Dirigente cívico lanza ultimátum al mandatario
Realizar otros comicios en Bolivia con un nuevo tribunal electoral, exige el ex candidato Carlos Mesa
▲ Mitin convocado el fin de semana por el Comité Nacional de Defensa de la Democracia al comenzar la segunda semana de
una huelga cívicaen Santa Cruz, Bolivia, contra el resultado de las elecciones del 20 de octubre.
La Paz. El presidente de Bolivia, Evo Morales, relecto
para un cuarto mandato en los comicios del 20 octubre, afirmó ayer que
sus rivales quieren
muertoscuando piden el apoyo a los militares en la pugna política.
Los opositores
están buscando muertos que vengan de la policía y las fuerzas armadas, declaró el gobernante horas después de que un influyente líder opositor regional llamó a los militares a intervenir en la crisis política.
El que pide la intervención militar está pidiendo sangre; está pidiendo muerte, declaró por su parte el ministro de Gobierno, Carlos Romero.
En un mitin multitudinario el sábado por la noche, Luis Fernando
Camacho, dirigente del Comité Cívico, poderosa entidad civil de la rica
región oriental de Santa Cruz, lanzó un ultimátum a Morales para que
renuncie en 48 horas y llamó a los militares a colocarse
al lado del pueblo.
Romero afirmó que el llamado de Camacho
coincide con información de inteligencia que señala que hoy en horas de la noche se estaría preparando una acción violenta y confrontacional hacia la plaza Murillo, donde está la casa de gobierno en La Paz.
Por su parte, el candidato opositor y ex presidente Carlos Mesa
exigió ayer la realización de nuevos comicios con un renovado tribunal
electoral como vía para salir pacíficamente de la crisis.
La mejor solución, en las actuales circunstancias, es realizar otra elección administrada por un nuevo órgano electoral que sea imparcial y con la observación rigurosa de la comunidad internacional, declaró Mesa al término de una asamblea nacional de su partido Comunidad Ciudadana.
Además,
convocamos a mantener la movilización unida y activa, siempre en términos de la paz y la no violencia, agregó Mesa, quien quedó segundo en los comicios y gobernó Bolivia de 2003 a 2005.
Camacho es el primer político boliviano que llama a la intervención
de los militares en esta crisis, pero sus declaraciones podrían
considerarse
sedición, delito castigado en el Código Penal boliviano, explicó a la agencia Afp un experto legal.
La intromisión de los militares es un tema altamente sensible en
Bolivia, que antes de 1982 conoció frecuentes cuartelazos y dictaduras
militares. Hasta ahora, las fuerzas armadas se han mantenido al margen
de la controversia poselectoral.
Morales denuncia desde hace una semana que la oposición intenta derrocarlo mediante un
golpe de Estado, por lo que convocó a sus seguidores a
defender la democraciay anunció una
reunión de emergenciapara este lunes con los sindicatos que lo respaldan.
Camacho no dijo qué acciones emprenderá con sus partidarios.
Las elecciones han polarizado al país andino entre quienes apoyan al
mandatario, en el poder desde hace casi 14 años, y quienes rechazan su
continuidad.
Marchas a favor y en contra, bloqueos, ciudades paralizadas por huelgas y cacerolazos nocturnos contra Morales en las ciudades de La Paz, Santa Cruz y Cochabamba mantienen en vilo al país desde hace dos semanas.
La manifestantes aseguran que el mandatario izquierdista indígena ganó los comicios cometiendo
fraude. El sistema de conteo rápido estuvo paralizado 20 horas y al reanudarse arrojó un drástico e inexplicable cambio de tendencia, indicaron observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Desde que comenzaron las protestas, al día siguiente de la votación,
se han registrado dos muertos, 191 detenidos y unos 140 heridos, indicó
la Defensoría del Pueblo.
La incertidumbre sobre una auditoría electoral de la OEA, que comenzó
el jueves, aumentó tras la sorpresiva renuncia del jefe de la misión
del organismo continental, el mexicano Arturo Espinosa, tras admitir que
publicó artículos críticos sobre Morales.
Los embajadores de España, Carmelo Angulo, y de México, María Teresa
Mercado, acompañarán la auditoría de la OEA a los comicios de Bolivia, a
petición de las autoridades locales, tuiteó el canciller Diego Pary.
La oposición rechaza la auditoría de la OEA, pues afirma que se trata de
una maniobra distractora para mantener a Morales en el poder.
Desde La Habana, donde está de visita, el presidente de Venezuela,
Nicolás Maduro, aseguró haber resistido con éxito varios ultimatos para
sacarlo del poder y auguró que su aliado Morales también saldrá airoso.
Foto Afp
Afp y Ap
Periódico La Jornada
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