Álvaro Verzi Rangel
Desde Estados Unidos se gesta un golpe de Estado contra el presidente
boliviano Evo Morales: de imponerse nuevamente el mandatario en los
comicios del domingo 20 de octubre, el plan prevé declarar un supuesto
fraude electoral, desestabilizar el país e intentar la imposición de un
gobierno paralelo.
Primero intentaron incendiar el país con una huelga general
indefinida antes del día electoral, operaciones encubiertas, campaña de
descrédito y desinformación, entre otras formas de sabotaje para crear
violencia y deslegitimar el proceso electoral en el país.
El presidente Evo Morales confirmó que tiene pruebas de que algunos
grupos de dirigentes cívicos y exmilitares preparan un golpe de Estado
en caso de que gane las elecciones de este domingo, y anunció que las
presentará a los observadores internacionales que llegan al país para
seguir el proceso electoral.
“Tengo grabaciones, quieren quemar la Casa Grande del Pueblo (…) si
denunciamos, denunciamos con pruebas”, dijo durante una entrevista
periodística. Morales ya había advertido sobre la amenaza de golpe de
Estado, durante su cierre de campaña en Potosí, que se realizó en medio
de enfrentamientos entre sus seguidores y ciudadanos que cumplen un paro
cívico en rechazo a cómo avanza el proceso de industrialización del
litio y en demanda de más regalías mineras.
“Ya tienen planificado, quiero que sepan, quieren hacer un golpe de
Estado, después hablan de democracia, después nos acusan de dictadura,
ahí están los grupos golpistas”, denunció en ese acto. “Es el
paramilitarismo neto de aquellos tiempos de las dictaduras”, afirmó.
La tercera fase del plan (las dos primeras no dieron el resultado
previsto) señala que tras la toma de posesión de Evo Morales en el 2020 y
atendiendo que han podido lograr la desestabilización social, se
autoproclamaría un gobierno paralelo cívico-militar, impulsado desde una
fracción de las Fuerzas Armadas, liderado por Waldo Albarracin, quien
deberá convocar a nuevas elecciones en 90 días sin contemplar la
participación del Movimiento al Socialismo (MAS).(1)
Para esa etapa, el gobierno Washington ha estado preparando
secretamente al político y candidato presidencial Oscar Ortiz. Y por eso
se ha abstenido de defender al principal candidato opositor, Carlos
Mesa, de las acusaciones de corrupción. Para apuntalar las campañas
necesarias para llevar a cabo estos propósitos el gobierno de Trump
asignó cien mil dólares a la consultora CLS Estrategies, sediada en
Washington, que cuenta con la mayor base de datos de bolivianos dentro y
fuera del país.
CLS Estrategies se ha reunido en terceros países con asesores de
Carlos Ortiz, para planificar la imposición en el imaginario colectivo
boliviano la figura de un candidato que no ha calado hasta ahora en la
ciudadanía. Complementando esta estrategia, señalan los informes de
inteligencia, la estación de la CIA en La Paz tomó el control de redes
de whatsapp en el país, conectándolos con grupos de análisis político,
filtrando falsa información y conduciendo los debates de acuerdo a sus
intereses
Algunas de estas redes son Paceños con MTS, Solo Política, Debates
ideológicos, Evo presidente vitalicio, MTS La Paz, Oficialismo vs
Oposición, Solo Democrataforma, Masistas vs Opositores, Comunidad
Ciudadana.
El 15 de octubre, el presidente Evo Morales denunció que un vehículo
de la Embajada de Estados Unidos ofrece a los pobladores de los Yungas
obras en esa zona a cambio de que no apoyen al Movimiento Al Socialismo
(MAS) en las elecciones generales de este domingo. Morales reveló que
presentó esa queja directamente al Encargado de Negocios de EU, Bruce
Williamson, quien se declaró sorprendido y se comprometió a no
intervenir en temas electorales.
En Facebook se viralizó un video en el que el supuesto diácono, Jorge
Sonnante, afirma que el presidente del Estado, Evo Morales, guarda 420
millones de euros en una cuenta del Banco del Vaticano. «Que me
demuestren que tengo dinero en el Vaticano, más de 300 millones de
euros, que presenten pruebas», insistió el presidente Evo Morale, para
quien esa información es parte de la guerra sucia.
Desestabilizar, golpear
Estados Unidos, a través de diferentes medios y actores, está
activando su cuarto plan para desestabilizar el gobierno de Evo Morales,
bloquear el proyecto de continuidad político-electoral del líder
indígena e interrumpir el proceso de cambio, lo cual deja al descubierto
la profunda debilidad de la oposición interna, que busca obtener desde
fuera del país lo que aún no ha podido obtener desde adentro.
Una de las metas del plan diseñado por EU es fragmentar las
instituciones armadas del Estado, principalmente a la Policía Nacional y
las Fuerzas Armadas, reclutando a altos jefes militares activos quienes
apoyarían el Golpe de Estado y asumirían la presidencia del país en una
coalición cívico-militar, ya conformada, para el período de transición.
Los informes de inteligencia destacan que hay un grupo de militares
reclutados, entre los cuales se encuentran personas muy cercanas al
presidente Evo Morales, quienes desde su cargo facilitarían la
realización de las acciones contempladas en el plan, utilizando para
esto la desinformación al presidente.
Asimismo, señalan que funcionarios del Departamento de Estado
acreditados en Bolivia como la ministra consejera Mariane Scott y Rolf
Olson mantuvieron reuniones con altos funcionarios diplomáticos de
Brasil, Argentina, Paraguay, Colombia, España, Ecuador, Reino Unido y
Chile para que colaboren en la organización de las acciones de
desestabilización contra el gobierno boliviano y lideren las denuncias
de fraude en las elecciones, lo cual será más creíble y genuino que si
lo hace directamente EU.
El plan intervencionista de los Estados Unidos es obvio. No hay razón
para que el imperialismo estadounidense no active planes y medidas para
entrometerse en los asuntos internos de Bolivia, tal como lo ha hecho
contra todos los gobiernos progresistas e izquierdistas de América
Latina, señala Hugo Moldiz, ex ministro de Gobierno.
Contra el proceso de cambio, liderado por el líder indígena Evo
Morales, todas las acciones de desestabilización oligárquica e imperial
se han desplegado desde 2005. El primer intento de derrocar a Morales se
produjo a principios del período 2006-2009; el segundo entre diciembre
de 2015 y febrero de 2016; y el tercero en 2018.
Hoy los principales operadores del plan subversivo son los políticos
bolivianos Gonzalo Sánchez de Lozada, Manfred Reyes Villa, Mario Cossio y
Carlos Sánchez Berzain, casualmente todos residentes en Estados Unidos,
pero quienes articulan las acciones en Bolivia son los líderes de la
agrupación opositora Coordinadora Nacional Militar, compuesta por mandos
de la reserva como el General Rumberto Siles y los coroneles Julio
Maldonado, Oscar Pacello y Carlos Calderón.
El plan está coordinada con altos dirigentes de la oposición
boliviana, principalmente Waldo Albarracin quien preside de la
Confederación Nacional Democrática (CONADE), Jaime Antonio Alarcón Díaz
presidente del Comité Cívico de La Paz, Jorge “Tuto”Quiroga ex
presidente de Bolivia, Juan Carlos Rivero, Rolando Villena, ex defensor
del pueblo y Samuel Doria Medina del partido Unidad Nacional.
Si bien gran parte del financiamiento se encontraba en territorio
boliviano, con el apoyo de embajadas acreditadas en Bolivia y la iglesia
evangélica, fachadas del gobierno estadounidense para no verse
implicados directamente en estos fines injerencistas, el plan no logró
concretarse totalmente antes de las elecciones.
Según el plan diseñado por Washington, éstos eran los responsables en
garantizar que el financiamiento que se envía desde Estados Unidos sea
para ejecutar el plan de crear un estado de crisis social que permita
convulsionar el país antes de las elecciones, intentando crear una
fisura y división en las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional para que
se alcen contra el presidente Morales.
El plan comenzó a activarse en su primera fase en abril último, con
la presión para establecer alianzas políticas para conformar un solo
frente de oposición, y la puesta en marcha de una campaña de descrédito
contra el gobierno a través de medios de prensa opositores, medios
alternativos, activistas en redes sociales, así como la realización de
denuncias ante organismos internacionales.reuniones de coordinación en
función de las acciones a realizar en las fases 2 y 3. De igual forma,
se comenzó la
De acuerdo al informe de inteligencia (revelado incluso en el sitio
estadounidense https://bbackdoors.wordpress.com/), la estrategia en las
redes sociales y la campaña de fake news es liderada por Raúl Reyes
Rivero, coordinador de las acciones de la Plataforma Democrática y los
Comités Cívicos con vistas al derrocamiento del presidente Evo Morales.
Entre sus principales contactos se encuentran Jhanisse Vaca Daza, el
abogado Omar Duran y Frank Sousek Medrano, empleado del Fondo
Interamericano de Desarrollo.
El expresidente Jorge Quiroga fue encargado de buscar apoyo y
pronunciamientos de los organismos regionales e internacionales como la
Organización de Estados Americanos, la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos, la Unión Europea, con el fin de deslegitimar la
victoria electoral de Evo Morales, declararla inconstitucional e
intentar una intervención internacional en Bolivia.
La segunda fase consistía en establecer un estado de crisis social,
con manifestaciones, incluso violentas, paros, bloqueo de carreteras,
que debía cumplirse entre junio y la fecha de las elecciones.
Juan Flores, presidente del Comité Cívico de Cochabamba, junto al
coronel retirado Oscar Pacello son los operadores políticos de Carlos
Sánchez Berzain y Manfred ReyesVilla en Bolivia, encargados de lograr un
punto de convergencia entre los Comités Cívicos y militares y policías
de la reserva para desatar violencia y convulsión social en Bolivia, que
obligaran a suspender las alecciones o para desestabilizar el país
declarando un fraude electoral
Lo cierto es que las evaluaciones y pronósticos del Departamento de
Estado y otras agencias del gobierno de Estados Unidos que el presidente
Evo Morales resultará ganador de las elecciones, pese a lo cual la
embajada de EU ha estado creando las condiciones objetivas y subjetivas
para la declaración de un fraude electoral: Quien vota no importa, sino
quien cuenta los votos, suponen.
La etapa poselectoral
En esta etapa jugará un papel fundamental la Unión Juvenil Cruceñista
la cual está indicada a ejecutar acciones violentas una vez se
publiquen los resultados finales electorales, para lo cual han estado
reclutando a delincuentes que van a utilizar como punta de lanza en
estos enfrentamientos y acciones violentas contra las instituciones del
estado.
Juan Martín Delgado, es quien está encargado de organizar estos
hechos violentos. Para esto cuenta con el apoyo de Luis Fernando
Camacho, presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, quien a su vez
recibe indicaciones y asesoramiento del funcionario estadounidense Rolf
A. Olson.
El
Departamento de Estado contrató al ciudadano estadounidense Eli
Birnbaum, consultor político internacional quien trabajó en el Congreso
por ocho años. En 1998 fue asesor del primer ministro israelí Benjamín
Netanyahu, luego su jefe de Gabinete y luego se asoció con Arthur
Finkelstein, diseñador de campañas políticas para políticos
republicanos.
Es el hombre elegido para comandar las acciones de desestabilización
en Bolivia y de respaldo a la figura de Oscar Ortiz. La idea es
convulsionar política y socialmente el país tras las elecciones.
Según su hoja de vida, ha ayudado a más de 15 presidentes y primeros
ministros en sus campañas y en 2017 comandó la campaña de Marta Lucía
Ramírez a la vicepresidencia de Colombia, basada en fake news para
influenciar a los votantes.
Es experto en manipulación de encuestas, diseño de camnpañas para
dañar la imagen de politicos rivales, manipualción de redes social y
medios para prtomkover shocks sociales, estructuración de coaliciones
politicas, implementación de la erosión social, cultural y política en
campañas electorales
Birnbaum tiene la tarea de trabajar con las redes de la Unión
Juvenil Cruceñista para desacreditar al presidente, y con Jhanisse Vaca
Daza, ejecutiva de la ONG “Standing Rivers”(financiada por la Freedom
Fellowship of the Humans Rights Foundation estadounidense) , que usa su
plataforma diseminando permanentemente información adulterada y falsa
con el fin de generar la reacción contra las políticas estatales.
Terminar con el modelo boliviano
Bolivia
ha vivido en la última década un escenario de gran estabilidad
política, económica y social. La hipótesis planteada acerca de un
triunfo opositor significaría un regreso a tiempos de gran inestabilidad
como los acaecidos entre 2000 y 2005 en los que Bolivia tuvo cinco
presidentes distintos. “Ningún boliviano desea que volvamos al pasado”,
señaló el canciller Diego Pary.
Significaría volver a una etapa donde los recursos naturales, las
empresas estratégicas fueron privatizadas y los proyectos estratégicos
del Estado como la industrialización fueron abandonados.
Pary resaltó que hay que tener en cuenta que una historia de 500 años
no es fácil de transformar en una década. Bolivia es el país que más
creció en los últimos seis años en la región, mientras que antes siempre
estábamos en el penúltimo lugar. “Pero un crecimiento económico no
tiene sentido si esto no cambia la vida de las personas”, aseveró. Hizo
mención a la significativa reducción de la extrema pobreza lograda en
los últimos trece años con una disminución de 23 puntos porcentuales.
Ningún país en el mundo ha tenido un logro de esta naturaleza. Más de
tres millones de personas, cerca de un tercio de la población, que
estaban en situación de pobreza, hoy forman parte de la clase media, lo
que constituye un cambio significativo.
“Antes se hablaba de las dos Bolivias: una Bolivia de los indígenas,
los obreros, los campesinos y otra Bolivia, del sector empresarial, del
sector más acomodado en el país. En 2006 con la Asamblea Constituyente
se logra unir a todo el pueblo boliviano. Hacer que cada boliviana y
boliviano se sienta identificado con su Estado”, señaló Pary.
Este
fue un aporte fundamental porque permitió cambiar la estructura del
Estado. A partir de allí, medidas claves como la nacionalización de los
recursos y las empresas estratégicas han contribuido al desarrollo y
permitido que Bolivia hoy sea líder en crecimiento económico en la
región.
Sin duda, hay algunos temas que no han sido debidamente satisfechos
por el gobierno y es en ese contexto que en estos próximos cinco años el
gran desafío es el de la industrialización: No se puede seguir
vendiendo materia prima, sino que hay que transformarla y darle valor
agregado, como se ha hecho con el gas.
Bolivia es uno de los países que tiene la mayor riqueza de litio en
el mundo y esa riqueza debe ser para proyectar al pueblo a un mayor
desarrollo. Y parfa apropiarse de las riquezas de Bolivia, es que
Estados Unidos proyecta terminar con el estado plurinacional y el
gobierno popular que encabeza Evo Morales.
Nota
1.- https://bbackdoors.wordpress.com/2019/10/08/us-hands-against-bolivia-part-i/ cual evidencia con pruebas contundentes (archivos de audio) la estrategia
*Sociólogo venezolano, Codirector del
Observatorio en Comunicación y Democracia y del Centro Latinoamericano
de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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