Antonio Gershenson
El Puerto de Manzhouli impone un récord al recibir y enviar en un día la mayor cantidad de ferrocarriles de carga, partiendo de China hacia Europa.
Fue en 1992 cuando el puerto seco Manzhouli se convirtió en una de
las principales ciudades comerciales de las fronteras abiertas por
China. A partir de esa fecha, este centro de comercio con diversas
fronteras, continúa en ascenso en infraestructura. Por lo que el 5 de
junio pasado a la ciudad-puerto, se le reconoce el récord por la
cantidad de ferrocarriles enviados y por los volúmenes de mercancías
transportadas.
Es importante mencionar que en la antigüedad la zona correspondiente a
Manchuria y fue habitada por una gran cantidad de pueblos chinos y
mongoles. La última y milenaria dinastía llamada Qing, fue obligada a
ceder su territorio. El Imperio ruso creó el Tratado de Aigun en 1858,
por el cual, Manchuria exterior fue expropiada. El tratado da el nombre
al río Aigun que marca frontera entre China y Rusia.
Este puerto es uno de los más importantes en la Ruta de la Seda, por
su constante transformación y adaptación dentro del proyecto de
la franja y de la rutaes
una red de comercio e infraestructuras que conecta tres continentes, Asia con Europa y África,a través de diversas rutas comerciales.
Hemos hecho hincapié en el ejemplo de China, específicamente, sobre
el avance en su red ferroviaria, su velocidad y el aumento de rutas,
porque debemos conocer y reconocer las ventajas y beneficios que este
sistema tiene. Así lo ha demostrado el desarrollo comercial chino y
puede ser, también, una posibilidad para México.
Los ferrocarriles chinos del futuro están cerca. En 2021, van a
recorrer 600 kilómetros por hora. Una máquina de este tipo tardaría de
Shanghai a Pekín (900 kilómetros) unas cuatro horas y media, mientras
que un avión requeriría un lapso similar, pero con mayor costo y tiempo
de trámites.
En 2018 el transporte de mercancías por vía ferroviaria se incrementó
en 30 por ciento. La cantidad de viajes entre China y Europa, a través
de Mongolia Interior Occidental, cuya capital es Hohhot, fue mayor a 2
mil 800 ferrocarriles al año. Las estadísticas de la República Popular
China, muestran el gran logro del proyecto para la nueva Ruta de la
Seda, con el aumento de la cantidad de unidades en 30 por ciento y con
el incremento de transporte de mercancías en menos tiempo.
“El número de contenedores estándares transportados alcanzó 193 mil
unidades, un incremento de 29.1 por ciento, mientras que el valor de los
productos sumó 11 mil 510 millones de dólares, un crecimiento de 28.8
por ciento.
“La ropa y los productos electrónicos fueron algunas de las
principales exportaciones, mientras que materiales de lámina y piezas
automovilísticas fueron los elementos importados más numerosos que
pasaron por Manzhouli, en la frontera entre China y Rusia.
Hoy existen 52 rutas entre Manzhouli y 11 países europeos, y 27 vías que unen Hohhot con Alemania, Polonia o Rusia, entre otras naciones europeas y asiáticas.
Así lo informó el titular de Aduanas del Puerto de Manzhouli.
La importancia de esta ciudad es sobresaliente porque más de 60 por
ciento del comercio bilateral Chino-ruso pasa por ese puerto seco, punto
destacado para la conexión mercantil y de infraestructura, no sólo de
Asia, sino también de África a donde se han ido extendiendo a través de
rutas comerciales de la antigüedad.
Existió un tratado secreto entre China y Rusia, firmado en 1896, por
el cual se construiría la vía de ferrocarril que conectaría al Lejano
Oriente de China con Siberia y con el Lejano Oriente de Rusia (Manchuria
Interior). Terminó de construirse hasta 1901. Manchzhuriya, ciudad en
Manchuria Interior, fue donde surgió la primera estación a donde
llegaron los rusos, es este sitio el origen de la actual y moderna
ciudad de Manzhouli.
Por estos ejemplos de China, y en particular por la ciudad de
Manzhouli, con relación al desarrollo comercial, podemos pensar en el
beneficio que para nuestra nación significa la posibilidad de que haya
un mejor sistema ferroviario.
No debemos privilegiar al automóvil, como se nos ha impuesto desde el
norte. Debemos pensar más en formas colectivas de transporte: Metro,
Metrobús, trenes, ferrocarril y otros. Lo mismo ocurre con el transporte
aéreo.
Tuvimos en tiempos de la Revolución mejores vías ferroviarias que las
que tenemos ahora. Y el transporte por tren desde varias ciudades del
país del norte o del sur, a la Ciudad de México y viceversa, permitía
llegar al centro a trabajar durante la semana, y regresar a las ciudades
de origen en los fines de semana.
A lo largo de los pasados 36 años, con los peores gobernantes, el
sistema ferroviario llegó también a sus peores condiciones y precios.
Haremos bien en seguir enviándolos al basurero de la historia. Tenemos
que rescatar y mejorar el sistema ferroviario.
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