deba ser destituido? Quiero decir, ¿a qué juega el Congreso?
En el mismo programa de televisión también entrevistaron a Al Green, un
diputado afroamericano de Texas, que poco después de constituirse el
gobierno de Trump presentó una serie de acusaciones en la Cámara de
Representantes para impulsar su destitución y que incluían toda una gama
de delitos. Pocos compañeros Demócratas le apoyaron. Green enumeró
algunas manifestaciones de Trump que incitaban a la violencia contra la
población latina, musulmana, LGBTQ y otras minorías.
También
mencionó el proceso de destitución del presidente Andrew Johnson en
1868. Johnson formaba parte del tándem, como vicepresidente, de la
candidatura de Abraham Lincoln en las elecciones presidenciales de 1864.
Pese a ser esclavista, no apoyaba la guerra del Sur para separarse de
la Unión. Cuando Lincoln fue asesinado en 1865, Johnson, que era
vicepresidente, asumió la presidencia. Desde este cargo, apoyó a los
antiguos propietarios de esclavos de la Confederación derrotada en su
campaña racista por oprimir a los esclavos liberados. Respaldó el infame
Código Negro para privarles de los derechos civiles en los Estados del
Sur y se opuso a la 14ª enmienda constitucional, que garantizaba la
ciudadanía a los antiguos esclavos. Su política racista le enfrentó a
los Republicanos Radicales que querían aplastar el Viejo Sur, y esto
provocó el proceso de destitución. Sin embargo, en el juicio ante el
Senado fue absuelto con un voto de diferencia.
Green dijo que
“entender que en 1868 Andrew Johnson fue procesado por motivos
relacionados con el fanatismo, el odio, el racismo, me lleva a la
conclusión… de que si Andrew Johnson pudo ser procesado… por estos
motivos, este presidente [Trump] también puede ser procesado por los
mismos motivos”.
Antes del ascenso del movimiento de la minoría
negra que combatió en las décadas de 1950 y 1960 las leyes de Jim Crow
de segregación (apartheid en afrikáans) en el Sur, el Partido Demócrata
apoyaba firmemente a Jim Crow. En las vicisitudes de la política
estadounidense, el Partido Demócrata rompió con su sector sureño y, bajo
fuertes presiones del movimiento de liberación de la minoría negra,
tanto en el Sur como en el resto del país, a mediados de la década de
1960 hizo aprobar leyes favorables a la abolición de las leyes de Jim
Crow. Los Republicanos aprovecharon para tratar de capturar el grueso
del voto blanco en el Sur. Los Dixiecrats, como se llamaba a los
Demócratas sureños, se integraron en el nuevo Partido Republicano. En
todas las elecciones presidenciales que han tenido lugar desde entonces,
ningún candidato Demócrata ha obtenido la mayoría del voto blanco.
En 2016, los sondeos a pie de urna revelaron que Trump había obtenido
el 58 % del voto blanco, que ascendió al 63 % entre los hombres blancos y
se quedó en un 53 % entre las mujeres blancas (aproximadamente, pues
los sondeos son imprecisos). El racismo declarado y virulento de Trump
hace de él un supremacista blanco. Esto no significa que sea miembro de
uno de los pequeños grupos nacionalistas blancos de mentalidad fascista,
pero sí quiere decir que les da cobertura. El resultado han sido
asesinatos masivos cometidos por nacionalistas blancos contra personas
negras, latinas, musulmanas, judías y otras. La ideología de estos
grupos también incluye la misoginia y los ataques a mujeres.
La
negativa de la dirección Demócrata a instar la destitución de Trump por
su racismo refleja la posición política de aquella, y lo mismo ocurre
con su negativa a acusarle de las otras cuestiones que plantea Nader. A
medida que los Republicanos se han desplazado a la extrema derecha, el
aparato del Partido Demócrata también se ha movido en esa dirección,
solo que no tan lejos. Esto explica su negativa a combatir las políticas
de Trump con voluntad y firmeza.
Otra indicación de su política
es el hecho de que, mientras se desarrollaba el procedimiento de
destitución, se reunieron en secreto con los Republicanos para acordar
un presupuesto común, que fue aprobado con el apoyo mayoritario de los
dos partidos. Sin entrar en todos los detalles en que este presupuesto
comporta concesiones a Trump, que están saliendo a la luz ahora, sabemos
que ha habido una mayoría aplastante de ambos partidos a favor del
presupuesto militar. El gasto militar presupuestado asciende este año a
738.000 millones de dólares, 22.000 millones más que el año pasado. Crea
una nueva rama de las fuerzas armadas, la Fuerza Espacial. También
prevé aumentar el gasto en armas nucleares con vistas a perfeccionarlas,
poniendo en marcha una nueva carrera de armamentos nucleares.
Asimismo, el aparato del Partido Demócrata rechazó, en las negociaciones
secretas, algunas propuestas de congresistas del ala izquierda del
partido. Una de estas propuestas era la de prohibir a Trump el uso de
fondos para lanzar una guerra no autorizada contra Irán, lo cual
adquiere un nuevo significado con el asesinato ordenado por Trump del
general iraní Qussim Suleiman, hecho que amenaza con desencadenar una
nueva guerra. Otra propuesta que rechazó la dirección Demócrata estaba
encaminada a prohibir el apoyo militar de EE UU a Arabia Saudí en su
guerra en Yemen. Otra más habría prohibido la venta de municiones
tierra-aire a Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos.
La
aceptación por parte de la dirección Demócrata de este atroz regalo de
738.000 millones de dólares a los militares pone de relieve que el
Partido Demócrata es un partido igual de imperialista que el Republicano
y revela sus prioridades ante el deterioro de la situación económica
para la mitad (por lo menos) más desfavorecida de la población.
Para completar el cuadro, portavoces del aparato del Partido Demócrata,
al tiempo que expresaban su nerviosismo con respecto a la guerra con
Irán, aprobaron el asesinato de Suleiman, a pesar de que suponía una
violación de las leyes de guerra internacionales, de la soberanía de
Irak y de la constitución de EE UU en la medida en que no ha habido
ninguna declaración de guerra a Irán. Todos estos son delitos
suficientes para destituir al presidente. Los tuits de Trump van todavía
más lejos, al amenazar a Irán con la destrucción total del país y el
asesinato masivo de su población sin la aprobación del Congreso, y con
la destrucción de su patrimonio cultural (otra violación del derecho
internacional).
Veremos qué hacen los Demócratas a medida que se desarrolla esta nueva crisis, pero no esperéis nada bueno.
Traducción de Viento Sur: http://www.vientosur.info/
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