Al menos 12 mil brasileños del Movimiento de Trabajadores Sin Techo (MTST) marcharon el miércoles hasta el estadio Corinthians, sede del partido inaugural, donde se concentraron de manera pacífica.
En la segunda mayor movilización del MTST de los últimos 10 días, los participantes denunciaron la falta de atención del Gobierno a su reclamo de una vivienda digna para miles de brasileños que actualmente viven en las calles o en campamentos.
“El poder público debería haber priorizado el gasto en la construcción de hogares para los pobres, en vez de entregar miles millones de reales para la construcción y modernización de estadios”, denunció el coordinador del MTST Guilherme Boulos, quien aseguró la celebración de una nueva marcha en caso de no ser resueltas sus reivindicaciones.
Entre tanto, los trabajadores del metro de Sao Paulo anunciaron una huelga indefinida a partir de este jueves que afectará a unos 4,5 millones de usuarios ya que las estaciones de metro permanecerán cerradas.
El presidente del sindicato de trabajadores del metro de Sao Paulo, Prazeres Juniors, informó que los 9400 miembros de este gremio no retomarán sus labores hasta que el Gobierno modifique su oferta de incremento salarial de 8,7 % a al menos 10 %.
“Si hay dinero para el Itaquerao y el Mundial, ¿cómo no tienen dinero para el transporte público?”, cuestionó Prazeres Juniors, que concluyó sus declaraciones advirtiendo la celebración de una “huelga histórica” si el Gobierno no escucha sus peticiones.
Brasil, un país de 200 millones de personas, sigue siendo escenario de masivas protestas contra el elevado gasto para albergar la edición XX de la Copa Mundial que comenzará el próximo 12 de junio y se extenderá hasta el 13 de julio.
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