No me asusta, dice el gobernante en el exilio
Lo acusan de sedición y terrorismo
La Paz. La fiscalía de La Paz emitió ayer una orden de
arresto contra el presidente en el exilio Evo Morales por los delitos de
sedición y terrorismo que presuntamente cometió durante las protestas
poselectorales en Bolivia. El líder indígena, asilado en Argentina, dijo
no sentirse asustado por esta decisión, que calificó de
injusta, ilegal e inconstitucional.
La disposición judicial, firmada por los jurisconsultos Jhimmy
Almanza y Richard Villaca, ordena a fiscales, policías o funcionarios
que
aprehendan y conduzcana Morales ante las autoridades. La fiscalía abrió la investigación por los delitos de
sedición y terrorismotras una denuncia presentada por el actual ministro de facto de gobierno, Arturo Murillo, el pasado 22 de noviembre.
El proceso contra el gobernante izquierdista se sustenta en un audio
revelado por Murillo en el cual supuestamente se escucha la voz de
Morales que da instrucciones al cocalero Faustino Yucra, uno de sus
partidarios, para bloquear caminos e interrumpir el suministro de
alimentos a algunas ciudades.
Tras la renuncia obligada de Morales, varias ciudades del país,
principalmente La Paz y El Alto, sufrieron escasez de alimentos y
combustibles, lo que obligó al gobierno de facto a habilitar puentes aéreos para abastecerlas.
▲ Evo Morales, presidente de Bolivia en el exilio, sostuvo ayer que
seguirá luchando por la libertad en su país, pese a la orden de
detención que enfrenta. La imagen, hace unos días en Buenos Aires.Foto Afp
Desde 1989 todos los presidentes hasta 2005 (año en que fue electo por primera vez) me acusaron de terrorismo, sedición, narcotráfico y hasta de asesino. Les he ganado a todos, sostuvo frente al domicilio donde reside, ubicado en el porteño barrio Colegiales.
Momentos antes tuiteó: “A 14 años de nuestra revolución, el ‘mejor regalo’ que recibo del gobierno de facto
es una orden de aprehensión injusta, ilegal e inconstitucional. No me
asusta, mientras tenga vida seguiré con más fuerza en la lucha política e
ideológica por una #Bolivia libre y soberana”.
La actual crisis en el país andino se desató luego de las elecciones
del 20 de octubre en las que Morales se religió para un cuarto mandato.
La oposición denunció fraude y el presidente invitó a la Organización de
Estados Americanos a realizar una auditoría a los comicios y ofreció la
garantía de que el resultado sería vinculante.
El organismo hemisférico apenas revisó 226 actas de un total de 34
mil, y eso le bastó para avalar las acusaciones, tras lo cual el líder
indígena de inmediato convocó a celebrar otra jornada electoral.
Morales dimitió el 10 de noviembre, luego de que la cúpula militar le
sugirióque renunciara. Recibió asilo en México, después viajó a Cuba para una revisión médica y actualmente está en Argentina.
El gobierno golpista ya había informado que denunciaría a Morales
ante los tribunales bolivianos por los cargos mencionados y ante el
Tribunal Penal Internacional por delitos de lesa humanidad.
Afp, Europa Press y Ap
Periódico La Jornada
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