Dilan murió esta noche,
tras varios días entre la vida y la muerte. Nico murió hace 14 años y 8
meses, y también estuvo varios días agonizando tras el impacto y paliza
brutal de los policías, y aún no se hace Justicia.
El papá de Nicolás Neira vive en Asturias. Dilan tenía 18 años. Nico 15.
"Dilan
no murió, a Dilan lo mataron", es el mensaje masivo en redes, mientras
las protestas que no cesaron desde que Dilan fue herido se incrementan
el día de hoy martes 26-N.
El joven Dilan Cruz, herido de muerte
por un oficial del Esmad con una granada que le perforó el cráneo,
falleció anoche en el Hospital San Ignacio en el nororiente de la
capital: los manifestantes que se encontraban en el hospital, iniciaron
de inmediato un cacerolazo, símbolo y forma de expresión de estos días
de movilización intensa e inmensa en Colombia.
La responsabilidad se señala en dirección certera: la Policía, Iván Duque y Enrique Peñalosa.
Parece
eternizarse el registro de nombres de jóvenes asesinados por la
policía:. Oscar Salas, tenía 20 años y era estudiante de Lingüística en
la Universidad Distrital cuando fue asesinado. Jhonny Silva, de 21 años,
estudiaba Química en la Universidad del Valle cuando le alcanzó una
bala policial. Carlos Giovanni Blanco se preparaba para ser médico
cuando le mataron. Luego está el mencionado Nicolás David Neira: su
padre Yuri, por exigir Justicia por el crimen , hubo de salir varias
veces al exilio, una de ellas a un programa de protección temporal en
Asturias. Edison Franco Jaime, Yoel Jácome Ortiz, Hermides Jaime Téllez,
Diomar Alfonso Quintero, Nicolás Valencia Lemus, Celestino Rivera,
César Hurtado Tróchez , Jaime Alfonso Acosta.
Todos eran
estudiantes, y todos perdieron la vida durante manifestaciones
estudiantiles que fueron disueltas con gases lacrimógenos, balas y
golpes por el terrible Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad).
No
existe ninguna sentencia firme por estos casos. “Son casi 15 años de
impunidad”, según la diputada Ángela Robledo, que acusó a la autoridad
antidisturbios de estar detrás de estas muertes.
El penúltimo en
engrosar esta lista de muertes fue Miguel Ángel Barbosa. Murió el pasado
3 de junio tras permanecer casi dos meses en coma en el Hospital del
Tunal de Bogotá. Al estudiante de Mecánica de la Universidad Distrital
de 18 años le alcanzó un artefacto explosivo en la cabeza lanzada por
los antidisturbios en una manifestación en los alrededores de la
Universidad.
Para la diputada Robledo el ESMAD (con más de 3000
efectivos)“se ha convertido en una unidad que ataca a los jóvenes
colombianos que se movilizan para defender sus derechos”.
Su prontuario registra 448 casos de agresiones que dejaron alrededor de 3.950 víctimas.
Las
voces que piden su desmantelamiento aumentan cada día en Colombia, ya
que se ha demostrado que es una fuerza de choque y de represión que
actúa en protestas pacíficas con una fuerza desmedida.
Otro
joven, Duván Villegas, diseñador arquitectónico de 27 años, permanece
hospitalizado hace cinco días, desde que el 21 de noviembre, cuando se
decretó el toque de queda en Cali, recibió un disparo por la espalda que
terminó afectando su columna. Duván iba a recoger su bicicleta para
reunirse con su esposa y su bebé, de 10 meses de nacido. Su caso ha sido
conocido este fin de semana a través de un video que grabó su mamá,
quien denunció que fue un policía quien disparó por la espalda a su
hijo.
Es conocido que el Gobierno diseñó una estrategia de guerra
psicológica para crear una violencia artificial y un clima de caos
generalizado ante el Paro Nacional convocado amplísimamente el 21-N. Se
ha documentado el montaje que tuvo la intención de atemorizar a la
ciudadanía, confundir a la opinión pública y acorralar a los actores más
visibles de la protesta social, utilizando delincuentes y mercenarios a
sueldo y a sectores de la policía nacional para generar un vandalismo
generalizado, destruir bienes públicos, orquestar una violencia
manipulada y crear pánico y terror entre la población en general.
Existen
abundantes pruebas en fotografías, videos y testimonios sobre la
actuación policial que comprueban que ellos mismos organizaron los
saqueos de establecimientos de comercio, destruyeron las estaciones de
TransMilenio y ejecutaron el plan de guerra psicológica para tratar de
detener o neutralizar la protesta social.
Precisamente hoy 26-N …
coincide con otra audiencia, en Paloquemao, por el crimen de Nicolás
Neira: Tras más 14 años todas las pruebas convergen en condenar a la
persona que atacó con el lanzagas a Nico, el policía Néstor Julio
Rodríguez Rua.
Dilan Cruz acababa de terminar el grado 11 y se
graduaba este lunes. Marchaba para exigir acceso a la educación, quería
estudiar Administración pero necesitaba un préstamo para financiar sus
estudios.
Nicolás Neira fue asesinado en la Marcha del Primero de
Mayo de 2005. Dilan Cruz en el Paro Nacional del 21-N de 2019. El
patrón de violencia policial se repite.
Yuri Neira, el padre de Nico y Eneried Aranguren y Wilman Silva, padres de Jhonny Silva, enviaron una Carta a Duque.
En la misiva aseguran que las circunstancias del ataque del que fue
víctima Dilan Cruz obedecen al mismo patrón en el que fue asesinado el
joven Nicolás Neira en 2005.
Solicitan al presidente que uno de
los puntos de la “Conversación Nacional” que citó el Gobierno para
tramitar las demandas sociales de la Movilización sea la brutalidad
policial.
Consideran que el nombre de Dilan Cruz se suma a una larga lista de casos de abuso de poder.
La
carta de Neira y los Silva Aranguren solicita el desmonte gradual de
esta unidad antidisturbios de la Policía ESMAD desde inicios del próximo
año y la suspensión o desvinculación inmediata de miembros de la Fuerza
Pública que estén siendo investigados por uso excesivo de la fuerza.
También
solicitan al Congreso que cite a control político al ministro de
Defensa, Carlos Holmes Trujillo, y al director de la Policía, general
Óscar Atehortúa, por la sistemática violación de derechos humanos
reconocidos en tratados internacionales ratificados por el Estado
colombiano los cuales han sido violentados por agentes del Esmad.
Asimismo, solicitan acciones legislativas que lleven al desmonte de la
fuerza antidisturbios.
Por último piden al Gobierno que le exija
al fiscal que el crimen contra el joven Dilan Cruz sea investigado por
la unidad contra Violaciones a los Derechos Humanos, pues las
circunstancias en que fue desarrollada la tentativa de homicidio
revisten los mismos parámetros y patrones ocurridos con Nicolás Neira,
donde los actos de control se adelantan con el propósito de causar daño a
los manifestantes.
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