Bernie Sanders, a la cabeza
Trump se impone sin problemas en el caucus del Partido Republicano
▲ Partidarios del senador Bernie Sanders durante la votación en Des Moines, Iowa.
Nueva York. Arrancó este lunes en Iowa el ciclo electoral
formal que determinará el nombre del candidato demócrata que enfrentará
a Donald Trump en los comicios presidenciales en noviembre, pero graves
fallas técnicas no sólo demoraron los resultados sino que provocaron
dudas sobre su confiabilidad, y con ello, hasta el cierre de esta
edición, no había resultados oficiales.
Según los últimos sondeos, tendencias y algunos resultados
preliminares, el pronóstico era una pugna cerrada entre por lo menos
cinco de los 11 candidatos demócratas (sólo siete se enfocaron en Iowa),
con el senador Bernie Sanders a la cabeza, seguido por la senadora
Elizabeth Warren, el alcalde Peter Buttigieg, y el ex vicepresidente Joe
Biden y la senadora Amy Klobuchar en el grupo de la delantera.
Al parecer una aplicación del Partido Demócrata no funcionó, y el
sistema de respaldo que eran líneas telefónicas para reportar los
resultados al partido estatal tenía demoras extensas y había
inconsistenciasen los reportes que se estaban resolviendo. Con ello, más de tres horas después de abrirse el proceso había cero resultados oficiales, dejando a todos los medios sin nada qué reportar. Hace cuatro años, se contaba con casi 90 por ciento de los resultados a esa hora.
Cada cuatro años, Iowa cobra de pronto una importancia exagerada en
el panorama político nacional al ser el primer estado en realizar
elecciones internas para empezar el proceso de coronar al eventual
candidato presidencial de cada partido.
Pero Iowa es un estado poco representativo del país, con una
abrumadora población blanca (aunque con una población latina que ha
crecido), y su proceso electoral interno es casi único en Estados
Unidos. En lugar de una elección primaria que emplean la gran mayoría de
los estados, Iowa usa un sistema de caucus, donde en más de mil 600
sitios se realizan asambleas locales para votantes demócratas y otra
paralela para republicanos, la cual ganó ayer sin competencia Trump.
Después de un proceso complicado (que no vale la pena describir) se
determina cuántos de los 41 delegados en total que otorga el estado
estarán en la Convención Nacional Demócrata comprometidos con el
ganadoro los
ganadores, pues a veces se genera más de uno.
Todos los principales medios nacionales y varios internacionales han invadido a Iowa para conocer la opinión de los ciudadanos
comunes–los cuales quedarán ignorados y olvidados al concluir esta noche– que por este evento se vuelven los primeros jueces de la contienda.
Siete de los 11 candidatos demócratas compitieron en Iowa con
posibilidades reales, con otros –entre ellos el multimillonario Michael
Bloomberg– sencillamente enfocando sus recursos en las próximas
contiendas.
Ahora todo el circo electoral se traslada a Nuevo Hampshire, estado
aún menos representativo, demográfica y geográficamente (por ser de los
más pequeños), que realizará la primera elección primaria la próxima
semana.
Con el arranque de esta contienda se intensificará la pugna entre
demócratas, así como el gran debate entre el presente y futuro del
partido y de este país que ha detonado la campaña por ahora formidable
de Sanders. El senador socialista democrático está ganando en varios
rubros: alcanzando al representante del establishment del
partido, el ex vicepresidente Joe Biden en encuestas nacionales, en
primer lugar en muchos primarias claves, y que cuenta con más donantes
individuales (más de 1.5 millones con los maestros como el grupo más
grande entre ellos), y más dinero que todos menos los dos
multimillonarios que se están autofinanciando. Más aún, es el candidato
preferido por los jóvenes, quienes si elevan su tasa de participación
serán claves en la elección general también.
Las encuestas indican que Sanders ganará Nuevo Hampshire por amplio
margen, y su campaña usará los resultados de los concursos en estos
primeros dos estados para nutrir el ímpetu en las preferencias
nacionales.
Con esto apenas comienza el ciclo de elecciones primarias en los 50
estados durante los próximos cincos meses, con cada candidato buscando
acumular delegados que otorga cada estado. El número mágico para coronar
el candidato demócrata en la Convención Nacional es mil 990.
Mientras, todos esperarán el anuncio de quién ganó los 41 delegados de Iowa.
El juicio político
En Washington los diputados-fiscales y los abogados
defensores presentaron sus argumentos finales en el juicio político a
Donald Trump –acusándose mutuamente de poner en riesgo la democracia
estadunidense–, y al concluir nada cambió de lo que será la culminación
de este proceso histórico mañana: la exoneración del acusado.
La delegación de siete diputados que funcionaron como fiscales en el
tercer juicio político de un presidente en la historia del país,
resumieron la evidencia de los dos cargos contra Trump, abuso de poder y
obstrucción al Congreso, para concluir que el mandatario es una amenaza
para la democracia.
“Ha traicionado nuestra seguridad nacional, y lo hará de nuevo. Ha
minado nuestras elecciones, y lo hará de nuevo… La verdad le importa
poco, y le importa aún menos lo correcto, y la decencia le importa
nada”, argumentó el diputado Adam Schiff, jefe de los
diputados-fiscales.
Los abogados defensores, en su turno ante el Senado convertido en tribunal, insistieron en que el impeachment fue una jugada partidista. Pat Cipollone, el jefe del equipo de abogados de Trump, reafirmó el argumento de la Casa Blanca:
Al final del día, esto es un esfuerzo para revertir los resultados de una elección e intentar interferir en la próxima, que hoy da inicio en Iowa.
Ambos lados sabían que sus argumentos ya no cambiarían nada en el
veredicto, el cual será votado y emitido mañana. Trump será absuelto
gracias a que su partido tiene la mayoría en la cámara alta, y a que
casi toda su bancada se ha mantenido fiel, y por lo tanto no se logrará
el requisito de dos tercios del Senado (67 votos) para condenar al
presidente.
Ahora, por primera vez, un mandatario que ha sido formalmente acusado de cargos que ameritan su destitución –impeachment– estará buscando su relección.
Sin embargo, aparecerá hoy ante el Congreso para rendir su informe a la nación, como un presidente impeached y aún bajo juicio.
Una coalición de organizaciones nacionales anunció planes para llevar
a cabo más de 160 protestas en Washington y en todo el país, en repudio
a la exoneración y acusar a los legisladores republicanos de
traicionaral pueblo estadunidense. Por ahora, todos tendrán que esperar el veredicto sobre el gobernante en las elecciones presidenciales, cuyo veredicto será emitido en noviembre próximo.
Foto Afp
David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
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