Entrevista a María del Carmen Verdú de Correpi
M.H.: El pasado 18 de septiembre se cumplió un nuevo aniversario de la desaparición de Julio López ¿qué reflexión te merece?
M.C.V.: Julio López marcó un hito importantísimo en la
lucha antirrepresiva, por la vigencia plena de los Derechos Humanos
porque mostró que más allá del fin de la dictadura y las décadas
transcurridas hasta el año de su desaparición era posible que el aparato
estatal desapareciera una persona y no supiéramos si estaba vivo,
muerto o como dijo alguno “tomando el té con la tía o perdido por ahí
porque era un viejito con amnesia”.
A nosotros en particular en
el espacio de la lucha antirrepresiva del aquí y ahora nos permitió
también reflotar los casi 200 desaparecidos en democracia a manos de las
fuerzas de seguridad desde diciembre del 83.
Siempre decimos
que Jorge Julio López no fue el primero, no fue el único, no fue el
último, como no lo fue Luciano Arruga, Santiago Maldonado, los nombres
que más retumban cuando hablamos de desaparecidos en democracia; quizás
los más viejos se acuerden de Miguel Brú, Andrés Núñez, los dos en La
Plata, o también a principios de los ´90 de Garrido y Baigorria en
Mendoza. Pero lo cierto es que el primer caso de desaparición forzada
con la intervención de una fuerza de seguridad, porque no estamos
incluyendo los miles y miles de niños, niñas, mujeres y adolescentes
desaparecidos en las redes de trata que presumimos vivas, con algunas
excepciones donde hay evidencias de que fueron asesinadas como Marita
Verón, y por eso no los computamos en ese centenar de desaparecidos en
democracia, que sí presumimos muertos por las características de su
desaparición.
De hecho en algunos casos como Luciano Arruga o
el Rubio del Pasaje en Córdoba se ha podido verificar después por el
hallazgo tardío a raíz de la lucha, de sus restos o parte de sus restos,
como en el caso del Rubio, que nos permitió demostrar que el primer
caso de desaparición forzada en democracia que tenemos registrado en
nuestro archivo es de 15 días después de la asunción de Alfonsín, del 23
de diciembre de 1983, un pibe de Rosario que fue visto cuando lo
detenía “la patota” como decía López en el juicio a Etchecolatz, pero
esta vez la patota era el servicio de calle de una comisaría de Rosario,
“el comando radioeléctrico”. Cuando la familia logró llegar a la
comisaría, les dijeron que ya lo habían largado, no había ninguna
constancia de que había estado allí y días después apareció el cuerpo
con claras señales de haber sido torturado en un descampado.
Evidentemente “se les fue la mano” como dicen ellos. Como pasó con
Rodrigo Laguens en Jujuy, con Sergio Durán en la comisaría 1ra. de
Morón, solo que a veces utilizan esta metodología de la desaparición.
Tenemos casos posteriores, en este último período el de Santiago
Maldonado es el que más repercusión ha tenido porque igual que el de
López tiene una característica fundamental. López no sólo es
desaparecido por segunda vez en democracia, sino que además desapareció
en el marco de la causa contra Etchecolatz que marcó una bisagra fuerte
en materia de juicios por lesa humanidad, porque fue el primero en el
que se logró la condena por genocidio porque justamente el día que lo
desaparecieron era el de los alegatos de sus abogadas, Myriam Bregman y
Guadalupe Godoy, mis amigas y compañeras. En el caso de Santiago la
característica distintiva es que su desaparición se produce en el marco
de un operativo de Gendarmería reprimiendo un conflicto de tierras
directamente vinculado al reclamo ancestral de los pueblos originarios.
Otro caso de desaparición forzada con ribetes particulares es el de
Daniel Solano, el trabajador frutihortícola de Choele Choel. Cuando la
policía lo desaparece actúa como grupo de tareas de la patronal que era a
quien molestaba porque estaba intentando organizar, como los criadores
de ovejas de “La Patagonia Rebelde”, a los trabajadores y trabajadoras
golondrina traídos como él desde Salta para trabajar en la recolección
de la fruta en condiciones prácticamente de esclavitud, teniendo que
descontar del magro salario el costo del gasoil del camión que los había
traído.
El resto de esos casi 200 desaparecidos en democracia a
manos de las fuerzas de seguridad son pibes como Luciano Arruga, como
El Rubio del Pasaje, que fueron vistos por última vez cuando fueron
detenidos por la policía en contextos en los que había un escenario de
hostigamiento previo, de intentos de extorsión, de reclutamiento para
que funcionasen como mano esclava de la propia policía en la transa en
el barrio, en el narcomenudeo, en el robo, etc.
Así que
claramente todo eso es lo que nos trae López a la cabeza, pero además es
el vínculo imposible de escindir con el genocidio, con la impunidad por
goteo, porque la movilización popular no permitió que pasara el 2x1 por
la Corte Suprema, donde se ha garantizado a genocidas y represores que
vuelvan a su casa; si los sumamos la cifra es apabullante. Hasta el
propio Etchecolatz estuvo una temporada en Mar del Plata, allí lo fuimos
a escrachar y se logró que volviera a prisión.
Pero son
muchísimos los que han sido favorecidos con prisiones domiciliarias,
excarcelaciones justificadas por ser viejitos y nosotros decimos que si
es un geronte genocida, ante todo es un genocida.
M.H.: Te voy a dar una serie de títulos: Vanesa Gómez.
M.C.V.:
Gran triunfo de la lucha organizada, de los trabajadores y trabajadoras
migrantes, de la campaña “migrar no es delito” de la que Correpi
orgullosamente es parte, de los compañeros y compañeras del Bloque de
trabajadores y trabajadoras migrantes con quienes venimos articulando
fuertemente, incluso más allá de la campaña porque es un colectivo
atravesado permanentemente por la represión, entonces nada más lógico
que tener un fuerte vínculo con Correpi.
Vanesa es una joven
peruana que vivía en Argentina hacía muchísimos años, en un momento de
su juventud cometió un error, tuvo una causa penal, fue condenada,
cumplió su pena, no le debe nada a nadie, salió en libertad, hizo un
esfuerzo terrible por estudiar mientras trabajaba, se recibió de
Auxiliar de enfermería y para recibir el título necesitaba un DNI que
hasta ese momento no había podido tramitar. Empezó a tramitarlo, para
ese entonces ya era madre de tres hijos argentinos, dos varones y una
mujer, el más chiquitito un bebé que todavía toma pecho. En ese marco un
día la citaron de Migraciones para un trámite, fue con su bebé porque
lo tenía que amamantar, dejó a los dos menores y cuando llegó al
edificio de Migraciones la subieron a una camioneta, la llevaron a
Ezeiza y le informaron que estaba deportada del país, expulsada por una
causa penal.
La maniobra que hicieron fue llevarse a su bebé
supuestamente para cambiarlo, y en ese momento le dijeron que su bebé ya
estaba arriba del avión, que si se negaba a subir se iba solo a Perú.
Obviamente Vanesa subió, no le dieron alternativa con semejante marco
extorsivo.
Después de meses y meses de pelea, de movilizaciones
en Migraciones, de recursos judiciales donde se ha hecho un trabajo
fabuloso por parte de los abogados de la Campaña que llevaron adelante
su causa, se logró que a pesar del DNU que permite la expulsión en estos
casos, con condenas cumplidas, sin deudas actuales con la justicia y la
sociedad, se hiciera una “dispensa” (ese es el término técnico que
utiliza la resolución) y se levante la prohibición para el regreso de
Vanesa a nuestro país. Así que esperamos pronto poder estar abrazándola.
M.H.: Daniel Ruiz.
M.C.V.: El preso
político más significativo en este momento, se cumplió un año el 12 de
septiembre, el jueves 5 hubo una conferencia de prensa, allí estuvo mi
compañero Ismael Jalil, el 12 hubo una movilización y acto en Callao y
Corrientes.
Daniel es un trabajador petrolero, que siendo casi
adolescente en una familia de bajos recursos de Comodoro Rivadavia,
todos sin trabajo, se organizaron en los distintos grupos que se fueron
armando en aquellos años de trabajadores desocupados y empezaron a
movilizarse, a cortar rutas, reclamando puestos de trabajo genuinos a
las muchísimas empresas petroleras de la zona. Así fue como Daniel
consiguió trabajo como petrolero, ingresó al gremio, hoy es uno de sus
referentes más importantes, es delegado elegido por sus compañeros y
compañeras, con una importante actividad gremial, en ese sector tan
explotado porque lo único más poderoso que tener de patrón al Estado es
tener a las multinacionales del petróleo.
En esas condiciones,
un hombre joven, solidario con todas las luchas, viajó a Buenos Aires el
14 de diciembre y se quedó hasta el 18, para participar de las
movilizaciones contra la infame reforma previsional. En la causa por esa
movilización del 18 de diciembre, el juez Torres empezó a hacer una
especie de tarea de espionaje a cargo de una división específica de la
Policía de la Ciudad que se dedica al ciber patrullaje, a cruzar
perfiles de Facebook, Twitter y otras redes, con la División de videos
de la Policía de la Ciudad que hace estudios de comparación
antropométrica de los rostros al estilo de lo que viene pasando en los
subtes, donde te ven y si ven al Gordo Valor tenés que estar 6 horas
explicando en una comisaría.
En el marco de esa causa, muchos
meses después, en septiembre de 2018 se decidió su captura. A pesar de
que durante todos esos meses, quienes teníamos intervención en estas
causas, ya que era una de las personas que estaban investigando y desde
el primer momento se denunció su domicilio y se puso a disposición del
juzgado, jamás estuvo prófugo ni cosa que se le parezca, lo mismo que
sucedió con los chicos del Partido Obrero, Ponce y Arakaki.
Lo
cierto es que el 12 de septiembre del año pasado hubo una gigantesca
movilización cerca de La Plata en los Astilleros Rio Santiago por la
amenaza de cierre, cuando Macri dijo que había que demolerlo. Daniel
estaba en Buenos Aires por su actividad sindical, y decidió acompañar la
pelea de los trabajadores del astillero. Cuando volvía de La Plata a la
casa donde se estaba hospedando, lo estaba esperando una comisión
policial para detenerlo.
Una de las imputaciones que tiene es
tenencia de explosivos, porque tenía en el baúl del coche esas bombas de
estruendo que utilizan todos los gremialistas en Argentina cuando se
movilizan para hacer un poco de ruido y hacerse ver, que no habían sido
utilizadas en la movilización y fueron cargadas en su auto.
Una
cosa increíble, porque lo acusan del mismo delito por el que estuvieron
detenidas 42 personas el 14 de diciembre, el 31 y el 1° de septiembre
en la movilización al mes de la desaparición forzada de Santiago
Maldonado, por “atentado y resistencia a la autoridad” e “intimidación
pública”.
La intimidación pública es un delito que existe
solamente para la represión del conflicto y la protesta social, porque
no se le aplica al tipo que al día siguiente de perder las elecciones
dice “miren lo que va a pasar ahora por no haberme votado” que en todo
caso se podría calificar como intimidar en forma masiva al conjunto de
la población, sino se le atribuye que por tirar una cañita voladora en
la movilización causó un pánico en una cantidad de personas que
precisamente éramos los que estábamos movilizando a la par de él, y el
que no estaba tirando cañitas voladoras estaba golpeando un bombo,
aplaudiendo o tocando una trompeta.
Lo notable es que la pena
máxima que le puede caer por estos dos delitos, aun en el caso
desquiciado de ser condenado por ambos, son excarcelables. Ya hubiese
ameritado, en caso de haber sido condenado, la libertad por el tiempo
que lleva cumplido. Es una situación de verdadera extorsión.
Es
un rehén por dos razones, por un lado, sirve para intentar aleccionar
al conjunto de los y las trabajadoras para que vean lo que puede pasar
si se manifiestan, pero también contra los compañeros y compañeras de su
agrupación política, el PSTU, a raíz que quien no está representado en
la causa es el compañero Sebastián Romero, que los medios del sistema
han bautizado “el gordo mortero” porque también tiró una cañita voladora
en esa misma movilización.
M.H.: Otro título: Juicio de Pergamino.
M.C.V.:
Esa comisaría que estaba abarrotada, como la mayoría de las comisarías
de nuestro país, pero en particular las de la provincia de Buenos Aires,
en las que como consecuencia del brutal hacinamiento que hay, donde ya
los organismos oficiales han tenido que decretar la emergencia en la
situación carcelaria. Justamente Daniel Ruiz, a pesar que es una cárcel
federal en la que él está y tiene mayor presupuesto que las
provinciales, nos contaba en la última visita que le hicimos junto con
los compañeros del Encuentro Memoria Verdad y Justicia, que están
resistiendo dentro de los pabellones para organizarse porque están
queriendo duplicarles la cantidad de colchones para duplicar la cantidad
de presos.
Es impresionante el crecimiento de la cantidad de
personas detenidas en unidades penitenciarias y esto hace que en muchas
ocasiones queden meses y meses y en muchos casos hasta años, en
comisarías que no están en condiciones de mantener una persona alojada
tantísimo tiempo.
En esa comisaría hubo un reclamo, se produjo
un principio de incendio y como ocurrió en la cárcel de Magdalena, que
nos costó 33 vidas jóvenes, como pasó en el penal de San Martín de
Mendoza, también en Coronda, en la comisaría del menor de Formosa hace
ya más de 30 años con 8 chiquitos que murieron quemados; en Pergamino
fueron 7 los pibes que murieron. No porque hubo un incendio, sino porque
la policía los dejo morir por inhalación de gases tóxicos y por el
efecto del fuego, detrás de una doble puerta con candado. La misma
situación que se dio en Magdalena. No fueron capaces de abrir la puerta y
que se las arreglaran para salir.
Trabaron la puerta después de
iniciado el incendio. Por eso si bien hay 6 policías sentados en el
banquillo de los acusados, entre ellos el Comisario que estuvo un año
prófugo, solamente 2 están en prisión en la cárcel de Campana, los otros
dos están excarcelados. O sea, para el aparato judicial argentino ser
el responsable de la muerte de 7 personas en las condiciones
espeluznantes que se dieron en la comisaría de Pergamino, es menos grave
que ser un vendedor senegalés que trata de sobrevivir en la calle
revendiendo lo que le compra a otro que a su vez le compra a otro, que
ese sí va preso por infracción a la Ley de marcas. O el propio Daniel
Ruiz del que hablábamos antes, o las miles de personas presas por robo
simple.
Creo que Myriam Bregman es la mejor diputada que podemos tener
M.H.:
Repasamos algunos temas, quedan muchos afuera pero no quiero dejar
pasar la oportunidad porque además de tu tarea militante en el plano
jurídico, sos candidata a diputada nacional por el FIT Unidad en
representación de tu fuerza política Poder Popular-Corriente de
Izquierda. ¿Qué expectativa tenés desde el punto de vista electoral? Si
llegaras a acceder a la Cámara de diputados ¿cuáles serían tus proyectos
legislativos?
M.C.V.: En relación a las elecciones
de octubre el objetivo que tenemos como FIT Unidad es lograr que Myriam
Bregman que encabeza la lista de diputadas nacionales, acceda al
Congreso. Sería la primera vez desde 2001 cuando fue electa Patricia
Walsh, que la izquierda tendría una banca por la Ciudad de Buenos Aires
en el Congreso Nacional. Las que ha habido hasta ahora han sido por
otras provincias. Siempre falta ese puchito de porcentaje para llegar a
lo necesario en CABA, por eso creemos que es tan importante la patriada
que se juega Myriam que tenía absolutamente asegurada su banca en la
Legislatura local, de aceptar encabezar esta lista.
Yo
personalmente creo que es la mejor diputada que podemos tener, con la
experiencia, con la garra y la fuerza que tiene y con el trabajo de
equipo que venimos desarrollando. Myriam decía al respecto que está en
una lista en donde estamos todas sus amigas, porque encabeza la lista a
legisladoras Alejandrina Barry, y Myriam y yo tenemos una historia de
más de 25 años de compartir defensas de presos políticos, de luchadores y
luchadoras represaliados, de militar causas de gatillo fácil, de pelear
las causas de lesa humanidad, de denunciar todas las políticas
represivas de cada gobierno. Y en ese sentido venimos planteando de
conjunto, y pensando en lograr tener una diputada, sabemos que no vamos a
lograr cambiar el sistema e instaurar el socialismo por tener una
diputada, pero aun así, hay cuestiones de emergencia concretas por las
que mañana va a estar movilizada toda la Ciudad de Buenos Aires, por la
emergencia alimentaria, por las cooperativas, por el salario, por la
prohibición de los despidos, por las becas y comida digna en las
escuelas, etc. Así como está ese programa de emergencia que implica por
supuesto el no pago de la deuda, porque la deuda es con el pueblo y no
con el FMI, como decía la movilización enorme de la semana pasada;
también en el ámbito anti represivo y de Derechos Humanos, hay cosas que
a pesar de no entrarle profundamente al cambio del sistema, nos
modificarían muchísimo la calidad de vida.
Por ejemplo,
nosotros declaramos nuestra postura abiertamente pero ninguna de las
otras fuerzas, inclusive la que tiene más chances de llegar a la Casa
Rosada se ha pronunciado y exigimos saber qué van a hacer con la
doctrina “Chocobar”. ¿Van a derogar la resolución que autoriza el uso de
arma de fuego por la espalda de las fuerzas de seguridad federales
contra cualquier persona que esté desarmada, huyendo? ¿Qué van a hacer
con la reforma del Código Penal que normativiza para todo el país la
doctrina “Chocobar” en el artículo 34 con una especie de excusa
absolutoria? ¿No es delito lo que haga un policía, un gendarme o un
prefecto con su arma reglamentaria? ¿Lo van a votar cuando se trate?
¿Qué van a hacer con la baja de punibilidad de niños, niñas y
adolescentes? ¿Van a votar el proyecto del macrismo que la baja a 15 o
la del massismo que la baja a 14? ¿O no van a votar ninguna de las dos y
van a empezar a construir escuelas, canchas de fútbol y clubes de
barrio en vez de construir cárceles para pibes como la que se está
haciendo en Parque Patricios? ¿Qué van a hacer con las detenciones
arbitrarias? ¿Van a seguir mandando a todas las fuerzas a patrullar los
barrios y detener pibes y pibas por cualquier motivo o van a cumplir con
la condena que tiene la Argentina desde el 18 de septiembre de 2003 por
el caso Bulacio en la CIDH que condenó al Estado argentino y ningún
gobierno la cumplió hasta ahora? Derogar todo ese sistema de normas y
prácticas como averiguación de antecedentes, contravenciones, faltas y
razias. Esto es solo para empezar, algunas de las cosas con las cuales
claramente sería distinta nuestra calidad de vida en ese aspecto.
Yo creo que este es un año que ha estado marcado a fuego por esta
tensión entre quienes nos decían “Hay 2019” el año pasado y boicotearon
las movilizaciones populares de las jornadas del 14 y 18 de diciembre de
2017, entre quienes después nos dicen que hay que esperar a octubre,
luego a diciembre, como si mágicamente se fueran a resolver todos los
problemas estructurales que deja el macrismo, porque para eso vino, para
modificar a fondo la relación capital trabajo en la Argentina y lo
mismo ha hecho con toda la estructura represiva en función de ese plan
de ajuste y saqueo.
El otro día veía una pintada que decía “No
fue un plan de fracaso, sino que fue un saqueo exitoso” y de eso no hay
ninguna duda. Entonces la tensión entre esas posiciones y la
desesperación de la gente que por primera vez en décadas tiene que
pensar si comprar un litro de leche, un pan de manteca, donde comprar un
paquetito de queso rallado es un lujo estrambótico, pensar en cualquier
alimentación mínimamente razonable es un presupuesto inalcanzable para
una enorme mayoría de los y las trabajadoras y sabemos que eso solo se
va a resolver no si somos capaces de esperar a diciembre para que Macri
se vaya por el mero recambio institucional, sino para derrotarlo en las
calles, en la movilización permanente sin aflojarle, exigiendo todas
esas medidas para este plan de emergencia, como se va a seguir haciendo
de acá a octubre y de octubre a diciembre. Independientemente de que
después las reglas del funcionamiento institucional vuelvan con un
adelantamiento del traspaso como tuvo que hacer Alfonsín con Menem
porque no daba para esperar a la fecha establecida.
Para
resumirlo, yo creo que el fuera Macri, fuera el FMI se concreta no solo a
través de la expresión en las urnas, donde vemos la necesidad de que la
izquierda tenga un espacio para decir estas cosas en los ámbitos
legislativos, sino fundamentalmente dando la pelea en las calles.
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