Golpe de estado en Bolivia
▲ El jefe de las fuerzas armadas Williams Kaliman (al centro, abajo) al
dirigir ayer un mensaje transmitido por el canal de televisión ATB, en
el cual exigió la renuncia del presidente de Bolivia, Evo Morales. Lo
acompañan, en la imagen, elementos de la cúpula militar y policial.
La Paz. El presidente de Bolivia, Evo Morales, renunció
después de tres semanas de protestas contra su relección el 20 de
octubre y tras perder el apoyo de las fuerzas armadas y la policía, al
denunciar un
golpe cívico.
A continuación, los hechos significativos de la crisis en el país sudamericano.
Elección presidencial
El 20 de octubre los bolivianos son convocados a las urnas para elegir presidente.
El izquierdista Evo Morales, primer jefe de Estado indígena en
Bolivia y en el poder desde hace 13 años, busca un cuarto mandato, pese a
que esa posibilidad fue rechazada en un referendo en 2016, antes de ser
avalada por la justicia.
El ex presidente (2003-2005) Carlos Mesa aparece como el candidato en carrera para enfrentarlo en una eventual segunda vuelta.
Hacia una segunda vuelta
La noche de la elección, Morales lidera el conteo con
45.28 por ciento de votos, frente a Mesa (38.16 por ciento). Los números
pronostican una segunda vuelta, algo sin precedente en la carrera del
presidente, con 84 por ciento del escrutinio.
Para evitar una segunda vuelta, el candidato principal debe obtener
una mayoría absoluta o al menos 40 por ciento de los votos con una
diferencia de 10 puntos sobre el segundo lugar.
La oposición y los observadores internacionales critican el lento
ritmo de las autoridades para proporcionar el resultado final, temiendo
un posible fraude.
Comienzan las protestas.
El lunes 21 de octubre, tras un silencio de más de 20
horas, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) otorga 46.4 por ciento de
votos a Morales, contra 37.07 por ciento para Mesa, con 95.63 por ciento
del conteo. La brecha se acerca a los 10 puntos necesarios para ganar
en primera ronda. El candidato Mesa denuncia
fraude.
Arden las calles
En varias regiones estalla la violencia; se reportan
incendios, enfrentamientos con la policía y saqueos. Manifestantes
queman tres oficinas regionales del TSE en Potosí (suroeste), Sucre
(sur) y Cobija (norte).
El día 22, organizaciones ciudadanas convocan a huelga general.
El 23, el presidente denuncia que
está en proceso un golpe de Estado, de la derecha boliviana, con apoyo internacional.
La huelga, reproducida en todo el país, es salpicada de choques entre partidarios de ambos lados.
Victoria oficial
El viernes 25, tras los resultados finales, Morales es
declarado oficialmente ganador con 47.08 por ciento de votos frente a
36.51 de Mesa.
La oposición, la Unión Europea, Estados Unidos, la Organización de
Estados Americanos (OEA), Colombia y Argentina solicitan que se realice
una segunda vuelta.
Los bloqueos y enfrentamientos callejeros continúan.
El día 27, Morales descarta cualquier
negociación política.
Auditoría de la OEA
El lunes 28, la protesta se intensifica con numerosos
bloqueos y enfrentamientos con la policía, así como choques entre
simpatizantes y opositores de Morales.
El día 31 comienza una auditoría de la OEA a los comicios, solicitada por el gobierno, pero rechazada por la oposición.
Camacho lidera el desafío
El 2 de noviembre, Luis Fernando Camacho, El Macho, se erige como el rostro más visible y radical de la oposición, al llamar al ejército y la policía a
ponerse del lado de la gentee instar al presidente a renunciar.
Morales llama a las fuerzas armadas a
servir al pueblo bolivianomanteniéndose cerca de su gobierno.
El día 4, Mesa exige que se celebre una nueva votación.
El día 6 se reportan violentos enfrentamientos en Cochabamba y bloqueos en otras partes del país.
En Vinto (centro), manifestantes prenden fuego al ayuntamiento y
obligan a la alcaldesa a caminar descalza por el pueblo, cubierta de
pintura rosa, entre insultos y amenazas.
Motines
El día 8, tres unidades policiales se amotinan en
Cochabamba, Sucre y Santa Cruz. Se observan escenas de fraternización
entre policías y manifestantes en La Paz y la rebelión se extiende.
Morales denuncia un golpe de Estado
en curso, pero el gobierno descarta una operación militar contra los amotinados.
El golpe
El día 10, Morales anuncia que convocará a
nuevas elecciones nacionalesque permitan al pueblo boliviano elegir democráticamente a sus autoridades.
Poco antes, al dar a conocer el informe preliminar de su auditoría,
la OEA había exigido la anulación de los comicios presidenciales y la
realización de otra jornada de votación. El organismo aseguró haber
encontrado varias
irregularidadesen su análisis.
Dos ministros y el presidente del Congreso renuncian después de que
sus partidarios fueron atacados por partidarios de la oposición.
Las fuerzas armadas y la policía apremian a Evo Morales a dimitir.
Desde su región natal en el centro de Bolivia, Morales anuncia su renuncia y sentencia que
grupos oligárquicos conspiran contra la democracia, y se compromete:
vamos a continuar con esta lucha por la igualdad, por la paz.
Foto Afp/ATB
Afp
Periódico La Jornada
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