Bajo la lupa
Alfredo Jalife-Rahme
▲ Manifestantes cierran las calles mientras las fuerzas de seguridad
usan gases lacrimógenos durante una protesta en el centro de Bagdad,
Irak.Foto Ap
La confrontación de Estados Unidos contra Irán, que lleva 41 años, se centra hoy en Irak.
EU manipuló la guerra de Irak –gobernada por el sunnita Saddam
Hussein– contra Irán de 1980 a 1988 cuando abastecía de armas en forma
perversa a ambas partes para que se debilitaran y así beneficiar al
irredentismo de Israel.
Dejó de lado la cooperación clandestina del
Irán-Contras (1985-1987)entre los republicanos Reagan/Oliver North y la teocracia chiíta.
La primera guerra de Daddy Bush contra Irak en 1991 fue para controlar su pletórico petróleo.
La segunda guerra de EU en 2003 contra Irak, mediante las
mentiras (sic) de destrucción masivade Baby Bush, derrocó al sunita Saddam Hussein y consolidó la conectividad de Irán con sus correligionarios chiítas que conforman 75 por ciento del país árabe de Irak, donde se encuentran dos sitios sagrados de la cosmogonía esotérica chiíta: su capital espiritual Najaf (donde está enterrado el Imam Alí) y Karbala (sitio del martirio de Hussein, nieto del profeta Mahoma).
Hoy la estrategia conjunta de EU e Israel (vía el cuarteto Trump/Mike
Pence/Jared Kushner/Netanyahu) todavía consiste en balcanizar a Irak en
tres pedazos: chiíta, sunita y kurdo (https://bit.ly/2GarcYj).
En un abordaje multidimensional, que tome en cuenta la hipercomplejidad no-lineal con los multiniveles del
Gran Medio Oriente, en general, y de Irak, en particular, el asesinato del icónico general iraní Soleimani en Bagdad expuso en un nivel transcendental el macabro plan de Trump y el
evangelista sionistaMike Pompeo (https://bit.ly/2uoJ5zS) de controlar el pletórico petróleo de Irak e impedir su venta a China, además de descarrilar la Ruta de la Seda.
Soleimani –quien pasará a la historia por haber contribuido a la
derrota de los yihadistas sunitas en Siria/Líbano y, sobre todo, en la
región kurda de Irak– tuvo una etapa de colaboración con el ejército de
EU, durante la fase de Obama, lo cual finiquitó Trump en forma
dramática.
Después de 17 años de ocupación ininterrumpida bajo todos los
pretextos del mundo, hoy Trump en forma desvergonzada reclama 50 por
ciento (¡mega-súper-sic!) de los ingresos del petróleo de Irak como
compensación a su ocupación(https://bit.ly/2NQ3JjA).
Los ingresos de petróleo de Irak, segundo productor de la OPEP, arrojó 112 mil millones de dólares en 2019.
Hoy Irak se encuentra el borde del colapso bajo la amenaza de las
sanciones de Trump y del bloqueo a sus cuentas abiertas por el Banco
Central de Irak en la Federal Reserve Bank en Nueva York, donde Bagdad
guarda sus ingresos vigilados de petróleo que conforman 90 por ciento de
su presupuesto nacional (https://bit.ly/3avRkuN) –en represalias por la exigencia del Parlamento iraquí de expulsar a 5 mil 200 soldados de EU.
Pero, ¿A quién se le ocurre depositar cuentas estatales en el Federal Reserve Bank de Nueva York?
Las sanciones financieras y el secuestro de los depósitos ajenos
están resultando en manos de Trump un arma tan deletérea como sus bombas
nucleares.
Las confesiones del saliente primer mnistro iraquí, Adil Abdul-Mahdi, exponen el diseño de Trump en el
Gran Medio-Orientey su doble trampa para asesinar a Soleimani (https://bit.ly/2TJzWN9).
Trump y Mike Pence no perdonaron la visita del primer ministro
iraquí, Adil Abdul-Mahdi, a Pekín del 19 al 23 de septiembre de 2019,
donde se ve radiante el mandarín Xi (https://bit.ly/36ky28x) –tres meses antes del asesinato de Soleimani quien acudió a Bagdad en una misión de paz (https://dailym.ai/2TJYHsE).
Bajo el creativo esquema
Petróleo por Reconstrucción, Irak exportaría 100 mil barriles diarios a China, que a cambio se haría cargo de su reconstrucción y, de paso, conectaría al desahuciado Irak a la mirífica Ruta de la Seda (https://bit.ly/37hvxVt).
Una semana antes del asesinato de Soleimani ocurrieron los ejercicios
militares de Rusia, China e Irán en el golfo de Omán/océano Índico (https://bit.ly/36heyRQ).
El asesinato del icónico Soleimani, más que dañar a Irán, que ahora
restaña sus heridas, perjudicó sobre todo a Irak e intenta poner en
jaque a China y a Rusia quienes no se quedarán con los brazos cruzados.
Facebook: AlfredoJalife
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