Tal vez por eso, las fuerzas más oscuras están tan activas haciendo todo lo posible para sofocar tal rebelión contra ellas. En Estados Unidos, la oscuridad incluye una carcajada diabólica festejando la locura obscena, incluso en nombre de Dios.
Cuando la revista cristiana Christianity Today, fundada por el reverendo de cúpulas Billy Graham, se atrevió a publicar un editorial esa semana llamando por la destitución de Trump por su grave inmoralidad e incompetencia ética
, el presidente consideró la revista de izquierda extrema
y dijo que él estaba defendiendo a la religión de aquellos con tendencia socialista/comunista
.
El presidente es el tercero en la historia tachado con la palabra impeachment –acusado formalmente de cargos que ameritan su destitución– pero él y sus fieles están desafiando lo que supuestamente es el documento sagrado: la Constitución. El liderazgo republicano ya declaró que no cumplirá con sus juramentos a la Carta Magna nacional según la cual tienen que actuar como un jurado imparcial ante el juicio político del presidente. O sea, por ahora ni necesitan fingir que viven en una democracia constitucional.
Por ahora, todos lo están permitiendo, los políticos, las ONG, la ciudadanía y los medios pueden criticar todo esto, pero lo aceptan en los hechos. ¿Qué pasa, no que este era el ejemplo
de la democracia para el mundo?
Algunos dicen que el sistema
está descompuesto. Cómo explicar que la misma semana en que el presidente fue impeachedpor la mayoría demócrata de la Cámara de Representantes por violar la Constitución y poner en riesgo la república, esos mismos demócratas aprobaron un presupuesto federal elaborado por el delincuente que incluye un gasto militar estratosférico que incluye una locura llamada fuerza espacial
promovida por el señor jugando el papel de comandante en jefe, más nuevos fondos para las medidas antimigrantes incluido el muro fronterizo. También se aprobó el gran acuerdo para garantizar los derechos empresariales disfrazado de un tratado de libre comercio
, otro proyecto impulsado por Trump. ¿No que había una polarización
política en este país?
Todo mientras el regalo de Navidad de Trump a los niños pobres es no sólo continuar con su persecución de familias inmigrantes, sino también anular la asistencia alimenticia para 700 mil personas que padecen hambre, primera fase para hacer lo mismo hasta con 3 millones de pobres.
Y mientras se condena la violación de derechos laborales en otros países, este régimen persiste con una de las ofensivas antilaborales más agresivas desde los tiempos de Reagan. Hoy día, por ejemplo, los empresarios han violado los derechos laborales que marca la ley en 41.5 por ciento de todas las campañas de sindicalización, según una nueva investigación (https://www.epi.org/publication/ unlawful-employer-opposition-to-union-election-campaigns/#_blank ).
Los abusos y las violaciones de derechos civiles y humanos son cada vez más. Pero la colaboración tanto dentro como fuera de este país con este régimen, o mínimo, la tolerancia de tanta oscuridad acompañada por esa risa diabólica que maneja Trump y su gente, es lo más alarmante. Todos tienen sus razones y justificaciones, pero la historia está repleta de las consecuencias de ello.
Los dos temas que definen esta era, la extrema desigualdad económica y el cambio climático, son expresión de la descomposición de un sistema que está poniendo en jaque literalmente la vida de todos. Es la fase terminal del neoliberalismo que, para mantenerse, ha tenido que recurrir a recetas con ingredientes fascistas.
Hay invitaciones, ofrecidas sobre todo por los jóvenes, a una rebelión contra esa oscuridad (el tema de la próxima y última columna de 2019). Todo depende, todo, sobre la respuesta a esa invitación a la luz. (https://youtu.be/OVHNwBbkSj41) (https://youtu.be/4Uvcol7Ngv0)
No hay comentarios:
Publicar un comentario