El presidente de facto de Brasil, Michel Temer, firmó el decreto que oficializa el aumento de los impuestos a la gasolina, el diésel y el etanol para recaudar unos 10 mil 400 millones de reales (3 mil 300 millones de dólares) adicionales a la renta de 2017, y anunció además un nuevo recorte en los gastos previstos en el presupuesto del año.
El recorte será este vez de 5 mil 900 millones de reales (mil 900
millones de dólares), que de acuerdo con el Gobierno brasileño, “deberá
ser compensado por ingresos extraordinarios” y se suma a otro anunciado
en marzo pasado por el valor de 42 mil 00 millones de reales (13 mil 500
millones de dólares).
“La gasolina se vende a más de 4 reales el litro. El mayor aumento de
precio en 13 años”, dijo la presidenta Dilma Rousseff por su cuenta en
Twitter.
Temer espera limitar los gastos públicos en 139 mil millones
de reales en 2017 (44 mil millones de dólares), lo que equivale al 2,0
por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Entretanto, de acuerdo con un cálculo de la organización Imazon, la estrategia de Temer para salvarse del juicio por corrupción en su contra tendrán un costo para Brasil de 11 mil millones de reales (3 mil 500 millones de dólares).
La estimación inicial no refleja los gastos que podría
alcanzar para el momento de su juicio, pero advierten que sería de unos
300 mil millones para agosto.
El estudio asegura que la cifra ha sido utilizada para comprar votos en la Cámara. Además, aseguran que como parte del plan de Temer está también la propuesta de perdón de deudas de empresas, de las cuales muchos parlamentarios son dueños y el proyecto que libera la venta de tierras al capital extranjero.
Sobre Temer pesa un investigación por corrupción,
asociación ilícita y obstrucción de la justicia que podría costarle su
cargo. Temer llegó al poder en Brasil luego del golpe de Estado
parlamentario contra la presidenta electa Rousseff.
(Con información de teleSUR)
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