El
Gobierno de Argentina destacó el miércoles que la reciente decisión de
la Justicia estadounidense sobre el caso de los llamados ‘fondos
buitre’ "pone en riesgo” a Argentina y a su economía.
"Argentina quiere seguir pagando su deuda reestructurada pero no la dejan. Es un caso inédito, insólito, porque nos han impuesto determinadas condiciones que ponen en riesgo no ya la reestructuración, sino la economía en su conjunto, ponen en riesgo al país", así lo declaró el ministro argentino de Economía, Axel Kicillof, durante el discurso que pronunció frente a los miembros del Grupo de los 77 (G77), más China, en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York (noreste de EE.UU.).
Criticando la postura de la Justicia estadounidense, Kicillof enfatizó que su Gobierno cumplirá con todos sus compromisos sobre estas deudas y “está dispuesto a negociar de buena fe”.
"El Gobierno al que pertenezco no adquirió la deuda, el Gobierno al que pertenezco no fue al default, el Gobierno al que pertenezco lo que hizo fue normalizar las relaciones financieras con mucho esfuerzo", aseguró el titular argentino.
Por otra parte, advirtió que si la Justicia estadounidense no suspende su veredicto, las negociaciones entrarán en una hoja de ruta más complicada.
En esta cita, el ministro argentino recibió el apoyo de los embajadores de varios países, como La India, Brasil, Paquistán y Egipto.
Esta intervención por parte de Kicillof se realizó en momentos en que el país suramericano espera la respuesta del juez Thomas Griesa sobre la suspensión de la ejecución de la sentencia del pasado 16 de junio y busca una instancia de negociación con dichos fondos, a fin de hallar un mecanismo que impida al Estado argentino ingresar a una nueva suspensión de pagos.
El 16 de junio, la Justicia estadounidense rechazó la apelación argentina contra el fallo del juez federal Thomas Griesa, por lo que Buenos Aires está condenado a pagar 1330 millones de dólares a los fondos de inversión, que se negaron en 2005 y 2010 a la renegociación de la deuda aceptada por el 92,4 % de los acreedores.
myd/anz
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