Somos un Colectivo que produce programas en español en CFRU 93.3 FM, radio de la Universidad de Guelph en Ontario, Canadá, comprometidos con la difusión de nuestras culturas, la situación social y política de nuestros pueblos y la defensa de los Derechos Humanos.

lunes, 31 de julio de 2017

Venezuela: Armar a los patriotas del pueblo y entregar a los trabajadores fábricas y tierras

Pedro Echeverría V.


1. Salvador Allende fue derrocado en 1973 en Chile por la parte traidora del ejército encabezado por Pinochet, con el apoyo total del gobierno de EEUU. Muchos desde la izquierda culpamos a Allende por no entregar armas a los trabajadores para que defiendan a su país. Era un paso muy difícil porque Allende que –además de pacifista- no vio los movimientos del ejército, ni imaginaba, que preparaba el Golpe de Estado. Nicolás Maduro vivió el Golpe de Estado de 2002 contra Chávez y sabe que se prepara otro con él. Estoy de acuerdo, lo primero es que el pueblo tenga la suficiente consciencia para enfrentar al enemigo declarado, pero hay que prepararse también militarmente.

2. Hoy se publicó que encabezados por Estados Unidos, Argentina, Brasil, Canadá, España, México, Perú, Panamá, entre otras naciones, anunciaron que desconocen los resultados de las elecciones para integrar la Asamblea Nacional Constituyente en Venezuela, proceso que fue respaldado por Bolivia y Nicaragua y otros países. Pero da risa que quienes desconocen los resultados no tienen la mínima vergüenza. Sólo bastaría examinarlos un poco y resalta toda la podredumbre de los países asesinos encabezados por EEUU y México. Con que el presidente Maduro recite los nombres de los países invadidos y masacrados por EEUU y con preguntar por los asesinatos en México, bastaría.

3. El gobierno de Donald Trump pretende aplicar más sanciones contra Caracas. Pero obvio, "no incluirían la prohibición de envíos de petróleo venezolano a Estados Unidos", aunque sí bloquear la venta de crudo ligero al país sudamericano. Prometió Trump "medidas fuertes y rápidas" contra los arquitectos del autoritarismo en Venezuela contra el presidente izquierdista Nicolás Maduro. EEUU no se atrevería a ordenar un bombardeo contra Caracas, pero sí una toma de Palacio al estilo operación Pinochet de Chile. Obvio, dado que el nivel de conciencia ha crecido, también es posible que luchadores sociales incendien con "bombas molotov" embajadas yanquis "blindadas" en muchos países del mundo.

4. Dicen que el negro Obama no era de ideología tan asesina como Trump, aunque realmente ningún presidente yanqui (sea del partido demócrata o republicano) ha dejado de bombardear, invadir, asesinar, dar golpes de Estado en muchos países. ¿Puede olvidarse que Obama apoyó el Golpe de Estado en Honduras, expulsó al mayor número de migrantes y solapó a Hilary (su canciller) enormes agresiones y corrupciones? De Trump en concreto, aunque es un magnífico amenazador, todavía no sabemos; pero seguro que es un asesino en potencia, es decir, que tiene ideología de asesino; por ello los venezolanos tienen que armarse, de entrada con piedras, flechas, bombas molotov, ondas, resorteras.

5. El ejemplo de dignidad en el mundo lo está dando Corea del Norte que, además de demostrar que sus misiles –al fin- llegan a territorio yanqui, no dan paso atrás y tienen los dedos listos para darles salida. Parece que así se conquista la independencia y libertad en el mundo y es el camino de los venezolanos y bolivianos que, junto a los cubanos, seguirán siendo esa pequeña luz que sigue alumbrando. Mientras tanto nuestro México del PRI-PAN-PRD seguimos estando cada año más pobres, miserables y muertos de hambre porque no hemos podido liberarnos de quienes nos explotan y oprimen. Tengo confianza en que Venezuela sabrá defenderse de sus malditos empresarios y del imperio  de los EEUU. (31/VII/17)

Venezuela: polarización y afanes injerencistas



La Jornada 
Se realizó ayer en Venezuela la elección para los integrantes de una nueva Asamblea Nacional Constituyente que, según el gobierno de Nicolás Maduro, convocante, busca poner fin a la violencia y restablecer la paz, en tanto que, para la oposición, que no participa en el proceso, representa la consolidación de un régimen dictatorial. La polarización se extiende a los medios informativos internacionales; de entre ellos, los que se alinean con el designio estadunidense de echar del poder a Maduro reportan escenarios de baja asistencia a las urnas, fallecimientos y episodios de extremada violencia entre manifestantes y fuerzas del orden, los cuales fueron reducidos por la oficialista Telesur a problemas puntuales de violencia para impedir a las personas ejercer su derecho al voto. En todo caso, las confrontaciones de la jornada de ayer no parecen haber escalado significativamente con respecto a las que se vienen registrando en forma casi cotidiana desde que los antichavistas lanzaron una ofensiva de protestas callejeras en abril pasado.
Es claro que el convulsionado panorama político venezolano ha tenido como factores centrales, por un lado, la incapacidad de los bandos en pugna –el gobierno bolivariano y las oposiciones agrupadas en la Mesa de Unidad Democrática, MUD– para encontrar una vía de conciliación y diálogo en el contexto institucional establecido por la Constitución de 1999 y, por el otro, las pretensiones de Washington de desestabilizar al país sudamericano, que es uno de los principales productores petroleros del mundo y que desde hace casi 20 años ha buscado establecer un modelo político, diplomático y económico independiente de Estados Unidos. Tales pretensiones cuentan con el abierto apoyo de diversas naciones de la región, especialmente, del gobierno mexicano, que en el empeño por participar en el acoso internacional en contra de Maduro ha dado la espalda a los principios esenciales que guiaron la política exterior nacional durante décadas y que colocaron a nuestro país como referente de las relaciones internacionales. Asimismo, la Casa Blanca se ha servido de la Organización de Estados Americanos (OEA), y de su secretario general, el ex canciller uruguayo Luis Almagro, en su ofensiva contra Caracas.
Los ejercicios de intervención en los asuntos internos de Venezuela, lejos de contribuir a la distensión de la pugna política y a la mejoría de las críticas condiciones económicas que afectan a la mayor parte de la población y a las finanzas del Estado, han empeorado el clima de confrontación, orientado a la oposición a actitudes cada vez más violentas, impulsado la rigidez gubernamental y ahondado la crisis económica.
Las prácticas injerencistas exhiben, para colmo, un déficit innegable de autoridad moral: Estados Unidos y sus aliados en esta causa, que acusan al régimen de Miraflores de antidemocrático, represivo y violador de las leyes, no son precisamente ejemplos de democracia vigente, de respeto a los derechos humanos ni de estricto respeto a la legalidad, y ninguno de ellos aprobaría un somero examen en estas cuestiones.
En suma, es necesario y urgente que los gobiernos y los organismos internacionales saquen las manos del atribulado país sudamericano, que entiendan que los asuntos políticos de Venezuela sólo pueden ser resueltos por los ciudadanos venezolanos y que se abstengan de actos de intromisión, así se traten de mera hostilidad y parcialidad simbólicas, como el anuncio formulado ayer por la Secretaría de Relaciones de México en el sentido de que no reconocerá los resultados de la elección constituyente.
Cabe esperar, por último, que tanto las autoridades como los dirigentes opositores sean capaces de establecer nuevas reglas del juego pacíficas e institucionales para solucionar sus diferencias, que se deje de recurrir a la violencia como sustituto de la política, que los hijos de la patria de Bolívar logren procesar sus diferencias en paz y que la constituyente que se votó ayer consiga contribuir en alguna medida a esos propósitos.

CIDH argentina exige que Milagro Sala debe ser puesta ya en libertad

Milagro SalaBuenos Aires, 31 jul (RHC) El presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en Argentina, Francisco Eguiguren, sostuvo que la dirigente social Milagro Sala debe salir de la prisión por el deterioro de su estado de salud.

"El hostigamiento por exceso de vigilancia, procesos disciplinarios, multitud de procesos judiciales, le han ido creando un cuadro de agobio que atañe su integridad psíquica, moral, y eso le genera un cuadro peligroso para su vida y su integridad, por lo que a Comisión llega a la conclusión, sin entrar a analizar los procesos, de que su permanencia en prisión pone en riesgo su vida severamente", manifestó.

Eguiguren agregó que cualquier continuidad de juicio debe darse o fuera de la cárcel en un arresto domiciliario o en libertad sometida a procedimientos de control, apunta Telesur.

El presidente de la CIDH argentina explicó que la medida cautelar interpuesta ante el organismo, estaba referida a la detención de Sala, la cual era considerada arbitraria y se pedía su libertad, por lo que los defensores de los derechos humanos analizan las condiciones de detención de la legisladora del Parlasur y visitaron el penal del Alto Comedero, donde se encuentra presa la dirigente de la Túpac Amaru.

"La Comisión recomienda que si ella (Milagro Sala) sigue sometida a los juicios, los procesos deben desarrollarse en prisión domiciliaria o en libertad con medidas de restricción como pueden ser los brazaletes electrónicos, pero no dentro de la cárcel. Lo que queda claro es que en la cárcel no", enfatizó Eguiguren.

Líder de Izquierda Unida critica el tratamiento mediático de los comicios en Venezuela

Participante de las protestas en Caracas, VenezuelaSputnik
Política

MADRID (Sputnik) – El coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, criticó este 31 de julio el tratamiento por parte de grandes medios de comunicación de España de los comicios para una Asamblea Constituyente celebrados en Venezuela durante la jornada del 30 de julio.
"Mientras la oposición pone bombas contra la policía y da palizas a votantes, muchos medios españoles la ensalzan como demócrata", escribió Garzón en su perfil de la red social Twitter.
La mayoría de los medios impresos en España llevaron a su portada este lunes la fotografía en la que se puede ver cómo estalla una bomba al paso de una fila de agentes motorizados de la Guardia Nacional Bolivariana en Caracas, un suceso que
dejó
siete policías heridos.
La Fiscalía Venezolana reportó un total de 10 muertos durante la jornada electoral en todo el territorio nacional.
"Maduro encubre con violencia y represión el fracaso de su Constituyente", titula el medio conservador ABC sobre la foto de la explosión.
Por su parte, también sobre esa foto, el diario La Razón titula "Baño de sangre en el Madurazo" y el diario El Mundo presenta el titular "Maduro perpetra su golpe".
Algunos de los titulares más criticados a la hora de tratar los sucesos del 30 de julio en Venezuela fueron los publicados por la Agencia EFE, que informó del ataque a la GNB con el siguiente titular: "Un agente herido tras la explosión de tres motos de la Policía durante las elecciones de la Constituyente Venezolana".
Además, esta agencia informó sobre un ataque a una sede policial de Caracas afirmando que el edificio "se incendió".
"A pesar de la violencia de la oposición, ocho millones de personas han votado paz y futuro para Venezuela", afirmó Garzón en otro mensaje de Twitter.
Por su parte, Juan Carlos Monedero, intelectual y fundador de Podemos —aunque actualmente sin cargo orgánico—, afirmó en otro mensaje de Twitter que "la prensa miente y manipula la violencia de la oposición para crear otro Chile 1973".

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, no ofreció valoraciones sobre los sucesos en Venezuela aunque manifestó este lunes por el mismo canal su apoyo a la labor de mediación del expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero, que este fin de semana volvió a llamar "la concertación y el acuerdo" entre oficialismo y oposición como única forma de salida a la crisis del país.
El Partido Socialista, en cambio, se plegó a las posiciones del Gobierno conservador de Mariano Rajoy, que en la noche del domingo anunció que no reconocerá a la Asamblea Constituyente e incluso alertó a Caracas de que explorará con otros países la posibilidad de aplicar medidas de respuesta.

Tú eres el siguiente: EEUU clava sus ojos en Nicaragua y Venezuela

Payaso. Bandera de EEUUSputnik
Inmersos como estamos en el nuevo escenario teleonómico, asistiremos a la irrupción en el escenario geopolítico de América Latina de una nueva ola negra involucionista.
Dicha involución consistirá en la implementación de 'golpes de mano blandos' con el objetivo inequívoco de sustituir a los regímenes insensibles a los dictados de Washington (Nicaragua, Ecuador, Venezuela y Bolivia) por regímenes militares autocráticos, mediante la táctica del 'Big Stick' o 'Gran Garrote' incluida en la llamada doctrina Monroe, 'América para los Americanos'.
¿Nicaragua en el punto de mira?
Petrocaribe fue creado en 2005 por iniciativa de Venezuela con el objetivo de suministrar combustibles a los países miembros en condiciones ventajosas de pago, como créditos blandos y bajas tasas de interés. Estaría integrado por 18 países (incluidos Honduras, Guatemala, Cuba, Nicaragua, República Dominicana, Haití, Belice y una decena de islas del Caribe). Según las autoridades venezolanas, el país exporta 100.000 barriles diarios a los países del bloque, que generaban una factura de 4.000 millones de dólares, de la cual una parte se paga 'en efectivo', mientras que el resto estaría subsidiado.

La nueva estrategia de EEUU sería estrechar lazos comerciales y militares con los países de Petrocaribe ante el peligro de contagio mimético de los ideales revolucionarios chavistas, al depender en exclusiva de la venezolana Petrocaribe para su abastecimiento energético, empezando por el presidente dominicano, Danilo Medina.
China habría asumido el reto de construir un nuevo canal en Nicaragua (
Gran Canal Interoceánico
) similar al canal del istmo de Kra, que tiene proyectado entre Tailandia y Birmania para sortear el estrecho de Malaca, convertido 'de facto' en una vía marítima saturada y afectada por ataques de piratas. Pekín inauguró en el 2010 el gasoducto que une China con Turkmenistán, al tiempo que diversifica sus compras, por lo que EEUU procederá a desestabilizar al Gobierno de Nicaragua, presidido por Daniel Ortega, dentro de su estrategia geopolítica global de secar las fuentes energéticas chinas.
Por otra parte, la instalación el pasado abril de una estación satelital rusa en Managua (laguna de Nejapa) para "controlar el narcotráfico y estudiar los fenómenos naturales" habría provocado el nerviosismo del Pentágono, que acusa a Rusia de "estar usando Nicaragua para crear una esfera de espionaje militar" mediante el Sistema Global de Navegación por Satélites (Glonass), el equivalente ruso al GPS de EEUU.
En consecuencia, la Administración Trump recurrirá a la doctrina kentiana, expuesta por Sherman Kent en su libro 'Inteligencia Estratégica para la Política Mundial Norteamericana' (1949). Los fines de estos tipos de guerra fueron descritos por este autor de la siguiente manera: "En estas guerras no convencionales se trata de hacer dos cosas: debilitar la voluntad y la capacidad de resistencia del enemigo y fortalecer la propia voluntad y capacidad para vencer".

Más adelante añade que los instrumentos de la guerra económica "consisten en la zanahoria y el garrote": "El bloqueo, la congelación de fondos, el boicot, el embargo y la lista negra, por un lado; los subsidios, los empréstitos, los tratados bilaterales, el trueque y los convenios comerciales, por el otro". Así, podríamos asistir en breve a la aprobación por parte del Congreso y el Senado de EEUU del proyecto de ley conocido como Nica Act (Nicaraguan Investment Conditionality Act of 2017), que, siguiendo la estrategia kentiana, busca congelar a Nicaragua los préstamos internacionales de instituciones satélites de EEUU (Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo) con el objetivo confeso de provocar su inanición financiera.
¿Venezuela 'delenda est'?
En Venezuela, la decisión de Maduro de confiscar la planta de General Motors será vista por la Administración Trump como un atentado contra los intereses de las multinacionales estadounidenses, escenario que será aprovechado por el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, antiguo presidente y consejero delegado de Exxon Mobil cuando fue nacionalizada en el 2007 por Hugo Chávez, para intentar un 'golpe de mano' contra Maduro. Exxon Mobil formaría parte de la 'cuarta rama' del Gobierno de EEUU.
Esta cuarta rama es el verdadero poder en la sombra que toma las decisiones en política exterior y, a instancias de Tillerson, la revolución chavista ya fue declarada "enemiga peligrosa de EEUU". Además, el acuerdo chino-venezolano por el que la empresa petro-química estatal china Sinopec invertirá 14.000 millones de dólares para lograr una producción diaria de petróleo en 200.000 barriles diarios de crudo en la Faja Petrolífera del Orinoco —considerado el yacimiento petrolero más abundante del mundo—, sería un misil en la línea de flotación de la geopolítica global de EEUU, cuyo objetivo inequívoco sería secar las fuentes energéticas de China.

En consecuencia, tras una sistemática e intensa campaña desestabilizadora basada en el desabastecimiento selectivo de artículos de primera necesidad, la amplificación en los medios de la creciente inseguridad ciudadana, la toma de las calles por la oposición y la posterior petición al Ejército para que se erija en 'salvador de la Patria', plan diseñado por la CIA y que, contando con la inestimable ayuda logística de Colombia, convertida en el portaviones continental de EEUU, intentará dar un 'golpe de mano' a finales de julio para finiquitar el legado chavista en Venezuela.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK

El 'populismo radical' convive con los empresarios en Nicaragua

La bandera de Nicaragua (imagen referencial)Sputnik
Desde la llegada de Hugo Chávez al poder en 1999, el Comando Sur de Estados Unidos consideró como una 'nueva amenaza' para la seguridad nacional estadounidense la aparición del 'populismo radical', al que se sumaron posteriormente Bolivia, Ecuador y Nicaragua.
"Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos" (Eduardo Galeano, 1940-2015)
Casi dos décadas después, Washington y sus 'guerreros mediáticos de la pluma' han puesto en serios aprietos a Venezuela y después, paulatinamente, a Bolivia y Ecuador. Sin embargo, este modelo sigue vivito y coleando en Nicaragua, donde se ha logrado un consenso de convivencia entre el Gobierno y los empresarios.
De acuerdo a la politóloga guatemalteca Gloria Álvarez, en Nicaragua se ha establecido "un absoluto compadrazgo entre el sector empresarial y el Gobierno de Daniel Ortega. A diferencia de Venezuela, Bolivia y Ecuador, donde los empresarios no están dispuestos a someterse al Socialismo del Siglo XXI, en Nicaragua no hay empresarios disidentes y todo el sector empresarial
está contento
con Ortega… y todo el mundo está interesado en que las cosas sigan igual y los pocos que quieren un cambio no reciben el apoyo". La popularidad del actual presidente de Nicaragua del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), siete veces candidato presidencial y cuatro veces presidente y aliado incondicional de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), se le atribuye a los efectivos programas sociales gestionados por su Gobierno.

Actualmente, Nicaragua está viviendo una sólida estabilidad económica y, según la Comisión para América Latina y el Caribe (CEPAL), el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), este año Nicaragua
mantendrá su crecimiento
económico hasta el 4,6%, superando a los demás países centroamericanos a excepción de Panamá. Una de las más prestigiosas e influyentes calificadoras, Moody's Investors Service, decidió mantener a Nicaragua en la categoría B2 con perspectiva estable, lo que da una señal clara a los inversionistas de que pueden confiar en este país debido a su sostenido crecimiento económico, altos niveles de inversión extranjera directa, bajos déficits fiscales y un diálogo estable entre el Gobierno y el sector privado.

Debido a las ayudas sociales del Gobierno y la colaboración empresarial, la pobreza en Nicaragua registró una disminución en los últimos 10 años del 42,5% al 29,6%, y la pobreza extrema bajó del 14,6 al 7,6% según los datos oficiales. Sin embargo, en el campo, aproximadamente el 60% de la población continúa siendo pobre, lo que obligó al Gobierno a actualizar el Plan Nacional para el Desarrollo Humano hacia 2020. Para ponerlo en marcha, Daniel Ortega aprendió a utilizar todas las posibilidades que se le presentan. Dicen sus detractores que Ortega tiene ya 'maestría y doctorado' en el arte de sobrevivir, superando a Hugo Chávez, Rafael Correa y Evo Morales.
Durante los 10 años en el poder, aprendió que no valía la pena pelear con Estados Unidos, la iglesia y los empresarios en esta época moderna. Entonces, como lo explica la politóloga Gloria Álvarez, "en vez de pelear con EEUU, Ortega les abre las puertas para que puedan hacer la inversión que quieran y en lugar de pelearse con la Iglesia católica, cada vez que regala una bolsa de frijoles o de arroz, mete una estampita de la virgen", lo que les agrada a los sacerdotes. También Ortega supo hacer las paces con los empresarios, convirtiéndolos en socios del Estado.
Lo que no dice Gloria Álvarez es que Daniel Ortega supo delimitar por el momento el grado de influencia de Washington en las decisiones del Gobierno nicaragüense y no le permitió inmiscuirse en las estrechas relaciones de Nicaragua con los países integrantes del ALBA. También el presidente Ortega ha logrado restringir la influencia de la iglesia en el quehacer del Gobierno y en su ideología del socialismo del siglo XXI. Hizo participar a los empresarios en los programas sociales formando 'alianzas y consensos' con el sector privado nicaragüense. Durante una reciente conferencia anual de la Asociación de Cámaras de Comercio Americanas de América Latina y el Caribe (AACCLA), la aparición de Daniel Ortega fue recibida con un estallido de aplausos.
En su intervención, Ortega explicó que en el actual "modelo de desarrollo de Nicaragua, las leyes se negocian con los empresarios y los banqueros, que antes eran tomados por sorpresa". Lo que no mencionó Ortega fue el rol de los trabajadores en la definición de las leyes nacionales, lo único que recalcó fue que en el país se logró una "unidad de empresarios, trabajadores y el Gobierno". Como retórica, esta frase suena bien, pero, en la práctica, la realidad es algo diferente y lo confirma el procurador laboral José Antonio López, al declarar que "hay contubernio entre el poder judicial y el Estado para favorecer al empleador en detrimento de los derechos adquiridos por los trabajadores y, en especial, perjudicando a los operadores de la maquila.

El secretario de la Confederación de Sindicatos de zona franca, Pedro Ortega, afirmó que "hay retroceso en la lucha por la defensa de los derechos de los trabajadores en este Gobierno, por lo que se han quedado sin fuerza muchos convenios colectivos". Y no podría ser de otra forma, pues la historia demuestra que cada consenso entre el Gobierno y el sector empresarial trae directa o indirectamente la reducción de los derechos de los trabajadores y de su capacidad adquisitiva. Daniel Ortega lo sabe perfectamente, pero estos arreglos unilaterales le dan al Gobierno un cierto y limitado espacio de tiempo y tranquilidad social hasta que los trabajadores se den cuenta de la injusticia y la lucha comience de nuevo.
Mientras tanto, no hay escasez de productos en Nicaragua, no hay colas ni caos, y la violencia está bien controlada por el Gobierno, fortaleciendo la seguridad ciudadana. El pueblo en general está satisfecho y prácticamente nadie quiere cambios. Lo que más preocupa a la gente es la posibilidad de que Donald Trump recorte fondos para Nicaragua. Ya es de conocimiento público que el presidente de EEUU, para subir los gastos militares en 54.000 millones de dólares, ha mandado al Congreso el presupuesto recortando unos 38.000 millones de dólares del Departamento de Estado y de la USAid. El presupuesto de ayuda a Latinoamérica sufrió el recorte más drástico en comparación con Asia, África y Oriente Medio, y fue reducido a 1.100 millones de dólares, lo que implica el poco interés que tiene la actual administración en Latinoamérica y, por supuesto, en Nicaragua.
La ayuda a Nicaragua se reducirá a 200.000 dólares en vez de 9,8 millones de dólares. En realidad, lo que el país dejará de percibir representa una cantidad insignificante tomando en cuenta que el Producto Bruto Interno (PBI) del país es de 13.200 millones de dólares. Lo que se teme es la aprobación por el congreso estadounidense de la Ley Nicaraguan Investment Conditionality Act, llamada popularmente Nica Act. La iniciativa establece que la política de EEUU en relación a Nicaragua debe estar sustentada en apoyo al Estado de Derecho y un poder judicial y electoral independientes. Todo este contexto, en realidad, es una retórica que podría convertirse en sanciones si es que Trump presta atención al acercamiento de Nicaragua a China, Irán y, en especial, a Rusia.
© Sputnik/ Mikhail Voskresensky
El Gobierno de Vladímir Putin
intensificó las relaciones
con Nicaragua después de su visita al país en julio de 2014. Durante los siete años anteriores, Rusia brindó un fuerte apoyo financiero al sector público, envió ayuda humanitaria a Nicaragua de 200.000 toneladas de trigo, 550 taxis Lada y 520 buses para el sector público. También entregó al país equipos para el Sistema Nacional de Prevención de Desastres. En 2016 entró en funcionamiento la primera y única Planta de Producción de Vacunas Mechnikov en América Central, cuya construcción fue financiada por Rusia y Nicaragua.
Desde el 2015, el Gobierno de Nicaragua comenzó la adquisición de armamento ruso, interesado especialmente en dos barcos de misiles Molina y cuatro lanchas rápidas Mirash para reforzar su territorio marítimo en el mar Caribe. Y esto después de que la Corte Internacional de Justicia se pronunció a favor de Nicaragua en su juicio contra Colombia, otorgándole 90.000 kilómetros cuadrados del mar Caribe. También el país recibió de Rusia 50 tanques T-72 y varios aviones de combate y entrenamiento Yak-130.
Lo irónico es que, cuando Nicaragua recibe ayuda de EEUU o la Unión Europea, la prensa globalizada lo considera como algo positivo, pero cualquier ayuda de Rusia significa un peligro para la seguridad nacional norteamericana o europea.
Si agregamos a esto la construcción por Rusia del centro para operar 24 satélites rusos del
Sistema Glonass
(alternativa rusa al GPS), ya podemos imaginar todas las acusaciones de espionaje involucrando a Rusia por los paranoicos políticos y hombres de medios globalizados de comunicación occidentales, que nunca acusan a los Centros GPS norteamericanos de espionaje. Pero la vida sigue adelante y los cuatro Centros Glonass ya están funcionando en Brasil, tres en Antártida y uno en Sudáfrica. Simplemente Rusia tiene el mismo derecho de instalar su sistema en cualquier país del mundo con la autorización de los Gobiernos correspondientes.
Nicaragua es uno de estos países que buscan diversificar sus relaciones incluyendo a Rusia, a pesar del descontento de Washington, cuyos intereses en este momento están lejos de Managua y más concentrados en México, Venezuela y Cuba. Pasará mucho tiempo para que sus 'especialistas' en caos y violencia presten atención a Daniel Ortega y a su 'populismo', que ya no es tan 'radical' como lo era hace una década, pues nada es estático excepto los intereses nacionales de cada país.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK

American Curios: @#$!%&%#



David Brooks
La Jornada

Foto
“Trump está atrapado en una caricatura de masculinidad que corroe su juicio…”, escribió la columnista Maureen Dowd en el New York Times. Esto, debido a que después de presentarse como un gran negociante que firma acuerdos, es él quien no logra la contrarreforma de salud ni mejora la relación con Rusia, entre otros asuntos. La imagen del jefe de la Casa Blanca, en un aeropuerto de Nueva York, hace unos díasFoto Afp

El dicho de que “Washington es show business para la gente fea” (la otra versión es que Washington es el Hollywood para gente fea) se comprobó esta semana, cuando lo feo imperó sobre todo lo demás.
Los insultos, las ofensas y majaderías que brotaron en público desde la Casa Blanca no se limitaron sólo al vocabulario, sino a acciones y hechos. Nunca se ha visto algo parecido, en público, en el ágora político.
Para intentar hacer un breve resumen, la semana empezó con la humillación pública del presidente al procurador general Jeff Sessions y al director de la FBI y continuó con un discurso crudo ante decenas de miles de boy scouts y sus familias que fue tan extremo que, ante la ola de ira y crítica de líderes y padres de familia, el director ejecutivo de esa sagrada organización se vio obligado a emitir una carta de disculpa por lo dicho por el presidente. Concluyó con jefes de policía de todo el país condenando su invitación a la brutalidad policiaca y culminó con un insulto colectivo a toda la bancada republicana del Congreso.
Se ven como tontos, escribió Trump en Twitter el sábado, al referirse a los senadores republicanos después de que fracasaron en aprobar una contrarreforma de salud, y hasta dijo que si no lo intentan de nuevo, ahora mismo, serían unos cobardes.
En medio de todo eso, Trump expulsó al jefe del gabinete después de una agresión verbal del recién llegado director de comunicaciones Anthony Scaramucci –quien ha sido bautizado como el mini-me del presidente–, quien declaró que estaba por chingarse a su rival, y al mismo tiempo arremetió contra el estratega político de la Casa Blanca, Steve Bannon, con una alusión al acto sexual de un contorsionista. Ah, sí, y habló de matar a personas dentro del gobierno que se atrevieran a filtrar información a los medios. Con ello quedó de manifiesto el verdadero vocabulario pornográfico del poder en este momento.
Las acciones impulsadas no eran menos feas que las palabras: el objetivo principal de la semana –el cual fracasó por ahora– era anular la reforma de salud implementada por Barack Obama con el deseo explícito del presidente y del liderazgo republicano de dejar a hasta 32 millones sin seguro mientras se realizaba un traslado fabuloso de riqueza de los pobres a los ricos por medio de un mecanismo para reducir dramáticamente los impuestos y transferir fondos públicos a los mercados privados de salud. Claro, afirmaban apasionadamente que era para el bien del pueblo.
Por otro lado, mientras casi todos se enfocaban en el horror y la comedia del circo en la cúpula, la Cámara de Representantes promovió medias para elevar el gasto militar y continuar con las guerras eternas de este país alrededor del mundo. Algunas de éstas en Irak y Siria, ahora, desde la llegada de Trump, están cobrando más vidas civiles que nunca. Desde 2014 han perecido por lo menos 4 mil 700 civiles, incluidos casi mil niños, en ataques aéreos según el grupo de vigilancia Airwars (https://airwars.org). Más aún, Trump, junto con la cúpula política de ambos partidos, continuaron con su deporte bélico repleto de amenazas y medidas intervencionistas contra Irán, Rusia, China, Corea del Norte y Venezuela.
Ese mismo paquete presupuestal incluye el primer enganche para el muro fronterizo con México –1.6 mil millones de dólares– que es parte de la política antimigrantes que todos los días rompe familias, deja abandonados a menores de edad, aumenta el clima de terror e invita a un incremento dramático de crímenes de odio contra inmigrantes y minorías por todo el país. Las lágrimas están inundando calles, innumerables comunidades inmigrantes, escuelas, hogares, sitios de trabajo, iglesias y más.
Todo esto mientras se reporta el caos dentro de la Casa Blanca (asombra cuántos funcionarios han sido despedidos o expulsados en sus primeros seis meses) encabezada por un malcriado vanidoso que aparentemente no aguanta que le digan que es débil o que no puede hacer lo que se le antoje. O sea, un bully clásico.
“Trump está atrapado en una caricatura de masculinidad que corroe su juicio… Pero después de toda su fanfarronería de ser un gran negociante que sella el acuerdo, es el presidente Trump quien no la puede hacer”, sobre la contrarreforma de salud, o la relación con Rusia, y más, comenta la columnista Maureen Dowd, en el New York Times, quien concluye que el verdadero débil en Washington es Trump.
Hace unos días, Trump declaró en un discurso: A excepción del gran Abraham Lincoln, yo puedo ser más presidencial que cualquier presidente que haya ocupado este puesto. Sólo él lo cree, ya que en los sondeos, mayorías opinan justo lo opuesto, y al parecer, también los boy scouts, jefes de policía, legisladores, ni hablar de la gran mayoría que voto en su contra, y los millones que lo han expresado, incluso a veces en las calles de este país, a lo largo de su primer semestre.
El legendario periodista Carl Bernstein –quien junto con Bob Woodward fueron los que destaparon el escándalo de Watergate que llevó a la renuncia de Nixon– comentó en un tuit después del despido más reciente de la Casa Blanca que “el problema no es el jefe del gabinete. El problema –peligroso más allá que de cualquier presidencia moderna– es el presidente”.
Por otro lado, los cosas son tan extraordinarias que no pareció exagerado que un periódico nacional publicara un artículo de opinión con el título ¿Que hacemos si Trump verdaderamente está loco?, firmado por el destacado periodista Dana Milbank en el Washington Post. El mismo señala que hace unos días, dos senadores, sin darse cuenta que su micrófono estaba prendido, comentaron: yo creo que está loco, dijo el senador demócrata Jack Reed, a lo que su colega republicana Susan Collins respondió: estoy preocupada.
Pero vale subrayar que no es sólo Trump, sino sus cómplices en las cúpulas políticas y económicas del país, que también son
responsables de este momento.
La coyuntura es peligrosa, preocupante y fea. Por eso, tal vez para resumirla se tiene que recurrir a esos garabatos que usan en las historietas para las expresiones indecentes.

Venezuela su gobierno y el petróleo



Antonio Gershenson
La Jornada 
El 24 de octubre de 1829, el libertador de Venezuela, Simón Bolívar, promulga en Quito, Ecuador, que afianza y garantiza la propiedad nacional sobre las minas de cualquier clase, incluidas las de hidrocarburos (incluso petróleo y gas, obviamente), sentando las bases para el futuro. Recordamos que Bolívar liberó también a otros países de Sudamérica, del colonialismo español. Esta medida abre el camino para posteriores legislaciones.
En 1918, se aprueba un Primer Decreto Reglamentario del Carbón, Petróleo y Sustancias Similares, fijando impuestos sobre los mismos. En 1920, se emite una Primera Ley de Hidrocarburos, que fija un impuesto mínimo de 15 por ciento, y se figura el concepto de Reservas Nacionales, según las cuales una vez terminado un proceso de exploración, la mitad de la superficie explorada se revertía a la Nación.
En 1943, sobre el antecedente de la Expropiación Petrolera de Cárdenas en México, fue promulgada una ley que fijaba a los impuestos o regalías un mínimo de 16.66 por ciento. Se estableció el derecho del Estado de elevar más los impuestos, por medio de leyes sobre la renta.
En los años siguientes va aumentando la producción petrolera. Desde 1928 hasta 1970, Venezuela fue el mayor exportador de petróleo del mundo.
En 1908 hubo un golpe de estado militar con apoyo de barcos militares de Estados Unidos, que duró 28 años. Hubo entregas, durante ese periodo y un poco más, a las trasnacionales.
En 1976 hubo una nueva nacionalización, pero ésta fue superada por otra más a fondo en 2001, por Hugo Chávez, que desde entonces hasta su muerte gobernó a Venezuela.
El gobierno revolucionario sigue después de la muerte de Chávez. Con el presidente Nicolás Maduro, hoy domingo habrá una votación para aprobar una nueva Constitución. En ella estarán representados no sólo los ciudadanos como tales, sino los sectores como agrupamientos: trabajadores, campesinos y pescadores, estudiantes, personas con discapacidad, indígenas, pensionados, empresarios y también comunas y co
nsejos comunales. Los pueblos indígenas elegirán a sus representantes según sus costumbres y prácticas ancestrales.
De los que integren la Constituyente, que serán 545, los ciudadanos como tales tendrán en su conjunto 364 representantes, evidente mayoría. Estos serán electos por los votantes como tales
La producción petrolera de Venezuela ha virado entre 2.5 y 3 millones de barriles diarios.
Estados Unidos y sus aliados o sometidos dejaron de comprar petróleo a Venezuela, que de su mencionada producción, entre 540 mil y 640 mil se venden a China, unos 320 mil a la India y más de 100 mil a Cuba. Entre otros socios comerciales, algunos de estos embarques forman parte del pago de préstamos (China) o forman parte del pago en condiciones preferenciales (Cuba y otros).
La derecha, en la oposición, trata de frenar este proceso, y de sacar al gobierno para sustituirlo y restablecer una dictadura apoyada por el imperio. Tratan de acabar con los consejos comunales y las comunas socialistas, y con otras conquistas populares.
Tratan de acabar con el régimen antimperialista, soberano e independiente. Una minoría de gobiernos latinoamericanos ha votado con Estados Unidos contra Venezuela. El gobierno mexicano ha estado con ellos. Primero lo trataron de ocultar y de decir que no se sumaba al imperio contra ese país. Pero ahora se desenmascararon al votar con Estados Unidos y contra Venezuela, perdiendo la votación, precisamente por ser minoría, y luego sumándose a las sanciones estadunidenses.
Ya eran muy impopulares, ya se habían ganado el rechazo de la mayoría de los mexicanos, ahora ese rechazo se agudiza por su servilismo ante el imperio. Ya se les olvidó el lema de Juárez, si es que algún día lo aprendieron: el respeto al derecho ajeno es la paz.

América Latina, en clave geoeconómica



Alfredo Serrano Mancilla *
La Jornada 
Siempre igual. Después de un periodo de tormenta, se reordenan las piezas en el tablero global. Así ha sucedido en repetidas ocasiones a lo largo de la historia. En 1870, ante una crisis de sobreproducción del capitalismo central, la región latinoamericana quedó reinsertada de otra forma en la economía mundial; además de seguir proveyendo materias primas, debía servir a partir de entonces como zona consumidora. Después, a lo largo del siglo XX, nuevamente se sucedieron algunos clivajes económicos que reacomodaron las relaciones de la región con el mundo. La última fase histórica fue indudablemente la llegada del neoliberalismo, que supuso un patrón de subordinación en lo financiero, en lo tecnológico, en propiedad intelectual.
Iniciado el siglo XXI, la ola de procesos de cambio en la región puso freno a ese encaje. Las políticas económicas llevadas a cabo por los gobiernos posneoliberales fueron claves para resituar geoeconómicamente al bloque latinoamericano. Si bien es cierto que muchos países continuaron exportando materias primas, esto se hizo de otra forma, bajo nuevas condiciones de soberanía y con relaciones más diversificadas (China, India, Rusia). Nacieron nuevos espacios de integración. Disminuyeron los acuerdos de libre comercio. Se redujeron en gran medida los tratados bilaterales de inversión y los acuerdos sobre los aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio. En lo financiero se puso algún límite a los mecanismos especulativos, aunque con un impacto mucho menor a lo que se logró en otros ámbitos. En suma, el cambio se notó también en lo exterior. El Sur latinoamericano recuperó en cierta medida un espacio geoeconómico en el mundo. El Norte seguía mandando, pero mucho menos de lo que estaba acostumbrado.
Y entonces llegó la explosión financiera del 2007-2008, y supuso un punto de quiebre en el orden geoeconómico dominante. La gran debacle económica, que lleva ya casi una década, ha provocado que todo se mueva. Estamos en un ciclo de estancamiento, en el que la economía real sale como gran perdedora. La contracción es duradera. El consumo sigue sin recuperarse. Los precios de los commodities se han reducido significativamente. La productividad sigue a la baja. La expansión cuantitativa monetaria no da sus frutos porque el dinero creado no va a parar a la actividad económica. Los nuevos dólares y euros se dirigieron únicamente a sanear finanzas que están absolutamente desligadas de la inversión productiva. Así, la economía mundial no repunta, la tasa de ganancia tampoco y lo único que sigue siendo altamente rentable es el mundo financiero. La financiarización se propaga sin barreras. La deuda mundial continúa siendo el asidero perfecto para ganar dinero sin trabajar. La cifra asusta: el mundo adeuda 3.3 veces su PIB. La concentración del capital continúa a pasos agigantados. Los países centrales buscan nuevas fórmulas para expandirse. Las cadenas globales de valor son cada vez más difusas.
Y América Latina no está ajena a este proceso.
1. Al interior de la región se ha producido un acelerado proceso de fusión y absorción empresarial. Las grandes han fagocitado a las más pequeñas. El mercado transaccional de América Latina ha crecido 89.42 por ciento en lo que llevamos del año. Las multilatinas son ya un hecho económico consolidado que condiciona la matriz de intercambio regional. Son agentes económicos centrales en las economías en los países donde están presentes. Y además tienen tanto interés adentro como afuera. La transnacionalización ha llegado también al interior de la región.
2. Otro asunto no menor es el desembarco de las medianas empresas de los países centrales. La crisis de demanda interna se compensa saliendo afuera. Las medianas empresas europeas o estadunidenses buscan mercados afuera y procuran instalarse en países latinoamericanos para garantizar un plan de negocios sostenible a escala global. Esto, indudablemente, condiciona a las economías locales, porque desplaza la producción nacional.
3. La balcanización amenaza seriamente la integración económica regional. Se impone un sálvese quien pueda en la medida en que las cosas se ponen muy complicadas. Cada uno acuerda con quién y cómo puede. Cada vez hay menor homogeneidad en la forma en que los miembros de un bloque se relacionan con países del exterior, lo que debilita el proyecto común a lo interior.
4. La salida asiática es cada vez más deseada. Son muchos los países que han priorizado las relaciones económicas con ese espacio geoeconómico. Y da igual el corte ideológico del gobierno de turno. Por ejemplo, Venezuela, Brasil, Perú, Chile, Bolivia y Argentina han estado presentes en la última reunión del Banco Asiático en Inversiones e Infraestructura. Por otra parte, los datos de China abruman: en menos de 10 años la inversión extranjera directa en América Latina desde China se ha multiplicado por más de 10. El Consenso de Beijing está más omnipresente que nunca.
5. Si el Mercosur se alinea con la Unión Europea esto significará un importante movimiento en el orden geoeconómico global, porque se trata de dos espacios de grandes dimensiones. No es fácil que lleguen a un acuerdo rápidamente, a pesar de la presión de los grandes grupos económicos. Todavía hay mucha tela que cortar para sintonizar tantos intereses contrapuestos. Todo dependerá de cuánto dure la restauración conservadora en Argentina y Brasil.
6. Mientras continúe la tasa de interés tan baja en los países centrales, los flujos financieros buscarán resguardo en la región gracias a su alta rentabilidad de la deuda externa. La inversión extranjera en América Latina ha caído al mismo tiempo que crecen las emisiones de bonos. La fábrica de la deuda externa está más activa que cualquier otra actividad económica.
7. En la medida en que crece la fragmentación geográfica de la producción mundial, se reducen las posibilidades de que proliferen las cadenas regionales de valor. Se importa mucho valor agregado. La visión cepalina de industrializarse por la sustitución de importaciones ha de adaptarse a los nuevos tiempos. Hoy día es más importante generar un insumo intermedio demandado globalmente que procurar producir un buen final si no se cuenta con todos los insumos.
La región no camina sola. Lo hace siempre de la mano de lo que sucede a escala global. Creer que todo ocurre sin que el entorno exterior cambie es más propio de la economía hegemónica neoclásica, que es incapaz de explicar casi nada de lo que nos acontece. La nueva economía latinoamericana (Nel) debe estar muy atenta al cambio de época geoeconómico al que estamos asistiendo.
* Director de Celag, doctor en economía.

¿Mike Pence, presidente número 46 para sustituir a Trump?


Bajo la lupa
Alfredo Jalife
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Recién diagnosticado con cáncer terminal, el senador republicano John McCain emitió un voto decisivo contra un plan de su partido para eliminar el llamado Obamacare

Después de la humillante derrota de Trump y el Partido Republicano (PR) en el Senado para repeler el Obamacare, Rick Tyler (RT) –anterior jefe de prensa del senador Ted Cruz–sentenció, en el tóxico programa Morning Joe, que “la presidencia de Trump había terminado (https://goo.gl/WcZtfj)”.
El problema con estas perentorias exequias es que RT carece de credibilidad al haber inventado una historia falsa sobre el senador Marco Rubio, por lo que fue fulminantemente despedido.
Si el medio es el mensaje, como sustentó el célebre comunicólogo Marshall McLuhan, tampoco los controvertidos conductores de Morning Joe –quienes padecen trumpofobia infinita– son muy creíbles.
Los múltiples intentos y fracasos de Trump y el PR para repeler el Obamacare epitomizan su impericia política, que carcome la necesaria cohesión para la gobernabilidad, pero, como decía Yogi Berra –estrella beisbolista de los Yanquis de Nueva York–, el juego no se acaba, hasta que se acaba.
Apenas inicia la guerra intestina dentro del PR mismo –donde el pugnaz senador John McCain, pese a su enfermedad terminal, le asestó un golpe brutal a Trump por encargo de George Soros– como entre el PR y el Partido Demócrata (PD).
Stephan Richter (SR), editor en jefe de The Globalist (en Berlín) y su colaborador en Estados Unidos, Bill Humphrey (BH), formulan la posibilidad de que el tele-evangelista (literal) vicepresidente Mike Pence (MP) pueda sustituir al presidente 45, Trump. (https://goo.gl/4uydd2).
A juicio de SR y BH, donde Donald Trump es indisciplinado y divertido (sic), MP es muy disciplinado y aburrido. Pero tal disciplina no beneficiará a la mayoría de los estadunidenses.
Consideran que la selección de MP, de 58 años, por Paul Manafort, entonces jefe de campaña de Trump, puede atormen-tar después al pueblo estadunidense, ya que es mucho peor que Trump.
Según los autores, donde Trump adopta posiciones extremas para estar en las noticias, los puntos de vista de MP son fehacientemente construidos en convicciones que pueden ser ocultadas por su rústico comportamiento popular del Midwest.
Cuando MP fue representante por Indiana en 2006, introdujo una legislación para la “auto-deportación como parte de la reforma migratoria (https://goo.gl/Ta8aqZ)”.
De 90 enmiendas y resoluciones extremistas que apadrinó durante sus 12 años en el Congreso, ninguna fue aprobada, pero “subraya, como estadística devastadora, que es un conservador radical con modales suaves –un lobo disfrazado de oveja– y no un constructor de puentes ni buscador de consensos”.
Como gobernador de Indiana desde 2013, MP estableció un récord enajenante y polarizador que alejó a los donantes y seguidores del PR, donde prevalecía su teopolítica cristiana fundamentalista.
La teopolítica de MP cohabita con el supremacismo protestante blanco (los célebres WASP): ha pasado del conservadurismo católico a la rencarnación espiritual evangelista – born again christian– al auto-definirse como cristiano, conservador y Republicano, en ese orden, y al exultar que nunca había cenado con otra mujer a menos que estuviese presente su esposa.
Ya en octubre de 2015 entabló un juicio contra la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) al oponerse al mito del calentamiento global, lo cual le congració con las empresas de servicios de electricidad/gas/agua.
A juicio de los autores, todavía Trump no concede a su vicepresidente MP los poderes que uno de los más recientes incompetentes (sic) presidentes, George W. Bush, otorgó a Dick Cheney, lo cual ha sido una fortuna, porque MP es más peligroso que Cheney en lo referente a la política doméstica, no se diga, en caso de convertirse en el presidente número 46, cuando pudiera anunciar el fin de muchas libertades.
En política exterior, y en contraste a Trump, MP parece más predecible y, por consecuente, más aceptable para otros países, sin perder de vista de que es adicto a los interrogatorios mejorados (léase: la tortura) y a las intervenciones militares.
Los autores pierden de vista que Trump llegó muy deslactosado cuando tuvo que negociar con varios polos de poder dentro del PR, como es el caso del líder camaral, el friednamita Paul Ryan, influenciado por la embustera Ayn Rand (quien también influyó en Alan Greenspan, el zelote neoliberal monetarista y polémico ex-gobernador de la Reserva Federal).
Ryan colocó en el gabinete a su jefe de prensa, Sean Spicer, y a su jefe de gabinete, Reince Priebus (anterior líder del PR), ambos defenestrados por Trump.
Los autores aducen que existe un plan y una agenda Pence/Ryan, que ya fue insinuado por el director del Presupuesto de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, quien exige el recorte de los programas de seguridad social para ser privatizados.
Según SR y BH, el dúo del Midwest (Pence/Ryan) luego codificará el extremismo religioso en las leyes de EU.
A mi juicio, quizá el feroz ataque de los portavoces de El Vaticano contra el fundamentalismo cristiano del trumpismo haya tenido también en la mira al apóstata dúo católico Pence/Ryan(https://goo.gl/DpX9nv).
Los autores concluyen que los gobiernos foráneos y el PD deberían estar consternados (sic) tanto con el prospecto de una presidencia de Pence como con el prospecto de la continuación de Trump en la Casa Blanca, ya que en el mejor de los casos, la asunción presidencial de MP sería un movimiento lateral en la mayoría de los temas.
En un artículo posterior, SR y Alexei Bayer (AB), editor de The Globalist en Europa oriental, aducen que el PD fracasa en su giro radical al volcarse en forma obsesiva en el Rusiagate y al no asimilar que el trumpismo, como la mayoría de los movimientos radicales de extrema derecha, está alimentado por el resentimiento, no por la economía.
Pues ni tanto, porque uno de los corolarios del trumpismo se centra en la reconstrucción de la infraestructura, la desregulación financierista, el mega-recorte de los impuestos y el combate militarizado de los déficits de EU con Alemania y China como refle-jo de su rechazo al TPP formulado por Obama.
El trumpismo opera en forma híbrida en sus primeros seis meses de gobierno, en santa alianza con directivos de Goldman Sachs –que controla el Departameto del Tesoro y el Consejo Económico de la Casa  Blanca– y la banca Rothschild, con su anterior director en Nueva York, Wilbur Ross, hoy secretario de Comercio (https://goo.gl/LF4GX4).
SR y AB juzgan que, con su fallida estrategia, el PD no llega a ningún lado: “40 por ciento de todos los votantes apoyan en forma inquebrantable a Trump. Mas aún: en los 17 (¡súper-sic!) estados del sur (el Cinturón Bíblico) y el Cinturón Industrial (rust belt), que son cruciales para la próxima elección presidencial, así como para controlar el Senado, la aprobación de Trump se encuentra por encima de 50 por ciento, según Gallup (https://goo.gl/rKvPeQ)”.
Aunque aporta datos dignos de tomar en cuenta, el problema de The Globalist es su contumaz reduccionismo al colocar su economicismo en el lecho de Procusto, que desprecia el juego político y la correlación teopolítica y demográfica de fuerzas en el seno de una sociedad fracturada y en declive.
Twitter: @AlfredoJalifeR_
Facebook: AlfredoJalife

Foto Ap, La Jornada

Noticias desde el Río de la Plata



Juan Fall*
En un año y medio de gestión, el gobierno de Mauricio Macri no ha parado de avanzar en la construcción de un nuevo proyecto cultural: el punto central ha sido desandar el camino exitoso de los gobiernos kirchneristas en materia de ampliación de derechos políticos, económicos y sociales. Para lograr dicho cometido, ha colocado en el centro de sus disputas, la modificación de la matriz distributiva del país. Es así como está avanzando contra el sindicalismo, las principales conquistas sociales y culturales, la política industrial y el desarrollo propio de la ciencia y la tecnología.
En Argentina, por estos días, no paran de cerrar fábricas y comercios. La pequeña y mediana empresa industrial está siendo seriamente atacada como consecuencia de la apertura de las importaciones y la destrucción del mercado interno. Hasta el momento, la tasa de desempleo aumentó 65 por ciento en general, mientras que en los cordones industriales se duplicó. Redujeron pensiones, cayó el salario real de los sectores registrados 10 por ciento promedio el año pasado, aumentó la pobreza en casi dos millones de personas, alcanzando 33 por ciento de la población. La inflación no afloja y las prestaciones médicas a nuestros jubilados disminuyen. La política industrial está siendo desarticulada, sobre todo aquella tendiente al fomento y protección de las pequeñas y medianas empresas. Como no podría ser de otra manera, la distribución del ingreso empeoró considerablemente, aumentando 23 por ciento la brecha entre 10 por ciento más rico y 10 por ciento más pobre.
Por si fuera poco, por estos días están llevando adelante un combate contra el mundo del trabajo que no registra antecedentes en los últimos años. Ya sea que se exprese contra el fuero laboral o contra los sindicatos mediante la intervención y/o persecución. El mecanismo ahora es nuevo y está teñido de una cierta cuestión inexpugnable: el cambio tecnológico. El mensaje es muy claro: son los abogados laboralistas y los sindicatos los responsables del desempleo, ya que ponen trabas al cambio mundial que viene ocurriendo en los últimos años en materia tecnológica. Impresiona observar como, según el gobierno y sus esbirros, es el propio trabajador el responsable de quedarse sin trabajo. A tal punto ha llegado el desenfado, que los candidatos macristas a las próximas elecciones hacen campaña denostando a los trabajadores y sus organizaciones sociales y sindicales.
Por estos días también se encuentran desguazando el plan energético nuclear, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (equivalente alConacyt mexicano), el Ministerio de Ciencia y Técnica y acaban de privatizar parte del manejo de ARSAT (empresa de fabricación de satélites) en manos de la empresa estadunidense Hughes, proceso a partir del cual, se le entrega el negocio de banda ancha y el satélite ARSAT 3 a dicha empresa. De esta manera, Argentina pasará de fabricar satélites a privatizarlos, con lo que eso significa en términos estratégicos, perdiendo toda soberanía satelital. Un verdadero atraso en materia de desarrollo económico.
Como no podría ser de otra manera, dada la fuerte impronta anti-industrialista del gobierno macrista, por estos días también asoma la Argentina de la deuda, la de la bicicleta financiera y la timba (juego de azar). Un gobierno que mantiene una tasa de interés promedio que ronda 30 por ciento anual; un gobierno que emite un bono a 100 años, que se endeuda recurrentemente de manera impensada hasta hace dos años y que 39 por ciento de dicha deuda se fuga al exterior y el resto se utiliza para el gasto corriente, no hace otra cosa que construir un sistema económico y político inestable, además del fuerte condicionamiento futuro al cual se verá sometido el país por parte de los organismos financieros internacionales.
Las noticias desde Río de la Plata son negras para las grandes mayorías, en línea con casi todo lo que ocurre en la región. La agenda es muy clara. Hay que desmontar cualquier iniciativa que pretenda ganar algún grado de libertad en materia de soberanía política e independencia económica. Todo aquello que tenga que ver con el desarrollo científico tecnológico y la ampliación de derechos políticos, económicos y sociales de los feos, sucios y malos, debe ser desarmado. Y todo se hace con el auspicio de Estados Unidos, en una clara continuidad histórica, al menos desde Woodrow Wilson hasta la fecha. El proceso se repite; el neoliberalismo ha llegado a Argentina de la mano de Macri y la Unión Cívica Radical.
*Doctor en Estudios Latinoamericanos, UNAM. Coordinador de la Licenciatura en Economía Política, Universidad Nacional de General Sarmiento, Argentina.

domingo, 30 de julio de 2017

América Latina a la hora de Venezuela


Intervencionismo Galopante
Marcos Roitman Rosenmann
El presidente Nicolás Maduro no me gusta. No me cae bien. No apoyo a un gobierno con semejante personaje. Es impresentable. Con estos argumentos, intelectuales de la izquierda social y política se suman al rechazo a la convocatoria a la Asamblea Constituyente, descalifican al gobierno y justifican la negativa de la oposición a reconocer la legitimidad de la convocatoria. Se han dejado llevar por emociones primarias, bastardas, pero necesarias a la hora de avalar el golpe de Estado que, desde España, Felipe González se atreve a pedir airadamente a las fuerzas armadas. ¡Por favor, desenfunden sus armas contra el dictador! ¡Muerte al tirano!
A mí tampoco me gusta Donald Trump, Mariano Rajoy, Michelle Bachelet o Mauricio Macri, por citar algunos, pero no por ello desconozco la legitimidad de sus gobiernos. Tampoco me gustan algunas medidas implementadas por Evo Morales en Bolivia o el ex presidente Rafael Correa en Ecuador, ¿y qué? Sé diferenciar mis gustos, además cuestionables, de una crítica política. ¿Acaso soy alguien para determinar con quién debe casarse, qué amigos o enemigos debe tener Nicolás Maduro? Transformar el debate político en un problema emocional es un síntoma de la debilidad de la derecha internacional para argumentar contra el gobierno constitucional de la República Bolivariana de Venezuela. No tienen bases para descalificar la convocatoria. Las propias sanciones implementadas son muestras de su escaso poder para frenarlo, no hablan de su fuerza, sino de su debilidad. Es un paso más en la escala de sedición tendente a provocar una guerra civil, cuando no, ensayar, por primera vez, en América Latina, un gobierno de facto, apoyado por Estados Unidos, España y algunos países latinoamericanos.
La elección de representantes a la Asamblea Constituyente sintetiza, excepcionalmente, la estructura social y de poder sobre la cual se asienta la lucha de clases en Venezuela. Seguramente, algunos, consideren esta afirmación una reminiscencia. En Venezuela se condensa la historia de América Latina. Durante una década hemos visto circular los estratagemas destinados a derribar un gobierno constitucional, diseñados durante dos siglos.
Hubo tiempos en los cuales la derecha se vanaglorió de llevar a cabo sus planes de manera expedita. El recurso del golpe de Estado militar se acompañaba de un breve periodo desestabilizador. La agenda contenía un plan de boicot interno e internacional. Bloqueo económico, desabastecimiento, asesinato político, huelgas empresariales, cierres patronales, inflación, mercado negro, movilización callejera, declaraciones altisonantes de personas y organismos regionales denunciando torturas, persecución a periodistas y detenciones arbitrarias de políticos opositores, en definitiva, una sociedad dividida por el odio y la lucha de clases. Un coctel embriagador de efectos inmediatos.
La instrumentalización de organizaciones regionales, gobiernos amigos, empresas trasnacionales tenía efecto inmediato. Los hilos se movían rápidamente, no había tiempo para la reacción. Las fuerzas armadas, legitimadas ante el caos reinante, respondían a un SOS, para salir del atolladero. Después pocos querían asumir la responsabilidad de su llamado. Detenidos, desaparecidos, pérdida de libertades, cierre de universidades, detenciones ilegales, centros de tortura, etcétera. Miraban para otro lado y se justificaban, ellos o nosotros. Pero los considerados extremistas y subversivos respetaban el orden constitucional y fueron asesinados y perseguidos por ello. Hoy en las calles de las principales ciudades de Venezuela se queman a personas, atan a los arboles a los considerados chavistas y todos miran hacia otro lado. Es que Nicolás Maduro no me gusta. Hoy, no les resulta fácil. Ni la Organización de los Estados Americanos, ni los exabruptos de la Unión Europea, ni las amenazas de Estados Unidos son capaces de frenar el proceso constituyente.
Aunque las burguesías trasnacionales han tenido éxitos no desdeñables de golpes de Estado de guante blanco, Honduras y Paraguay, sus estrategias se decantan por el fraude electoral, la militarización de la sociedad, el asesinato selectivo de dirigentes, el juicio político, el discurso del miedo o el narcoterrorismo, frente a un posible gobierno de izquierda, intercambiando seguridad y economía de mercado por libertades públicas.
El maniqueo mundo libre versus comunismo ha debido reinventarse: ¡que vienen los populistas! Usurpadores de la propiedad privada, violadores adscritos a doctrinas disolventes de la familia, la religión y la patria, contrarios a la economía de mercado.
Hay que pasar al ataque, no dejarse intimidar y actuar sin remordimientos. Es la guerra.
¿Cómo hacer posible una movilización social que secunde tal discurso? Es necesario horadar el proceso político, hacerlo sangrar por todos sus poros. Se trata de mostrar un cuerpo político agonizante. Mejor el suicidio, el abandono, la rendición. No hay nada que hacer. Lo más sensato, entregar el poder. Además, dicen, el proceso entró en una etapa de putrefacción, muchos abandonan el barco y tratan de reubicarse para un cambio político en el corto plazo. Lo más correcto es promover un réquiem y mantener el argumento: Nicolás Maduro no me gusta, mirar hacia otro lado y buscar una solución al margen de la legalidad.
Nicolás Maduro es un tirano, autócrata y sátrapa, lleva a Venezuela a la destrucción. Aunque no sea verdad, hay que falsear los datos, contratar meretrices que difundan el bulo, y lo cierto es que no faltan. Ex presidentes, mandatarios, ministros, intelectuales arrepentidos, todos obedecen a la misma voz. Estados Unidos, la Unión Europea, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional. Todos a una: Nicolás Maduro no es quién para ser presidente de Venezuela, aunque lo elijan sus conciudadanos. Nicolás Maduro no me gusta. Muerte al tirano.

Una vez más: ignominia y sumisión del gobierno mexicano


Intervencionismo Galopante
Cuauhtémoc Cárdenas

¿Enojo, irritación, encabronamiento? ¿Vergüenza, lástima?, son sentimientos que se agolpan frente a la pusilánime e ignominiosa actitud del gobierno mexicano, que se rebaja para acatar la instrucción del gobierno de Estados Unidos, de su presidente, al entrometerse en la política interna de Venezuela y declarar, oficialmente, que aplicará a 13 funcionarios o ex funcionarios venezolanos las mismas sanciones que decretara el gobierno de Trump, sin siquiera presentar argumentos propios para sustentar estas medidas, en un claro sometimiento intervencionista y servil.
Esta incondicional sumisión a la prepotencia trumpiana contradice todo lo que en el pasado se llamó la política exterior mexicana, reconocida por la defensa, rescate y ejercicio de la soberanía nacional, el respeto a la autodeterminación y a la no intervención, la preservación de la paz y la búsqueda del diálogo y la negociación en los conflictos internacionales, abandonada paso a paso por los entreguistas gobiernos neoliberales, nunca por cierto, tan absolutamente ignorada como por la administración actual.
Puede haber, y es totalmente válido, simpatía o antipatía hacia el actual gobierno venezolano, pero resulta inadmisible que en función de una antipatía impuesta desde el exterior, oportunista y convenenciera en el caso de los funcionarios mexicanos, el gobierno de nuestro país se preste a conducta tan abyecta. Pudo haberse intentado buscar el diálogo entre las partes confrontadas, respetando siempre su respectiva autonomía y el marco que establecen tanto las leyes nacionales, como los acuerdos internacionales aplicables en el caso, rotos éstos por la indebida intromisión de la autoridad mexicana.
Quienes en México buscamos la vigencia plena de un Estado de derecho, la observancia de los compromisos internacionales, el respeto a los derechos consagrados en la Carta constitutiva de la Organización de las Naciones Unidas y los correspondientes al ámbito continental, exigimos al gobierno mexicano que se disculpe ante el pueblo y gobierno venezolanos, así como ante las comunidades latinoamericana e internacional por esta lamentable violación a nuestras propias leyes y a los principios de una sana convivencia internacional.
Esperar dignidad donde sólo hay entreguismo y abyección, resulta una aspiración perdida. Pero en la lucha estamos y en ella seguimos.
Ciudad de México, 28 de julio de 2017

El voto es el camino para la paz: Maduro


Intervencionismo Galopante

Pide a la oposición que se rinda; no dará marcha atrás a la Constituyente

La única forma de dialogar es que nos encarcelen, dice el vocero de la MUD

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Nicolás Maduro acudió a una ceremonia de entrega de vivienda ayer en la capital venezolana

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró ayer que la oposición ha sido derrotada en su protesta antigubernamental y la exhortó a rendirse, tras ratificar que no hay marcha atrás en la elección de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) el próximo domingo.
Destacó que el nuevo cuerpo de 545 asambleístas es la única opción para pacificar el país, inmerso en una ola de protestas opositoras desde el primero de abril. Ahora nos queda jugarnos una carta. La carta que va a definir este juego y esa carta es la Asamblea Constituyente, afirmó Maduro en un acto público en el que conmemoró el 63 aniversario del natalicio de Hugo Chávez, su predecesor.
Llamo a toda Venezuela, a aquellas personas que pudieron haber dudado o están dudando. No dude más, en Venezuela el domingo se define entre dos opciones: o la violencia destructiva de la guarimba o el camino de paz y diálogo de la Constituyente, señaló.
El presidente hizo estas declaraciones durante la entrega de la vivienda un millón 700 mil del sistema social GMVV, instaurado por el fallecido Hugo Chávez (quien gobernó de 1999 a 2013), y le dedicó esta meta.
En 110 días han quemado (a personas), destruido y asaltado sedes de la GMMV (Gran Misión Vivienda Venezuela), pero los tenemos derrotados, como se verá este domingo 30 de julio, cuando el pueblo vote en masa por la Constituyente, apuntó.
Con el voto, el pueblo los castigará, dijo Maduro, quien extendió el jueves una invitación a los opositores para sostener un diálogo previo a la jornada comicial, que fue rechazada por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Ahora dice la derecha que saldrán a impedir el voto... jamás, pido coraje y todos a votar, es un tiempo de renacimiento para solucionar los problemas de Venezuela, aseveró el mandatario, quien recordó la promesa del dirigente opositor, diputado Julio Borges, de recortarse las cejas si se concretaba la Constituyente, ante lo cual Maduro comentó: el lunes te espero afeitadito.
Más de 19 millones de personas están convocadas a votar el 30 de julio para elegir a 545 delegados a la ANC, quienes discutirán el nuevo marco jurídico venezolano y los expondrán en un referendo aprobatorio.
Freddy Guevara, vocero de la MUD, confirmó el rechazo de la convocatoria de Maduro al diálogo.
No bajaremos la presión ante falsas ilusiones, porque la única forma que dialoguemos será que nos amarren y encarcelen, dijo el también primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora.
Remarcó el rechazo de la oposición al acto comicial por ausencia de una consulta previa, e invitó a los seguidores de la MUD a realizar trancazos (bloqueos) viales en rechazo a la elección de la Constituyente.
De acuerdo con la MUD, las manifestaciones se mantendrán hasta el día de la elección, pese a que el gobierno prohibió protestas que perjudiquen el proceso. Maduro propuso a la oposición iniciar un diálogo antes de las elecciones, aclarando que no dará macha atrás en su iniciativa.
La oficina del Alto Comisionado de la Organización de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos externó su temor de que aumente la violencia. Se debe respetar el deseo de los venezolanos a participar o no en estas elecciones. Nadie debe ser obligado a votar, mientras aquellos que quieran participar deben poder hacerlo libremente, señaló en un comunicado.
La ONU instó a las autoridades a hacer frente a cualquier protesta contra la Constituyente en línea con las normas y estándares internacionales de derechos humanos, para lo cual renovó su pedido de que las autoridades garanticen los derechos de expresión, asociación y reunión de los ciudadanos, a la vez que llamó a todos a usar sólo medios pacíficos para hacerse oír.
Amnistía Internacional alertó que al prohibir las protestas contra las elecciones de la Constituyente, el gobierno de Venezuela está sentando las bases para cometer una nueva ola de violaciones masivas a los derechos humanos.
El régimen está en las últimas
Para el escritor peruano Mario Vargas Llosa, el régimen de Maduro está dando sus últimas boqueadas y lo que hay que desear es que la transición hacia la democracia sea pacífica y no sanguinaria, porque creo que el pueblo venezolano ha sufrido ya bastante, dijo desde Madrid a W Radio, de Colombia.
Según Vargas Llosa, las fuerzas armadas pueden cumplir un papel importante en un eventual final del gobierno de Maduro, aunque dijo que la cúpula de mando está muy vinculada con el presidente. Sin embargo, se preguntó si los efectivos de rangos medios y bajos de las fuerzas armadas en realidad apoyan a esa cúpula y al gobierno.
El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, renovó la advertencia de que Washington impondrá duras sanciones económicas contra Venezuela si Maduro lleva adelante la elección de la Constituyente. Tras una conversación con el líder opositor venezolano Leopoldo López, quien cumple arresto domiciliario, pidió que se libere a todos los presos políticos.
El miércoles, el gobierno del presidente estadunidense Donald Trump sancionó a 13 funcionarios y militares venezolanos, entre ellos la presidenta el poder electoral, Tibisay Lucena, acusándolos de minar la democracia y de actos de violencia o corrupción.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, aseveró que su país no reconocerá los resultados de la Constituyente. Antes, su gobierno anunció que dará un permiso especial de permanencia a más de 150 mil venezolanos que están en el país y cuyo plazo de estadía había vencido. Este aval tendrá vigencia de 90 días que podrán ser prorrogables hasta dos años y no tiene costo.


Foto Xinhua
Afp, Reuters, Dpa, Xinhua y Ap 
Periódico La Jornada

Intervencionismo Galopante: Ejemplo deplorable



El colectivo No en nuestro nombre, capítulo Mexico de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad, reprobó la postura del gobierno de México –difundida por la cancillería y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público– de sumarse a las sanciones económicas contra Venezuela, anunciadas por la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra funcionarios del gobierno de ese país, a quienes acusa de menoscabar la democracia y los derechos humanos.
En un pronunciamiento, señala que la decisión de las autoridades mexicanas de proceder en consecuencia representa un grado de sumisión que ha rebasado los límites de la racionalidad, degradando la dignidad que cualquier país debe enarbolar y violentando la tradición que México tuvo respecto de las soberanías de otras naciones.
El documento, suscrito por destacados intelectuales, investigadores, profesores y periodistas, entre ellos Pablo González Casanova, Alicia Castellanos, Ana Esther Ceceña, Carlos Fazio, Enrique González Ruiz, Ángel Guerra, Luis Hernández Navarro, Gilberto López y Rivas, Nayar López, Daniel Martínez, Walter Martínez, Raúl Romero, Pablo Romo, Adalberto Santana, Beatriz Stolowicz y Marco Velázquez, indica que las instituciones mexicanas no son áreas de la administración estadunidense. Además, este precedente constituye para la región un ejemplo deplorable.
Por ello, demandaron al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto que se retracte públicamente y recupere los principios de una política exterior respetuosa del derecho a la autodeterminación de pueblos y naciones.
Con la exigencia de ¡Manos fuera de Venezuela! también subrayaron que la injerencia de la administración peñista en los asuntos internos de esa nación es inaceptable y no expresa el sentir del pueblo mexicano.

De la Redacción
 Periódico La Jornada