De acuerdo con la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado, existe un número creciente de menores empleados de forma ilegal por los dueños de fincas meloneras, mientras, otros tantos son utilizados en la fabricación de cohetes.
La integrante del departamento de los Derechos de la Niñez y Adolescencia de la organización Ninfa Alarcón explicó a los medios de comunicación que el empleo clandestino de menores en fábricas de cohetes es una de las prácticas más peligrosas, pues el trabajo con pólvora pone en peligro la vida de los niños.
La Oficina de Derechos Humanos pidió al gobierno asumir políticas más responsables para evitar el empleo de menores y fomentar estrategias educativas más sólidas en todo el país.
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