Debut de Bloomberg
▲ En el orden acostumbrado, Michael Bloomberg, Elizabeth Warren, Bernie Sanders, Joe Biden, Pete Buttigieg y Amy Klobuchar.
Las Vegas. Seis aspirantes a la nominación presidencial
demócrata se midieron anoche en un áspero y crucial debate en Nevada,
tres días antes de que los votantes del estado diriman su apoyo en la
ajustada contienda por la Casa Blanca. El debut del multimillonario ex
alcalde de Nueva York Michael Bloomberg y la posibilidad de que Bernie
Sanders remonte al resto de aspirantes tornaron el encuentro en un tenso
duelo en el cual los precandidatos se saltaron las normas de civilidad y
no perdieron oportunidad para atacarse.
El caucus de Nevada será la tercera prueba de los demócratas para
encontrar al candidato que retará al presidente Donald Trump en la
elección del 3 de noviembre.
Las dos primeras arrojaron un veredicto dividido, con un apretado
triunfo de Pete Buttigieg en Iowa, y otro igualmente ajustado, pero de
Bernie Sanders en Nuevo Hampshire.
En un torneo caracterizado por acalorados intercambios, primero los
demócratas se esforzaron en argumentar por qué cada uno es el candidato
más adecuado para
sacar a Trump de la Casa Blanca.
En el noveno debate, los aspirantes se concentraron en dirigir sus
ataques a quien lidera los sondeos: Sanders, quien se define como un
socialista democrático, pero Bloomberg, a quien la inversión de sumas astronómicas en publicidad lo catapultó al tercer lugar en la intención de voto de los demócratas en apenas tres meses, también fue blanco de duros cuestionamientos.
Buttigieg llamó a no elegir entre un socialista que cree que el
capitalismo es la causa de los males y destrozará al partido, en
referencia a Sanders, y uno que quiere usar el dinero para comprar el
partido, en alusión a Bloomberg.
Agregó que, a diferencia de Sanders, él busca empoderar a los trabajadores sin quitar nada a nadie.
Obligado al igual que Bloomberg a defenderse de manera constante,
Sanders replicó que ya es tiempo de que la clase trabajadora de Estados
Unidos tenga más poder en Washington.
Los aspirantes también acusaron a Sanders de querer quitar seguros
médicos privados a los ciudadanos con su propuesta de adoptar un sistema
de salud universal.
Sanders respondió que nunca firmaría algo que quite los beneficios
que la población ya tiene, sino que él lucha por que se expandan a más
personas.
Como se esperaba, el ex alcalde neoyorquino recibió ataques por sus
políticas del pasado, que no haya presentado su declaración de
impuestos, y comentarios inapropiados que realizó sobre cuestiones de
género, en este debate realizado en Las Vegas.
Una encuesta del Washington Post-ABC News otorgó a Sanders
32 por ciento de apoyo, ventaja de dos décimos, y por delante del ex
vicepresidente Joe Biden, con 16 por ciento, y de Bloomberg, con 14. En
cuarto lugar está la senadora progresista Elizabeth Warren con 12 por
ciento, seguida de otros dos centristas; el ex alcalde Buttigieg, con 8
puntos, y la senadora Amy Klobuchar, con 7 por ciento.
Sanders encabeza los sondeos entre el gran bloque de votantes latinos
del estado, pero su mayor desafío será obtener seguidores más allá de
los convencidos e ilustrar los ataques de sus rivales como señal de su
creciente desesperación.
Del lado republicano, Trump anunció que el embajador en Alemania,
Richard Grenell, se convertirá en director interino de inteligencia
nacional. Sería el primer homosexual declarado en el gabinete del
magnate.
El secretario de Justicia, William Barr, comentó a sus allegados que
piensa renunciar porque Trump no hace caso a su advertencia de dejar de
tuitear sobre casos del Departamento de Justicia, informó un funcionario
a la agencia de noticias Ap.
Foto Afp
Afp, Ap, Notimex y Reuters
Periódico La Jornada
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