Tony López R.
Periodista, politólogo y analista internacional
El fariseo Secretario General de la OEA Luis
Almagro, pretende montar un espectáculo en la sede de la OEA con el
objetivo de iniciar una campaña de descrédito contra la Colaboración
Médica Cubana, siguiendo a pie juntilla las órdenes del Departamento de
Estado y de su jefe Mike Pompeo. La desvergüenza de Almagro con tal de
hacer mérito para ser reelegido el próximo año en el cargo de Secretario
General de la OEA, no tiene límites.
Atacar la noble y
humanitaria labor de Cuba, de prestar servicio de salud, con el objetivo
de salvar vidas, curar al enfermo y prevenir enfermedades, es un
acontecimiento que, jamás se había logrado en la historia de América
Latina, y la de ciudadanos de otras naciones, en cerca de 78 países, y
donde nuestros galenos cumplen y han cumplido esa humanitaria misión,
incluso a riesgo de sus propias vidas, como lo fue en África cuando
prestaron sus servicios para combatir la mortal enfermedad conocía como
el Ébola.
O de brindar sus servicios de salud a los sectores más
vulnerables y en lejanos territorios donde los médicos nativos se niegan
a prestan servicio, como por ejemplo en el caso de Brasil y cuya
brigada regresó a Cuba, por decisión política y para congraciarse con
Donald Trump el presidente Jair Bolsonaro, dejó sin cobertura médica a
cerca de 2 millones de brasileños que eran atendidos por nuestros
profesionales de la salud.
Pero Almagro tiene una larga lista de
prestación de servicio mercenario a favor de la política imperial del
gobierno de Donald Trump. Las presiones sobre los gobiernos
latinoamericanos y caribeños son hartamente conocidas, grandes fueron
sus maniobras dentro de la OEA para sancionar a Venezuela, aplicarle la
neocolonial “Carta Democrática” que de colonial tiene mucho y de
democrática muy poco.
Todas sus maniobras, violando la Carta de la
OEA, contra Venezuela fracasaron y este ha quedado en absoluto
ridículo, no obstante, sus derrotas, él insiste, y junto al gobierno de
Colombia presidido por Iván Duque, y de otros gobiernos entre ellos el
chileno, brasileño, peruano y ecuatoriano, han continuado solapadamente
alentando una intervención militar en Venezuela.
De nada le sirvió
crear el tristemente conocido Grupo de Lima, cuya membresía ya no sobre
pasa los ocho miembros, de los más activos en la supuesta defensa de
los “derechos humanos y la democracia”, entre esos ocho miembros se
encuentran Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, los que
paradójicamente son hoy los más fieles exponentes de las más graves
violaciones a los derechos humanos, civiles y democráticos.
En
Chile, el senador Alejandro Navarro ha presentado una grave acusación
contra el presidente Sebastián Piñera, acusado de cometer crímenes de
Lesa Humanidad. Que se conozca en los dos meses de fuertes y millonarias
manifestaciones, paros, protestas y reclamos contra el modelo
neoliberal y por una nueva Constitución Nacional, ha provocado que se
conozca 32 muertos, 2500 heridos, 9 mil detenidos y mas de 300
manifestantes con pérdida de la visión, por los disparos a la cara de
los Carabineros, así como la acusación del Movimiento Salud en
Resistencia del uso de los carros lanza agua de Capsaicina, componente
del gas pimienta e hidróxido de sodio (sosa cáustica).
Ese es el
tan cacareado sistema democrático chileno y que el señor Almagro no ha
pronunciado una sola condena a tan feroz y bestial represión. Pero a
pesar de la complicidad del poder legislativo mayoritariamente
pinochetista y de extrema derecha con el gobierno de Piñera, el pueblo
se encargará de juzgar y llevar a los tribunales a lo responsables de
tal barbarie, incluido a los carabineros y militares, cuyo ensañamiento
recuerdan a las hordas hitlerianas.
No se queda atrás lo que
sucede en Colombia y cuyas manifestaciones, paros y reclamos de los
millones de colombianos, exigiendo un cambio del modelo económico de
libre comercio, cumplimiento de los Acuerdos de Paz, desmontar el órgano
represivo ESMAD y el paramilitarismo, retirar los proyectos de leyes
relativo a la reforma laboral y reforma tributaria. En ninguno de estos
puntos, discutidos en los seis encuentros del Comité de Paro y gobierno,
se ha logrado acuerdo, al contrario, el gobierno sigue manteniendo
inalterable sus posiciones, y en esta semana la Cámara de Representantes
y el Senado aprobaron la Reforma Tributaria en total desafío a los
reclamos populares y burlándose del Comité de Paro.
En Colombia,
continúan los asesinatos de líderes sociales ya más de 800, y 170 ex
desmovilizados de la guerrilla han pagado con su vida. El pueblo ha sido
al igual que en Chile, reprimido criminalmente por las unidades
policiacas de la ESMAD, entidad policiaca que han cometido varios
crímenes: el caso del joven Dilan Cruz ha sido el más emblemático y el
que hizo temblar a todo el movimiento social por la forma criminal,
brutal y despiadada de cómo fue asesinado este joven, por un agente del
ESMAD.
Sobre este crimen, y las graves violaciones a los derechos
humanos, las detenciones arbitrarias, torturas y violaciones, en
Colombia, el Secretario General de la OEA no se ha pronunciado y, lejos
de ello, de acuerdo a las denuncias del gobierno venezolano, Almagro,
forma parte de una conspiración, en coordinación con el presidente Duque
y el senador Álvaro Uribe, apoyados en el “autoproclamado” Juan Guidó y
Leopoldo López, para desarrollar un plan de acciones terroristas, de
acuerdo a las confesiones de algunos miembros de las bandas terroristas
venezolanas y paramilitares colombianos, detenidos en días recientes.
Por
tales hechos, la Fiscalía General de la República Bolivariana, a pedido
del presidente Nicolás Maduro, ha ordenado la detención de Juan Guaidó.
Leopoldo López está bajo la protección de la embajada de España, habrá
que esperar cuál será la decisión del gobierno español, si asume la
protección de un terrorista o sí accede a entregar a la justicia
venezolana a este sujeto.
Perú y Ecuador también, miembros del
llamado Grupo de Lima, están enfrentando serios reclamos por la
violación de los más elementales principios de la democracia, mientras
que, en el caso de Perú, la impunidad está presente con la puesta en
libertad de Keiko Fujimori, y la corrupción en el poder legislativo y
judicial, enfrentados al presidente Vizcarra, quien sigue como fiel
cordero las directrices del Departamento de Estado.
En Ecuador, el
paquetazo impuesto por el gobierno de Lenin Moreno, cumpliendo las
ordenes del FMI, está en un verdadero laberinto, cuya salida no está
nada clara, los crímenes cometidos por agentes del Estado contra 9
manifestantes de origen indígena continúan en la impunidad y el
compromiso de Moreno con la CONAIE en Guayaquil, fue incumplido y
burlado por el gobierno del traidor Moreno. Persiste la persecución a
dirigentes y militantes de la Revolución Ciudadana, violando los
derechos cívicos y democráticos de los ecuatorianos que militan en las
filas que siguen al ex presidente Rafael Correa. Tampoco estos hechos
han sido ni denunciados ni condenados por el señor Almagro.
La
gran responsabilidad del Secretario General de la OEA, en el golpe de
Estado en Bolivia contra Evo Morales, debe ser denunciada y juzgada por
los pueblos y gobiernos de América Latina y el Caribe.
Fue la
acción de la delegación que participó como observadora en las elecciones
bolivianas, que, siguiendo orientaciones de Almagro, declaró, sin
ninguna base, que existían irregularidades en el conteo de los votos.
Ello dio lugar a que el presidente Evo Morales, creyendo erróneamente
que Luis Almagro y los funcionarios de la OEA actuaria con honradez,
aceptó una auditoria, la que seguía señalando irregularidades, lo que
prendió la mecha y abrió el escenario para que el general traidor a su
pueblo William Kaliman y los miembros del Comando Militar le “sugirieran
a Evo que renunciara”. Era evidente que, si no renunciaba lo harían a
la fuerza; mientras eso sucedía, la residencia de la hermana de Evo
había sido asaltada y tomada como rehén.
Todo era un plan que
venía caminando desde meses antes de las elecciones, plan orientado por
Estados Unidos a través de su Encargado de Negocio en la embajada en la
Paz y cuyos complotados se reunían con él en la provincia argentina de
Jujuy, fronteriza con Bolivia, al amparo del gobernador y hombre de
confianza del presidente Mauricio Macri.
Evo, cuyo sentido
humanista y bajo el concepto de evitar derramamiento de sangre de su
pueblo, decidió renunciar y salir del país hacia México y hoy exiliado
en Argentina. Paradójicamente, Evo ha sido pedido en extradición por el
ilegal gobierno de facto, asentado en La Paz, según una denuncia ante
Interpol, acusado de sedición y otros delitos. Es algo insólito, este es
un gobierno usurpador y violador de la Constitución Nacional Boliviana
producto de un golpe de Estado. Bajo el mandato de la autoproclamada
Jeanine Añez se han cometido horrendos crímenes contra el pueblo
originario, humillándolo al pisotear su bandera, su símbolo más
preciado.
No sé cómo la OEA y Almagro saldrán del gran escándalo
que ya se ha hecho público, de que Evo Morales ganó limpiamente las
elecciones del 20 de octubre. Claro, este reconocimiento se ha producido
luego de consumado el golpe de Estado y en el poder una organización de
extrema derecha, con el respaldo de las Fuerzas Militares y de Estados
Unidos.
Por cierto, en Bolivia sigue actuando de una organización
enemiga de la pluralidad y de los pueblos originarios, con rasgos y
acciones criminales y terroristas, procedente de Santa Cruz de la
Sierra, que encabeza el fundamentalista y rico empresario Luis Fernando
Camacho cuya familia es propietaria de grandes extensiones de tierra
donde se produce litio.
El capítulo de Bolivia no está cerrado y
los supremacistas blancos que detentan el poder, ya han sacado sus
garras y comienzan a desmontar todo el trabajo social y popular que
construyó Evo Morales y su partido el MAS, durante los 13 años de
gobierno. Las ofertas de inversiones extranjeras especialmente gringas
ya están en La Paz negociando y el FMI haciendo presencia, y la
intención es la privatización de las empresas estatales.
Almagro
tendrá que responder por los crímenes cometidos, que suman más de 40
muertos, cientos de heridos y detenidos, luego de la salida de Evo
Morales y de su vicepresidente Álvaro García Liniera.
En su acción
como operador político de Mike Pompeo, Luis Almagro trató de hacer en
Dominica, el mismo operativo que hizo en Bolivia, una campaña de
descrédito contra el Primer Ministro y levantando al contendiente,
aliado de Estados Unidos en esta isla caribeña. En esta ocasión, el
Primer Ministro Roosevelt Skerrit no le comió el cuento al Secretario
General, para que la OEA supervisara las elecciones y Almagro salió
derrotado.
Como derrotado saldrá por los reclamos y condena que
seguramente los pueblos de América Latina y el Caribe y de otros
continentes, le harán al fariseo Luis Almagro, por su campaña contra las
Misiones de Médicos y Profesionales de la Salud Cubana, labor
humanitaria, que Almagro califica de “trabajo esclavo”, para beneficiar,
según él, económicamente al Gobierno cubano, pero como muy bien
respondió un galeno cubano entrevistado por la prensa, cuando le dijo: “sepa
señor Almagro, que nosotros solo somos esclavos de nuestro trabajo
salvando vidas, que hoy se inscribe en los más de 6 millones de vidas,
que en cerca de 78 países, hemos salvado, gracias a los convenios y
colaboración solidaria de nuestro Gobierno y Pueblo”.
En
Cuba, señor Luis Almagro la medicina no es una mercancía, no repita como
papagayo lo que le dicta el Gobierno de Donald Trump. Sus aspiraciones
reeleccionistas no están en la agenda de gobiernos honestos y
verdaderamente democráticos, y que no forman parte del minoritario y
corrompido Grupo de Lima. Les dejo con la vida y obra de Luis Almagro,
juzguen mis queridos lectores y saquen sus propias conclusiones.
La Habana, Cuba, 19 de diciembre de 2019
Tony López R.
Periodista, politólogo y analista internacional
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