Una mirada sobre la persecución de los defensores ambientales en México
“No estamos pidiendo muchas cosas.
Procesos de paz, mesas de diálogos, información. Pero ante un Estado
autoritario parece que eso es mucho”, dijo la activista Rosalinda
Hidalgo, del Movimiento Mexicano de Afectados por las Presas y en
Defensa de los Ríos de México (MAPDER).
“El crimen de Noé Vázquez fue un mensaje claro
de que quienes se movilizaran iban a tener eso. Ese asesinato puso un
punto de partida de cómo pueden actuar. Los asesinos materiales se
encuentran en la cárcel pero no los intelectuales”, agregó la integrante
de la Asamblea Veracruzana de Iniciativas y Defensa Ambiental (LAVIDA).
Pero “no nos hemos callado, al contrario, hemos alzado más la voz”.
Hidalgo hizo estas declaraciones en un foro público sobre
“Alternativas y Cambio de Paradigma”, realizado en la ciudad mexicana de
San Cristobal de las Casas, estado de Chiapas, del 3 al 6 de mayo, y
organizado por Otros Mundos Chiapas – Amigos de la Tierra México. Fue en
el marco de la Escuela de la Sustentabilidad de Amigos de la Tierra de
América Latina y el Caribe (ATALC).
Noe Vázquez fue asesinado el 2 de agosto del año pasado, cuando
preparaba la ceremonia de inicio del décimo encuentro del MAPDER en el
estado de Veracruz, movimiento que celebraba diez años de lucha y
resistencia en contra de la privatización de los cursos de agua en
México.
En ese entonces Radio Mundo Real reportó que Veracruz se encontraba en
estado de tensión por la resistencia a la construcción de diversas
represas concesionadas por el gobierno federal, inclusive en la zona de
la comunidad donde se desarrolló el encuentro del MAPDER, Amatlán de los
Reyes.
Según Hidalgo, en México hay más de 580 proyectos de presas que
“corresponden al modelo energético que pretende establecer el gobierno
mexicano”, y sólo en Veracruz hay más de 100, “lo que significa que son
más de 100 conflictos socioambientales”.
Para la activista, el asesinato de Vázquez marcó un punto de
referencia en la escalada de persecución a los defensores ambientales. A
la hora de hablar de Veracruz, la cataloga como una zona en buena parte
controlada por el crimen organizado y sus diversas formas, donde además
de las amenazas ambientales más tradicionales (actividad petrolera y
deforestación), se han sumado otras como la minería, el fracking y las
hidroeléctricas, con un Estado “corporativo y clientelar”.
En ese clima de hostigamiento y asesinatos de defensores de la
naturaleza, Hidalgo destacó el rol de los medios de comunicación
alternativos, que son “herramientas para la defensa de las personas”. La
luchadora destacó el freno a tres megaproyectos. “Vemos que no son
invencibles. La movilización modifica los discursos de poder, pero
también las prácticas”.
Sobre el final de su presentación en San Cristobal de las Casas,
Hidalgo estableció una clara analogía entre la persecución a los
activistas ambientales en México, con lo que ocurre con sus colegas en
Colombia y en Centroamérica en general. “Sin embargo, vemos los logros
que hemos tenido, la lucha ha valido la pena. Es un punto de partida
para crear nuevas sociedades, para configurar territorios políticamente
democráticos. Vamos a tardar sí, pero ya estamos comenzando, y esperemos
que al final no sea tan largo”, subrayó.
Fuente > De vida o muerte
Radio mundo real
Imagen: corresponsalesdelpueblo.bligoo.com
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