Bajo la lupa
Alfredo Jalife-Rahme
La Jornada
▲ El presidente Donald Trump durante una reunión en Londres.Foto Ap
La
retiradade EU en Siria –que permitió la invasión turca para someter a los kurdos sirios vendidos por Washington– fue fake, ya que, de la confesión de Trump, se redesplegó para capturar los campos petroleros, propiedad catastral del gobierno de Damasco.
En la cumbre de la OTAN –que padece
muerte cerebral, según Macron–, Trump confesó que ahora EU
tiene el control total sobre el petróleo que pretendía el Estado Islámico (EI) en Siria y queremos hacer con él lo que queramos(https://bit.ly/382WNYC). ¡Uf!
El ministerio de Defensa ruso fue muy severo sobre el “ banditismo estatal a escala internacional” de EU en Siria cuando nunca los yacimientos de petróleo
pertenecieron a los terroristas del EI(https://bit.ly/369G8kH).
Para su bandidaje Donald Trump esgrime que sirve para cubrir sus gastos en la guerra civil siria, donde, junto a Francia y Gran Bretaña, armaron a los yihadistas del EI.
Amén del petróleo, el redespliegue de EU en Siria y su consolidación en Irak –hoy presa de la destrucción de los Bush y de la revuelta de sus millennials por hambruna posguerra– sirve dos propósitos: 1. Impedir la conectividad del
creciente chiítade estos dos países árabes con Irán; y 2. Bloquear parte de la Ruta de la Seda terrestre de China que va de Asia Central hasta Irán.
Después de la salvación del gobierno de Bashar al Asad por la intervención del ejército ruso, especialmente en la parte
funcionalde Siria –Léase: su costa en el mar Mediterráneo y su línea vertical urbana/cuatripartita de Alepo/Hama/Homs/Damasco–, quedó expuesta toda la fallida planificación cleptomaníaca de EU desde el binomio Obama/Hillary hasta Trump, para usar cualquier pretexto y plasmar su política deliberadamente nihilista en la región.
A finales de 2013, el binomio Putin/ Medvedev impidió la invasión de Obama a Siria gracias a un acuerdo salvador in extremissobre la destrucción del arsenal de armas químicas (catalogadas como las
armas atómicas de los pobresfrente a las armas nucleares de las superpotencias) de Siria que luego ingresó a la hoy mancillada Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPCW, por sus siglas en inglés) –convención que no firma Israel, lo cual le permiten en forma asimétrica EU/GB/Francia.
Siria se adhirió al tratado después de su desarme químico por arreglo de EU y Rusia, con el fin de que Washington no destruyese a Siria.
El supuesto uso de armas químicas clandestinas por el gobierno sirio, en contra de los rebeldes yihadistas del EI en el barrio Duma de Damasco, le valió el único ataque que ha realizado Trump hasta ahora.
La panoplia de propaganda bien lubricada de EU/GB/Francia/Israel, en ese entonces, se fue a la yugular del gobierno sirio por su infanticidio masivo mediante su
usode las prohibidas armas químicas: ¡Un genuino acto barbárico en contra de la
pacifistacivilización occidental!
Ahora resulta que la espuria OPCW, con sede en La Haya –galardonada con el Premio Nobel de La Paz (sic) en 2013 por su
noblelabor de desmantelamiento de las armas químicas–, resultó, en el caso del barrio Duma en las afueras de Damasco, una vulgar falsificadora de reportes cocinados para beneficiar a EU/GB/Francia/Israel, como han demostrado el consagrado investigador Jonathan Steele (https://bit.ly/2OJ4hIP) y Peter Hitchens (https://dailym.ai/2Lh5Yew).
Los británicos Steele y Hitchens exponen la mendacidad flagrante de la OPCW que inventó el
supuesto ataque con gases tóxicos por Asadpara
justificar los ataques misilísticos de EU y GB contra Siria.
Cada vez que los yihadistas eran desalojados aparecía mágicamente un falso reporte
salvadorcon la ayuda de los montajes hollywoodenses de los vilipendiados
cascos blancos.
Nada nuevo: los Bush también inventaron
armas de destrucción masivaen Irak, que nunca existieron, para aniquilarlo.
El petróleo desde Irak hasta Siria vale bien la pena para las mendacidades de
Occidente, donde un país es culpable hasta que NUNCA pueda demostrar su inalcanzable inocencia. Ante el petróleo no hay inocencia que valga.
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