Leonardo Boff sobre el Sínodo para la Amazonia
El Vaticano reunirá
entre el 6 y el 27 de octubre cerca de 300 personalidades –entre las
cuales 110 obispos latinoamericanos, de Bolivia, Brasil, Colombia,
Ecuador, Perú y Venezuela- para participar en el Sínodo “Amazonía,
Nuevos Caminos para la Iglesia y para una Ecología Integral”. Una
convocatoria trascendente para el futuro de la Iglesia, tal como lo
señala el pensador y militante social brasilero Leonardo Boff, uno de
los padres fundadores de la Teología de la Liberación. Como lo analiza
en esta entrevista exclusiva, Boff percibe la posibilidad, como
resultado de este cónclave, de un reforzamiento de la postura de la
Iglesia frente al cada día más vigente tema ecológico. Y, al mismo
tiempo, la oportunidad para incorporar cambios importantes al interior
mismo de la institución.
P:
Entre el 6 y el 26 de octubre se realizará en Roma, el Sínodo para la
Amazonia, ¿cuál es su visión sobre la importancia que puede tener esta
convocatoria vaticana?
Leonardo Boff: La percibo como una
oportunidad única que tiene el Papa Francisco para hacer cambios. Los
que desde el centro del poder religioso en el Vaticano no podría hacer
jamás. En primer lugar, subraya el carácter sinodal del encuentro, es
decir, las decisiones dependen de todos los participantes, incluso de
los pueblos originarios. El texto es claro: no se trata de convertir a
las culturas, sino de evangelizar en las culturas, de forma que pueda
nacer una Iglesia nueva con rostro indígena, con su sabiduría ancestral,
con sus ritos y hábitos. En este contexto promueve la discusión sobre
la oportunidad de consagrar para el ministerio laico, a casados e
indígenas que van a convivir en esas comunidades lejanas. Y, también,
sobre un ministerio oficial de las mujeres. Hay obispos que proponen no
referirse a “viri probati” (ndr. Hombres de carácter probado) sino a “personae probatae” (ndr. persona de carácter probado), con la posibilidad de ampliar el sacerdocio a las mujeres.
P: No faltan sectores en la iglesia jerárquica conservadora que, desde
antes de comenzar el Sínodo, ya han comenzado a alzar sus voces contra
ciertos contenidos propuestos para el debate…
LB: Aquellos
que, en Europa y Estados Unidos, a raíz de las afirmaciones del texto
básico, acusan al Papa de herejía, son los mismos que viven como rehenes
del paradigma europeo, olvidándose que el cristianismo actual nació de
la incorporación de la cultura griega, romana y germánica. ¿Por qué no
permitir que hoy nuestros pueblos puedan hacer lo mismo? Por detrás de
las acusaciones al Papa se esconde una cuestión de poder. Los que le
acusan, no aceptan la emergencia de otro tipo de Iglesia, de iglesias
más vitales y más numerosas, con sus teologías y liturgias. Finalmente,
es importante recordar que los católicos en las Américas somos mayoría
con 62%, mientras los europeos son solamente 25% de todos los católicos
en el mundo. Aquí se da una verdadera eclesiogenesis (ndr: remite a su libro Eclesiogenesis, las comunidades de base reinventan la iglesia),
el nacimiento de una verdadera Iglesia, católica y con otro rostro. Hay
algunos cardenales – como los dos alemanes y un norteamericano que se
pronunciaron públicamente - que no aceptan tal visión, tal nacimiento.
Quieren mantener la hegemonía del tipo de Iglesia romano-católica, ahora
agónica y con poca irradiación en el mundo. El Papa Francisco
representa este tipo nuevo de Iglesia con otra visión del ejercicio del
poder sagrado, sencillo, evangélico, sin hacer hincapié en doctrinas y
dogmas sino en el encuentro vivo con Jesús. Asumiendo su ejemplo porque,
dijo, vino para enseñarnos a vivir el amor incondicional, la
solidaridad, la compasión, la apertura total a Dios-Papaíto (ndr: Dios
Papi, Tata).
P: Visión de proximidad, de camino común, que se
refuerza además en el hecho que este Sínodo prioriza la Amazonía, una
región hoy muy sensible para todo el equilibrio ecológico planetario y
hoy, sumamente amenazada…
LB: Sí…El Papa eligió la Amazonía
como temática porque sabe de su importancia para el equilibrio de la
Tierra y para el destino común Tierra-Humanidad. Ella tiene un rol
decisivo para el futuro de la vida. Por eso que quiso que el Sínodo se
celebrara en Roma, para que toda la humanidad pudiera acompañar las
discusiones y tomar conciencia de la grave crisis por que pasa el
sistema-Tierra y el sistema-vida.
P: ¿Participará Usted en dicho Sínodo?
LB: No fui invitado. Hay que reconocer que soy una figura polémica para
muchos obispos, a pesar de todo el apoyo que le di al Papa Francisco y
del apoyo que yo personalmente recibí de su parte. Pero colaboro con
textos, algunos enviados directamente al Papa y otros al grupo Amerindia
(una articulación de muchos grupos de la Iglesia Latinoamericana) que
estará presente en Roma.
P: ¿El Sínodo es un paso inteligente, oportunista,
de la Iglesia Católica Romana ante la gravedad de la situación
ambiental o, sobre todo, una manera de recuperar tiempo perdido en la
defensa ecológica de la Tierra?
LB: La Iglesia Católica,
finalmente, despertó para abrirse al problema ecológico integral, lo que
ya el Consejo Mundial de Iglesias había asumido muchos años atrás con
el lema: Justicia, Paz y Preservación de la Creación. La Encíclica Laudato si
del 2015 sobre el cuidado de la Casa Común representa este viraje de la
Iglesia Católica. No se trata de un texto para los cristianos, sino
para toda la humanidad. Ni se reduce a una ecología verde, sino
integral, cubriendo lo ambiental, lo social, lo político, lo cultural,
lo cotidiano y lo espiritual. Con este texto el Papa se pone en la punta
de la discusión mundial sobre la ecología. Hasta ahora la Iglesias eras
más un problema que una solución para la situación de la Tierra. Ahora
ofrecen, desde su riqueza espiritual, una contribución de gran calidad.
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