América Latina aprovechó el ciclo expansivo del precio de los commodities
en favor de la inversión social. Esto no sucedió con todos los países
de la región, pero sí con aquellos que consideraron que acabar con la
deuda social heredada era un objetivo prioritario. En primer lugar, fue
una importante política de recuperación de la soberanía para tener
capacidad de decisión sobre los ingresos procedentes de tales recursos. Y
seguidamente, las políticas de redistribución vinieron con políticas
fiscales muy diversas en pro de los derechos sociales. En gran medida,
esto se vio rápidamente reflejado en las cifras regionales: según la
Cepal, el gasto social per cápita pasó de 600 dólares en 2002-2004 a mil
100 en 2011-2012.
Sin embargo, a finales de 2015, el ciclo expansivo en materia de
precios se acabó. El precio del petróleo pasó de estar por encima de 100
(dólares por barril) a llegar incluso a un valor próximo a 20. Lo que
muchos llamaron viento de cola en favor se transformó en corto tiempo en
viento en contra. Cayeron los ingresos públicos derivados de la venta
de tales recursos, lo que ocasionó una fuerte restricción presupuestaria
para gobiernos que aún deseaban mantener el ritmo de inversión social.
La restricción externa se constituyó así en el principal obstáculo a
superar por la mayoría de las economías latinoamericanas. El crecimiento
comenzó a bajar, debido a una demanda interna que también se veía
afectada por la fuerte dependencia primario exportadora y altamente
importadora de valor agregado.
¿Cómo evitar que la restricción externa no se convierta en
restricción interna, económica y social? Precisamente esta es la
verdadera ecuación económica a resolver por parte de procesos políticos
que desean sostener un estado de bienestar garante de derechos sociales a
pesar de la caída de los ingresos externos, porque la otra salida es la
vieja conocida de los recortes y ajustes en contra de los derechos
sociales, que ha demostrado en tantas partes del mundo que además de ser
injusta es ineficaz económicamente. Esa sería la respuesta fácil, pero
de graves consecuencias sociales y económicas.
El gran desafío es justamente resolver la ecuación anterior sin coste
para la ciudadanía. ¿Cómo hacerlo? La respuesta sólo tiene una vía: la
financiación interna. Avanzar en materia de soberanía tributaria es hoy
día más importante que nunca. Por ello, es absolutamente necesario y
urgente que los gobiernos de la región diseñen e implemente mejores
políticas fiscales, tanto tributarias –que recauden en forma más
eficiente y con más equidad–, como de inversión social e inversión en
infraestructura, conocimiento, mejora de la productividad y en las
necesidades de aquellos sectores económicos que sean vitales para un
cambio del modelo de desarrollo económico.
En este sentido, es esencial buscar las metodologías y herramientas
más rigurosas para que el decisor cuente con diagnósticos certeros de
todo lo que se ha hecho y, fundamentalmente, le proporcione
anticipadamente análisis de los potenciales efectos de las diferentes
posibilidades existentes en todo lo que tiene que ver con la política
fiscal, tanto en impuestos como en políticas de inversión social. No es
tarea fácil, porque la realidad social es compleja, diversa, cambiante
y, muchas veces, impredecible ante cualquier nueva política económica.
No obstante, sí se pueden construir modelos-simuladores que ayuden a
tener más información previa de los posibles impactos en recaudación,
condiciones económicas y sociales de vida, capacidad redistributivas y
eficiencia económica. No son verdades absolutas, pero sí instrumentos
necesarios para disponer de elementos no arbitrarios para la toma de
decisión.
LatinMod es justamente eso, un modelo de microsimulación que
evalúa, antes de que ocurra, que pasaría en las condiciones económicas y
sociales de los hogares si el Estado modifica un impuesto o una
transferencia pública. Es un simulador que tiene como unidad de análisis
un nivel micro, el hogar. Y esto nos permite conocer el impacto sobre
variables que nos interesen: la desigualdad y la pobreza, los niveles
recaudatorios y otras variables económicas.
LatinMod tiene dos grandes objetivos: por un lado, contribuir con
nuevas metodologías al debate sobre la necesidad de contar con mejores
políticas fiscales con base en la experiencia comparada de nuestros
países latinoamericanos para afrontar la actual restricción externa sin
coste para las políticas de bienestar y, por otro lado, disponer de
múltiples escenarios de reformas fiscales con impactos potenciales en
variables económicas y sociales fundamentales desde la perspectiva de la
justicia y la eficacia. Para ello, el microsimulador requiere dos
insumos básicos: 1) conocimiento exhaustivo de las legislaciones
fiscales que describen el funcionamiento de las políticas públicas en
esta materia en cada país, y 2) las encuestas que publican los
institutos de estadísticas sobre las condiciones de ingreso y gasto de
los hogares. Con esto se debe lograr trasladar la aplicación de las
reglas fiscales en las bases de datos disponibles de tal forma que
podamos construir escenarios hipotéticos contrafactuales de
qué pasaría si.
Este gran proyecto está dirigido desde el Centro Estratégico
Latinoamericano de Geopolítica (Celag) con el apoyo de Bandes, y cuenta
con la participación de académicos procedentes de diferentes
universidades latinoamericanas. LatinMod busca simular integradamente el
comportamiento de los sistemas fiscales de América Latina. Al día de
hoy están incluidos Argentina, Venezuela, Paraguay, Uruguay y México.
Recientemente ha ingresado Bolivia. Y además ha comenzado un proceso
inicial de coordinación con EuroMod (microsimulador para la Unión
Europea, con sede en Cambridge), con la expectativa de agregar a dos
países que ya vienen trabajando individualmente con ellos, Colombia y
Ecuador.
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Mg en economía y doctor en economía. Celag.
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