La Cámara Baja aprueba los cargos
¡No hice nada mal!, clama el tercer presidente en la historia de EU en enfrentar un impeachment
▲ Adam Schiff, presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de
Representantes, que encabezó la investigación para el proceso de
destitución contra el presidente Donald Trump, ayer durante su
intervención ante el pleno.
Nueva York. Donald J. Trump fue formalmente acusado de
cargos que ameritan su destitución por la Cámara de Representantes y así
es el tercer presidente en la historia de Estados Unidos en ser impeached; enfrentará un juicio político en el Senado en 2020.
La cámara baja aprobó los dos cargos: el de abuso de poder (por 230 a
197, dos demócratas rompieron filas) y obstrucción al Congreso (229 a
198, tres demócratas votaron en contra). Con ello culminó la fase de
investigación, audiencias y formulación de cargos que se realizó durante
las 10 semanas.
La presidenta de la cámara baja, Nancy Pelosi, al abrir el debate ante el pleno, declaró que Trump
no dejó otra opciónmás que este proceso, al afirmar:
es un hecho que este presidente es una amenaza constante a nuestra seguridad nacional y a la integridad de nuestras elecciones, la base de nuestra democracia.
Afirmó que para defender la democracia heredada de los padres fundadores, “yo, solemne y tristemente abro este debate sobre el impeachment del presidente de Estados Unidos”.
Poco antes, Trump, quien estaba observando el debate desde la Casa
Blanca antes de partir a Michigan a un acto electoral, donde estaba
justo cuando se dio el resultado, comentó por tuit: “Pueden creer que yo
seré impeached hoy por la izquierda radical, los demócratas
que no hacen nada, ¡Y YO NO HICE NADA MAL! Una cosa terrible…” Poco más
tarde envió otro mensaje denunciando las “mentiras atroces de la
izquierda radical… demócrata” y reiteró que “esto es un asalto a America y al Partido Republicano”.
Durante unas ocho horas diputados tomaron turnos alternando entre
demócratas y republicanos para hacer declaraciones de uno a tres
minutos, casi todas variaciones del guion empleado por cada bancada.
Los demócratas insistieron en que Trump había puesto en jaque la
seguridad nacional, la integridad de las elecciones de 2020 y la
democracia misma, que lo sigue haciendo y por lo tanto se tiene que
actuar para destituirlo de su puesto. Repitieron que usó el poder de su
cargo para presionar a un gobierno extranjero –en este caso Ucrania–
para investigar a sus rivales demócratas y con ello invitó la
intervención de fuera en el proceso electoral estadunidense. Y después
intentó obstaculizar la investigación sobre los hechos.
Nuestra democracia está en peligro, subrayó el diputado Adam Schiff, presidente del Comité de Inteligencia, quien encabezó la investigación. La consigna demócrata es que
nadie está por encima de la ley.
Los republicanos defendieron a su jefe al insistir en que no cometió
ningún delito y descalificaron el proceso al tildarlo de injusto,
parcial y denunciaron que era una
cacería de brujas, y más que nada “una vendetta política”. Acusaron que todo este proceso es una maniobra para revertir la elección de 2016, algo que algunos calificaron –haciendo eco del presidente– de un intento de golpe de Estado. El líder de la minoría republicana, Kevin McCarthy, acusó que este proceso es en sí
un abuso de poderde los demócratas.
Algunos argumentos fueron más coloridos, con uno que afirmó que
Poncio Pilatos le otorgó más derechos a Jesús durante su juicio que los
demócratas a Trump, mientras otro sostuvo que esto es parte de una
ofensiva de
los socialistas que han intentado arrancar a bebés de la matriz de mujeres(o sea, por defender el aborto).
El momento
solemne, según demócratas, y
trágicosegún republicanos, a veces fue más bien un espectáculo que buscaba ser dramático y lleno de suspenso, con intentos de grandilocuencia sobre el destino de la democracia en el pais
únicodel mundo, pero cuya conclusión ya estaba casi asegurada: un voto por el juicio a Donald John Trump (por alguna razón, los republicanos insistieron en poner su nombre completo en los “artículos de impeachment”).
Y aunque todos hacían referencias a los
principiosde esta democracia e insistieron en que estaban actuando para defenderlos, al pueblo estadunidense y la Constitución, el juego político-electoral de este proceso era lo que estaba guiando casi cada paso (con excepciones notables).
Aunque reporteros y comentaristas no dejaron de subrayar que el debate
épicoera muestra de la profunda
polarizaciónpolítica de este país, en los hechos el voto sobre el impeachment se realizó como intermedio entre la aprobación bipartidista del presupuesto federal (incluyendo fondos para el muro fronterizo y un gasto militar mayor, prioridades de Trump) el martes, y la aprobación bipartidista esperada del tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá el jueves.
Ahora el balón del impeachment pasa a la cancha del Senado,
donde se realizará un juicio político al presidente en 2020. Las
acusaciones formales, o “artículos de impeachment”, son
trasmitidos de la cámara baja a la alta y el Senado se convierte en un
tribunal presidido por el jefe de la Suprema Corte con los senadores
asumiendo el papel de un jurado.
Se requiere un voto mínimo de dos tercios del Senado (100 curules)
para declarar culpable de los cargos a un presidente, y con ello
destituirlo. Los republicanos son mayoría en la cámara alta, por lo cual
se espera que todo culmine con el acusado absuelto.
Trump fue impeached justo 21 años despues del último presidente sujeto a este proceso, Bill Clinton, el 19 de diciembre de 1998.
Mientras procedía el voto en la cámara, Trump declaró durante su mitin en Michigan:
no hice nada maly empezó a tratar de usar esta derrota para animar a sus bases en la
batallapor su relección.
Foto Ap
David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
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