Inmersos
como estamos en el nuevo escenario teleonómico, asistiremos a la
irrupción en el escenario geopolítico de América Latina de una nueva ola
negra involucionista.
Dicha
involución consistirá en la implementación de 'golpes de mano blandos'
con el objetivo inequívoco de sustituir a los regímenes insensibles a
los dictados de Washington (Nicaragua, Ecuador, Venezuela y Bolivia) por
regímenes militares autocráticos, mediante la táctica del 'Big Stick' o
'Gran Garrote' incluida en la llamada doctrina Monroe, 'América para
los Americanos'.
¿Nicaragua en el punto de mira?
La nueva estrategia de EEUU sería estrechar lazos comerciales y militares con los países de Petrocaribe ante el peligro de contagio mimético de los ideales revolucionarios chavistas, al depender en exclusiva de la venezolana Petrocaribe para su abastecimiento energético, empezando por el presidente dominicano, Danilo Medina.
Más adelante añade que los instrumentos de la guerra económica "consisten en la zanahoria y el garrote": "El bloqueo, la congelación de fondos, el boicot, el embargo y la lista negra, por un lado; los subsidios, los empréstitos, los tratados bilaterales, el trueque y los convenios comerciales, por el otro". Así, podríamos asistir en breve a la aprobación por parte del Congreso y el Senado de EEUU del proyecto de ley conocido como Nica Act (Nicaraguan Investment Conditionality Act of 2017), que, siguiendo la estrategia kentiana, busca congelar a Nicaragua los préstamos internacionales de instituciones satélites de EEUU (Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo) con el objetivo confeso de provocar su inanición financiera.
¿Venezuela 'delenda est'?
En consecuencia, tras una sistemática e intensa campaña desestabilizadora basada en el desabastecimiento selectivo de artículos de primera necesidad, la amplificación en los medios de la creciente inseguridad ciudadana, la toma de las calles por la oposición y la posterior petición al Ejército para que se erija en 'salvador de la Patria', plan diseñado por la CIA y que, contando con la inestimable ayuda logística de Colombia, convertida en el portaviones continental de EEUU, intentará dar un 'golpe de mano' a finales de julio para finiquitar el legado chavista en Venezuela.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK
¿Nicaragua en el punto de mira?
Petrocaribe
fue creado en 2005 por iniciativa de Venezuela con el objetivo de
suministrar combustibles a los países miembros en condiciones ventajosas
de pago, como créditos blandos y bajas tasas de interés. Estaría
integrado por 18 países (incluidos Honduras, Guatemala, Cuba, Nicaragua,
República Dominicana, Haití, Belice y una decena de islas del Caribe).
Según las autoridades venezolanas, el país exporta 100.000 barriles
diarios a los países del bloque, que generaban una factura de 4.000
millones de dólares, de la cual una parte se paga 'en efectivo',
mientras que el resto estaría subsidiado.
La nueva estrategia de EEUU sería estrechar lazos comerciales y militares con los países de Petrocaribe ante el peligro de contagio mimético de los ideales revolucionarios chavistas, al depender en exclusiva de la venezolana Petrocaribe para su abastecimiento energético, empezando por el presidente dominicano, Danilo Medina.
China habría asumido el reto de construir un nuevo canal en Nicaragua (
Gran Canal Interoceánico
)
similar al canal del istmo de Kra, que tiene proyectado entre Tailandia
y Birmania para sortear el estrecho de Malaca, convertido 'de facto' en
una vía marítima saturada y afectada por ataques de piratas. Pekín
inauguró en el 2010 el gasoducto que une China con Turkmenistán, al
tiempo que diversifica sus compras, por lo que EEUU procederá a
desestabilizar al Gobierno de Nicaragua, presidido por Daniel Ortega,
dentro de su estrategia geopolítica global de secar las fuentes
energéticas chinas.
Por otra parte, la instalación el pasado abril
de una estación satelital rusa en Managua (laguna de Nejapa) para
"controlar el narcotráfico y estudiar los fenómenos naturales" habría
provocado el nerviosismo del Pentágono,
que acusa a Rusia de "estar usando Nicaragua para crear una esfera de
espionaje militar" mediante el Sistema Global de Navegación por
Satélites (Glonass), el equivalente ruso al GPS de EEUU.
En
consecuencia, la Administración Trump recurrirá a la doctrina kentiana,
expuesta por Sherman Kent en su libro 'Inteligencia Estratégica para la
Política Mundial Norteamericana' (1949). Los fines de estos tipos de
guerra fueron descritos por este autor de la siguiente manera: "En estas
guerras no convencionales se trata de hacer dos cosas: debilitar la
voluntad y la capacidad de resistencia del enemigo y fortalecer la
propia voluntad y capacidad para vencer".
Más adelante añade que los instrumentos de la guerra económica "consisten en la zanahoria y el garrote": "El bloqueo, la congelación de fondos, el boicot, el embargo y la lista negra, por un lado; los subsidios, los empréstitos, los tratados bilaterales, el trueque y los convenios comerciales, por el otro". Así, podríamos asistir en breve a la aprobación por parte del Congreso y el Senado de EEUU del proyecto de ley conocido como Nica Act (Nicaraguan Investment Conditionality Act of 2017), que, siguiendo la estrategia kentiana, busca congelar a Nicaragua los préstamos internacionales de instituciones satélites de EEUU (Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo) con el objetivo confeso de provocar su inanición financiera.
¿Venezuela 'delenda est'?
En
Venezuela, la decisión de Maduro de confiscar la planta de General
Motors será vista por la Administración Trump como un atentado contra
los intereses de las multinacionales estadounidenses, escenario que será
aprovechado por el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson,
antiguo presidente y consejero delegado de Exxon Mobil cuando fue
nacionalizada en el 2007 por Hugo Chávez, para intentar un 'golpe de
mano' contra Maduro. Exxon Mobil formaría parte de la 'cuarta rama' del
Gobierno de EEUU.
Esta cuarta rama es el verdadero poder en la
sombra que toma las decisiones en política exterior y, a instancias de
Tillerson, la revolución chavista ya fue declarada "enemiga peligrosa de
EEUU". Además, el acuerdo chino-venezolano por el que la empresa
petro-química estatal china Sinopec invertirá 14.000 millones de dólares
para lograr una producción diaria de petróleo en 200.000 barriles
diarios de crudo en la Faja Petrolífera del Orinoco —considerado el
yacimiento petrolero más abundante del mundo—, sería un misil en la
línea de flotación de la geopolítica global de EEUU, cuyo objetivo
inequívoco sería secar las fuentes energéticas de China.En consecuencia, tras una sistemática e intensa campaña desestabilizadora basada en el desabastecimiento selectivo de artículos de primera necesidad, la amplificación en los medios de la creciente inseguridad ciudadana, la toma de las calles por la oposición y la posterior petición al Ejército para que se erija en 'salvador de la Patria', plan diseñado por la CIA y que, contando con la inestimable ayuda logística de Colombia, convertida en el portaviones continental de EEUU, intentará dar un 'golpe de mano' a finales de julio para finiquitar el legado chavista en Venezuela.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK
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