Ideas para el debate
Sin duda alguna la llegada de Nayib Bukele a la presidencia de El Salvador ha sonado fuerte en una parte considerable de Nuestra América, personalmente he escuchado de varios amigos y amigas cercanas de otros países que nos ven como un ejemplo a seguir; pero ¿Qué ha pasado en este pequeño país para que sea visto de esa manera a nivel internacional? La experiencia política salvadoreña actual es muy interesante para el análisis científico y puede ser un buen punto de partida para entender las características de una posible recomposición del capital.
Las fuerzas políticas del oficialismo actual sostienen de manera recurrente que están “haciendo historia”, ese eslogan fue parte de la campaña electoral y sigue siendo un eje fundamental en el lenguaje simbólico proyectado a las grandes masas populares; sostienen que su gestión es un parte aguas entre la vieja estructura política salvadoreña y la nueva forma de hacer política; plantean además la idea de haber roto con el bipartidismo; en la toma de posesión también mencionaron que la posguerra ha quedado atrás; afirman que en la actualidad la institucionalidad del gobierno está experimentando cambios radicales y que su administración tiene como base principal destruir todas las viejas prácticas de corrupción e ineficiencia de gobiernos anteriores
Partiendo de estas ideas para un análisis de las mismas se vuelve necesario hacer algunas precisiones y aproximaciones teórico-prácticas: la primera idea que profundizaremos será la de “hacer historia”, ¿qué significa “hacer historia”? pocas son las referencias bibliográficas que nos llevan a una compresión un poco más amplia de este término tan utilizado, sin embargo, es una frase muy común dentro del ámbito deportivo, por ejemplo, se utiliza cuando un equipo de fútbol amateur llega a ser campeón de liga; quizás, al ser el fútbol un deporte tan popular y la frase tan común dentro del mismo, el impacto de esta es muy fuerte al llevarla al ámbito político- electoral. Ahora bien no es lo mismo entonces la frase “hacer historia” que el concepto mismo de Historia; la Historia es “la ciencia de los seres humanos en el tiempo” (Bloch Marc,1982, p.26), es decir todas las transformaciones políticas, culturales, económicas y sociales que la humanidad ha experimentado, está experimentando y experimentará; por lo tanto el concepto de historia es un proceso y entramado dialéctico de las relaciones humanas en el tiempo y el espacio. Podemos concluir entonces que la frase “hacer historia”, tiene una connotación política electoral, mientras que la “Historia” es una ciencia. Al afirmar esto, para entender el fenómeno actual salvadoreño solo es posible hacerlo desde la “historia”; por el contrario, tratar de comprender lo actual desde la frase “hacer historia”, nos llevaría a sesgar totalmente nuestro enfoque.
Como decía el Dr. Armando Bukele Kattán debemos “aclarar conceptos”; existe otra categoría que en la ciencia histórica nos ayuda para la comprensión del devenir y ese concepto es el de “Hecho Histórico”, a simple vista pareciera que la palabra “Hacer Historia” es sinónimo de “Hecho Histórico”; sin embargo, son totalmente diferentes; según el portal académico de la UNAM el hecho histórico “es una construcción o interpretación realizada por los historiadores acerca de algún suceso particular protagonizado por seres humanos y ocurrido en un lugar y tiempo determinado, que sirve para distinguir hechos o sucesos de aquellos relevantes para la comprensión del devenir”. Han sido hechos históricos en El Salvador, por ejemplo: La independencia Patria, la extinción de tierras comunales y ejidales, la crisis del 29 y los sucesos del 32, el Mercado Común centroamericano y la guerra de 100 horas, El conflicto armado y firma de los acuerdos de paz, etc. Partiendo de esta categoría de análisis muy importante para las ciencias, entonces la pregunta sería ¿la llegada de Nayib Bukele al gobierno salvadoreño puede considerarse un Hecho Histórico?
Para responder esta pregunta debemos plantearnos otras:
¿Es relevante socialmente la llegada de Nayib a la presidencia?
Este suceso está relacionado con otros, es decir, ¿forman parte de un proceso de causa-efecto?
¿Ha propiciado un cambio o una ruptura con respecto al pasado? ¿es producto de una contradicción antagónica?
¿Está lo suficientemente alejado del presente para que se pueda comprender y analizar el impacto que tuvo?(1)
Podemos hacer el ejercicio de responder las preguntas anteriores, pero el análisis de las mismas queda abierto al debate. A título personal creo que la llegada de Nayib al gobierno si es relevante socialmente, este fenómeno si forma parte de un proceso de causa y efecto; pero no ha propiciado un cambio o ruptura con respecto al pasado, no es la respuesta a una contradicción antagónica entre en capital y el trabajo y tampoco está lo suficientemente alejado para que podamos comprender y analizar su impacto; por lo tanto, a mi juicio la llegada de Nayib Bukele no puede ser considerado un hecho histórico en este momento. Pero sigamos argumentando estos últimos dos elementos.
Se sostiene que se ha hecho historia pues se ha roto con el “bipartidismo” de 30 años, analicemos un poco esto y remontémonos a datos de la historia nuevamente; en el salvador lo del “bipartidismo” no es nuevo, en los años 60 dominaban el escenario electoral el PCN y el PDC, en los años 80 eran PDC y ARENA y a mediados de los noventa surge la contienda FMLN y ARENA; en primer lugar el llamado “Bipartidismo” no tienen 30 años, en segundo lugar pareciera que la llegada del actual gobierno representa una victoria absoluta de un partido político que se va perpetuar en el poder de manera infinita, sabemos que absolutizar así la realidad sería un error. La experiencia demuestra que siempre surgen fuerzas contrapuestas a las oficiales, pero esas fuerzas pueden ser antagónicas o no, y ese es el elemento de análisis interesante en esta realidad.
Durante casi toda la historia electoral salvadoreña la alternancia en el poder(2) ha sido considerada un pilar fundamental, siempre y cuando las fuerzas políticas que llegan a la administración del gobierno no transgredan el orden establecido. Podemos casi afirmar que durante las administraciones del gobierno salvadoreño, el carácter burgués del estado nunca ha sido trastocado y también me atrevo a plantear que el gobierno anterior y el actual han administrado y profundizado el modelo neoliberal; por lo tanto, el actual gobierno puede ser considerado parte de la alternancia en el poder y no representa una ruptura con el orden existente.
Pero, por qué afirmo que el actual gobierno no representa una ruptura con el orden existente, es decir con el neoliberalismo. Para entender esto es importante mencionar que la llegada de Nayib Bukele al gobierno coincide con la llegada de otros “outsider” a los gobiernos en América, la mayoría de estos personajes están directamente vinculados al sector económico privilegiado y se han presentado algunos como empresarios exitosos que no necesitan de la política para vivir y otros surgen de la controversia; los dos claros ejemplos son los casos Trump y Jair Bolsonaro, quienes utilizan las redes sociales para generar comentarios sensacionalistas, conservadoras, populistas y nacionalistas; pareciera que la utilización de la big data y las redes sociales son parte fundamental de la “nueva forma de hacer política”, pero que en esencia esa mal llamada nueva forma de hacer política tienen tintes más conservadores de lo que normalmente conocemos. Podemos decir que esa nueva forma de hacer política no es más que el reciclaje de políticas de corte neoliberal, pero con la mediación de redes sociales para la manipulación de masas.
Pero, por qué decimos que el actual gobierno es reciclaje de las políticas neoliberal. La respuesta es simple, las reformas económicas adoptadas por los países luego del consenso de Washington se siguen profundizando: la disciplina fiscal para reducir el déficit presupuestario derivado del proteccionismo estatal se sigue aplicando en los gobiernos actuales, la priorización del gasto público que se traduce en reducción del mismo es parte de la agenda presupuestaria, la reforma fiscal para disminuir el gasto público sigue siendo la misma de los años 80s, la liberalización financiera para que los tipos de interés quedarán determinados por el mercado, es la ley actual, el tipo de cambio competitivo y adopción de dólar como moneda oficial continúa, la liberalización del comercio o reducción de aranceles en beneficio de las grandes transnacionales sigue siendo prioridad de los gobiernos, la liberalización de inversión extranjera directa o creación de zonas francas también se sigue aplicando, además las privatizaciones están a la vuelta de la esquina, la desregulación vinculado con la privatización y los derechos de propiedad para estimular al sector privado son parte de las propuesta de los programas de gobierno. Eso fue y sigue siendo la política neoliberal. La pregunta es ¿Qué de esta política neoliberal ha sido desmontada por el actual gobierno?, si no ha sido desmontada entonces sigue siendo neoliberal y por lo tanto no hay ningún cambio, solo reciclaje y una nueva forma de dominio a través de redes sociales y protagonismo de la fuerza armada
Como podemos ver las políticas neoliberales se sintetizan en reducción del papel del estado en la regulación y participación de la economía y centralización del libre mercado como dinamizador de la economía. Estas han sido las políticas neoliberales aplicadas por los gobiernos de ARENA, continuadas por los gobiernos del FMLN y profundizadas por el gobierno actual
Entonces ¿por qué afirmo que el actual gobierno está aplicando las recetas neoliberales?, la respuesta a esta pregunta puede ser entendida por los siguientes pequeños ejemplos: seguimos siendo un país dependiente, dominado por las grandes transnacionales, endeudado ante los organismos financieros internacionales y obligados a seguir haciendo reformas fiscales y ajustes para reducción de gasto público y pago de deudas, muestra de ello ha sido la adquisición de nueva deuda ante el FMI y BM;, seguimos dolarizados; tenemos una política de impuestos regresiva; el gasto social cada vez es menos y lo podemos observar en reducciones de carteras presupuestarias; las privatizaciones siguen en boga, etc; entonces ¿dónde está la nueva forma de hacer política?
Podemos concluir que la consigna hacer historia es consigna ideológica- electoral; por otro lado el hecho histórico es una categoría científica, pero la llegada y administración de este gobierno, posiblemente sí sea considerado un hecho histórico en el futuro, ya que en la historia nunca habíamos llegado tan cerca de tener una deuda de casi el 100% en relación al PIB, ese hecho sí es histórico pues tendrá fuertes repercusiones para la sociedad en el futuro y presente inmediato, estas son políticas ajuste estructural, neoliberales, la única diferencia de esta nueva administración repito es el uso de las redes sociales para la manipulación de la percepción de la opinión de la sociedad y el uso de la fuerza militar, estos dos nuevos elementos marcan cierta diferencia con administraciones anteriores pero no ruptura.
Notas:
(2) Art. 88.- La alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia de la República es indispensable para el mantenimiento de la forma de gobierno y sistema político establecidos. La violación de esta norma obliga a la insurrección.
Asdruwal Ramírez es sociólogo (El Salvador)
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