Patricia Barba Ávila
"Te invitamos a dibujar tu amor por México", campaña del Senado dirigida a los niños.
"...la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, que preside Raúl Plascencia Villanueva, hace un llamado a los gobiernos, empresarios y sociedad civil, a tomar conciencia y sensibilizarse para mejorar y ampliar la protección social y la educación de la niñez y evitar contratar esa mano de obra." CNDH
"...la CNDH no debe reaccionar en pro de su imagen, sino en beneficio de las víctimas". Alejandro Solalinde
Las cifras relativas al trabajo infantil en México son, por decirlo suave, espeluznantes y reflejan que el grupo gerencial instalado en el país con el apoyo del poder financiero dentro y allende las fronteras, se ha dedicado a "gobernar" desde las pantallas y micrófonos de la mediocracia oficiosa, tal como lo podemos advertir en las campañas desplegadas tanto del Senado como de la CNDH, entre otras instituciones usurpadas por la mafiocracia salinista.
Estadísticas: alrededor de 3.5 millones de niños trabajan, muchos de ellos en condiciones de virtual esclavitud --tal como ocurre en el Valle de San Quintín, Baja California.; el 13% de la población infantil padece de desnutrición crónica y, además, México ocupa un glorioso cuarto lugar mundial en obesidad infantil, además de que 6 de cada 10 niños sufren maltrato en su entorno familiar y escolar. Las causas son varias, sin embargo, es indiscutible que casi todas se derivan de un entorno socioeconómico deplorable propiciado por el neoliberalismo que sentó sus reales en el país desde la década de los 80 con la administración de Miguel de la Madrid.
Esta es una cruda muestra de lo que vive un niño esclavo mexicano:
La primera vez que Gabriel se puso una mochila a cuestas no fue para ir a la escuela. Tenía 14 años y se le encajaba en la espalda, pesada. En ese entonces andaba a pasitos lentos entre unos surcos de frutos en un campo agrícola en Sinaloa. Su horario comenzaba a las seis de la mañana y a veces podía terminar a la una de la madrugada, recuerda que el mayordomo exigía más y más. “Nos esclavizaba con tal de ganar”. Cuando Gabriel fumiga “toda la espalda se te descarapela” y cuando el viento viene a contracorriente, la estela de veneno que va rociando se regresa a su cara. Entonces siente un ardor que quema y quisiera arrancársela.
La cachetona campaña del "H" (no por honorable sino por hipócrita) Senado en la que exhorta a los niños a "dibujar su amor por México" es tan estulta como ofensiva si consideramos que la Nación llamada México es, en esencia, el conjunto de todos los seres humanos que habitan a lo largo y ancho de los casi 2 millones de km2 de territorio nacional. Es decir, el amor por México no se manifiesta, ciertamente, en los trazos que hagan en un papel los niños cuyos padres caigan en esta grosera engañifa de senadores que como Emilio Gamboa Patrón, han sido denunciados por su involucramiento en la red de pederastia y tráfico de niños de Jean Succar Kuri y Kamel Nacif, además de ser uno de los más entusiastas impulsores de aprobación de las leyes secundarias de una de las reformas más nocivas de que se tenga memoria: la energética, cuyo impacto en la ya maltrecha economía de 60 millones de mexicanos --y contando-- será demoledor.
Como muchos sabemos, bajo el sexenio de Salinas de Gortari no sólo se firmó el fatídico TLC con George Bush Sr., sino que fueron paridos entes como la Comisión Nacional de Derechos Humanos por decreto del 6 de junio de 1990, para edulcorar el amargo paquetazo neoliberal recetado al pueblo mexicano por y para beneficio de El Cartel Financiero Internacional. El transcurrir del tiempo nos enseñaría la verdadera esencia y objetivos del andamiaje diseñado expresamente para la destrucción de la Nación que alguna vez fuimos.
Las críticas del Padre Solalinde a la CNDH se refieren a una constante en la vergonzante actuación de este elefante blanco que consume anualmente el presupuesto más oneroso del mundo en el ámbito de los derechos humanos mientras que el50% de los ciudadanos mexicanos viven en pobreza y el 25%en miseria extrema que, eventualmente, les genera la muerte por inanición y enfermedades curables no atendidas. Y dentro de estos terribles porcentajes se encuentran, por supuesto, millones de niños que, claro, son muy afortunados porque el Sr. Plascencia y sus antecesores, se desgarran sus mediáticas vestiduras con histriónicas declaraciones sobre su "preocupación por los derechos de los niños y ¡ojo! niñas" --no vaya a ser que los tachemos de discriminadores del género femenino, aunque cometan una discriminación mucho más atroz y abyecta: la económica, si comparamos lo que gana un(a) obrero(a) o campesino(a) padre o madre de familia con lo que se embolsa el presidente de la CNDH y otros sufridos miembros de la alta burocracia de este organismo que, de acuerdo con un análisis de Fundar, de 1999 a 2008, su presupuesto anual se ha incrementado en un 331% (de 114.4 mdp a 866 mdp). Por otra parte, no hay que olvidar que en ese año asumió la titularidad el tristemente célebre José Luis Soberanes, cómplice con Calderón Hinojosa del ocultamiento de evidencias sobre el brutal asesinato a manos de 4 soldados, de la anciana nahua de la Sierra de Zongolica, Veracruz, Ernestina Ascencio Rosario.
La realidad mexicana no podría ser más ominosa pues no hay ámbito de la res pública nacional en el que no exista una severa violación de los derechos de niños, jóvenes y adultos, a manos de un grupo altamente delictivo que, a la usanza de los emperadores romanos, transforma el bello deporte del fútbol en el moderno circo para una victimizada población hambrienta de alegrías y satisfactores.
Mientras la destrucción de la Nación sigue su curso ininterrumpido a manos de la mafiocracia prianperrediana al servicio de El Cartel, las distintas fuerzas de izquierda intentan solucionar la permanente desunión que ha venido caracterizando a todos los movimientos de oposición al neoliberalismo imperial. La pregunta sigue vigente: ¿seremos capaces de lograrlo?
Comentarios: paty.barba50@gmail.com
Twitter: @setimorena2013
Facebook: Patricia Barba Avila/Comunicación Ciudadana
No hay comentarios:
Publicar un comentario