El presidente en el exilio inauguró por teléfono un mercado de abasto
La Paz. El gobierno de facto de Jeanine Áñez acusó ayer al presidente en el exilio Evo Morales de
usurpar funcionesluego de que el líder indígena inauguró por teléfono desde Argentina, donde se encuentra refugiado, una obra en un poblado del sur de Bolivia.
El subgobernador de la provincia de Burdet O’Connor, Wálter
Ferrufino, se contactó el lunes pasado por celular con Morales para que
inaugure un mercado de abasto en el poblado de Entre Ríos, departamento
de Tarija.
Saludar desde Buenos Aires este acto de inauguración de este nuestro mercado, felicitar a nuestras autoridades de la alcaldía, como de la subgobernación, por trabajar conjuntamente por el desarrollo de nuestras comunidades y municipios de Tarija, como de Bolivia. Sólo quiero decirles, en este acto de inauguración: defiendan nuestros programas, dijo el depuesto mandatario, según un video difundido por el diario Página Siete.
Ferrufino es militante del Movimiento Al Socialismo, el partido de
Morales, y la obra inaugurada fue realizada por el programa
gubernamental Bolivia Cambia, Evo Cumple, encargado de realizar obras
civiles en todo el país en los casi 14 años de gobierno del mandatario
en el exilio.
Tras conocer el hecho, el ministro de facto de la presidencia, Yerko Núñez, brazo derecho de la presidenta ultraconservadora Áñez, dijo desde su cuenta en Twitter que
resulta jocoso, pero al mismo indignante, oír al ex presidente inaugurar obras por teléfono.
Acotó que el depuesto mandatario
usurpa funciones y agranda la lista de delitos por los que debe responder ante la justicia #boliviana.
El ministro de gobierno de facto, Arturo Murillo, dijo en una conferencia de prensa difundida en Twitter:
Yo creo que el problema lo tiene el gobierno de Argentina, porque está permitiendo hacer política a un entrecomillas refugiado; pero ya ha visto Argentina cómo ha quedado México por haber dejado hacer política a un entrecomillas refugiado.
La actual crisis en el país andino se desató luego de las elecciones
del 20 de octubre, en las que Morales se religió para un cuarto mandato.
La oposición denunció fraude, sin presentar pruebas, y el presidente
invitó a la Organización de Estados Americanos a realizar una auditoría a
los comicios, además de ofrecer la garantía de que el resultado sería
vinculante.
El líder indígena dimitió el 10 de noviembre luego de que la cúpula
militar le sugirió que renunciara. Tras su salida de Bolivia recibió
asilo en México, después viajó a Cuba para una revisión médica y
actualmente está en Argentina.
La administración de Áñez acusó ante la fiscalía por los delitos de
sedición y terrorismo a Morales que presuntamente cometió durante las
protestas en Bolivia luego de los comicios.
Afp y Sputnik
Periódico La Jornada
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