Reiteró al respecto la conveniencia de regionalizar la UTU, porque "debe masificarse en el escenario productivo por excelencia que es el interior del país".
Cuesta vencer la inercia, pero se puede. Hay que ser más creativos. No es sencillo porque hay otra entelequia: el sistema. Se construye una pirámide insoportable que todo lo gobierna desde una oficina central, alegó.
En su habitual alocución radial, Mujica que a muchos de los jóvenes que egresan de la enseñanza primaria "no les ofrecemos otra cosa que un ciclo básico (de secundaria) hecho desde la academia pensada desde Montevideo para todo el país".
Tras señalar que hay intelectuales que no saben cambiar una rueda de un automóvil, insistió en la necesidad de defender el ejercicio de oficios manuales agrarios e industriales.
El presidente subrayó que "las manos no se usan para otra cosa que para escribir" y sostuvo la necesidad de que las próximas generaciones de uruguayos sean "más hábiles, más diestras, más capaces tecnológica e intelectualmente".
En esos tres o cuatro años de ciclo básico, a muchísimos "gurises" (muchachos) los perdemos porque se aburren, porque se sienten estigmatizados, que no sirven, empiezan a quedar excluidos desde lo formal, contribuimos a expulsarlos y a que se sientan fracasados, dijo.
Hay una dicotomía en los hechos, se separa el pensar del hacer, al sujeto que piensa del que hace. Se crea una tácita jerarquía en contra del trabajo manual, como diciendo que usar las manos no significa desarrollar creación, agregó.
Hay que ir al ejercicio de oficios manuales agrarios e industriales de entrada, con coraje y decisión, y sumar los rudimentos indispensables, dijo Mujica.
Y si, a posteriori en el proceso de formación, apelan a ir a más, hay que tener otras ofertas, pero no podemos seguir tratando igual a lo que es distinto, planteó.
pgh/jl
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