La paz. Carlos Mesa, candidato a la presidencia de
Bolivia en los comicios del próximo domingo con posibilidades de
imponerse a Evo Morales, quien busca la relección, sumó el apoyo de
sectores de izquierda y derecha, mientras aumenta la presión para que
Óscar Ortiz, tercero en los sondeos, dimita en favor de la unidad
opositora.
Puede ser que no sea mi favorito (Carlos Mesa), pero voy a votar por él, porque ya no quiero a Evo, declaró el empresario Branko Marinkovic, uno más de los líderes de derecha que no quieren la relección de Morales.
Marinkovic está asilado desde 2010 en Brasil, tras haber sido acusado
por el gobierno de Morales de empujar a la próspera región de Santa
Cruz en planes federalistas.
En tanto, el izquierdista Juan del Granado, ex alcalde de La Paz y antiguo aliado de Morales, también respaldó a Mesa.
Historiador, periodista y ex gobernante, de 66 años, Mesa va segundo
en todos los sondeos, detrás de Morales, quien está en el poder desde
2006 y con la aspiración de ser relegido por cinco años más, para el
periodo 2020-2025.
Sin alianzas efectivas, la oposición se metió al proceso electoral
con dos candidatos visibles: Mesa y el senador opositor Oscar Ortiz,
causando una evidente dispersión del voto.
Ello favoreció de manera implícita a Morales, quien según los vaticinios podría vencer en primera vuelta.
Con ese panorama, un sector de la derecha lanzó una campaña para
presionar a Ortiz a que decline su candidatura en favor de Mesa.
Ortiz de manera anticipada rechazó renunciar y mantiene su campaña, aunque en una lejana tercera posición.
Afp
Periódico La Jornada
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