La causa: alquiler de inmuebles
Juez presume sin pruebas que hay lavado de dinero en el caso Los Sauces
▲ La ex presidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner con sus
hijos, Florencia y Máximo, irán a juicio oral por presunta corrupción en
un caso de alquiler de inmuebles que son propiedad de una empresa de la
familia. La imagen es de archivo.
Buenos Aires. En el contexto de una persecución política
del gobierno de Mauricio Macri mediante acciones judiciales y mediáticas
contra Cristina Fernández de Kirchner, ex presidenta (2007-2015) y
actual senadora, el juez Julián Ercolini elevó a juicio oral la causa
Los Sauces, por el alquiler de inmuebles propiedad de una empresa de la
familia Kirchner, debido a supuestos sobornos, aunque los pagos están
registrados legalmente en movimientos bancarios y no se detectaron
sobreprecios ni falsas identidades.
En este juicio que lleva largo tiempo sin obtener pruebas concretas,
junto a la ex mandataria son procesados sus hijos Florencia y Máximo
Kirchner; los empresarios Lázaro Báez y Cristóbal López, Fabián de
Souza, y el contador de la familia, Víctor Manzanares, además de Romina
de los Ángeles Mercado, sobrina de la ex presidenta.
Este juez, que actuó abiertamente contra la ex presidenta cuando ella estaba en el gobierno, lleva adelante este juicio porque
suponeque el alquiler de esos inmuebles
podrían ser un caso de lavado de dinero, aunque se entregó suficiente documentación que demuestra que las operaciones de alquiler fueron verdaderas y que todos los pagos se realizaron normalmente. mediante cheques y considerando el precio del mercado.
Es tan escandaloso este juicio que Florencia Kirchner está acusada, a pesar de que cuando presuntamente
se cometía el delitotenía 12 años. Toda la documentación fue entregada por la familia Kirchner y en ninguna parte figura que haya cobrado fuera de los valores del momento.
Este accionar es lo que varios analistas aquí llaman
otra cortina de humo, cuando la situación general del país es insostenible.
También las decisiones del juez Claudio Bonadio, quien ha ordenado allanamientos considerados
extorsivosen la casa que la familia Kircher tiene en la provincia de Santa Cruz, y su departamento en Buenos Aires, fueron criticados y rechazados por varios juristas, ya que en el primero de estos lugares, los policías y fuerzas de seguridad permanecieron durante más de tres días causando daños y llevándose, entre otras cosas, el bastón de mando presidencial que le había regalado la familia del ex presidente Héctor Cámpora (1973-1974) a Néstor Kichner y a Cristina Fernández.
Mientras continúa el
carnavalde las prisiones preventivas, Bonadio solicitó dos pedidos para quitarle los fueros a la senadora y aplicarle el esquema de prisión preventiva, que instaló el juez Martín Irirzún, pese a que va en contra de la Constitución, con el argumento de que los ex funcionarios detenidos y la propia ex mandataria podían fugarse o
utilizar su poder(que por supuesto no tienen) para obstaculizar la causa, aunquel ministro de Justicia, Germán Garavano, se expresó contra esta ilegalidad.
En entrevista con El Destape Radio, Garavano se expresó
contra quienes sostienen que la ex presidenta debe ser desaforada y
detenida, como pide Bonadío en la causa que se sustenta en unas
fotocopias de los cuadernos escritos supuestamente por el ex chofer de
un ex funcionario.
Por su parte, el abogado y ex juez del Juicio a las Juntas Militares,
Ricardo Gil Lavedra, de la Unión Cívica Radical (UCR) que forma parte
de la alianza gubernamental Cambiemos, advirtió que ha habido
ciertos excesosen la aplicación de la prisión preventiva y se expresó contra la existencia de la figura del
arrepentido.
En entrevista con una radio local, Gil Lavedrae dijo que
es probable que haya cierto uso indebido de la prisión preventiva, y afirmó que “no alcanza con la declaración de un arrepentido para condenar a una persona".
También el caso de los cuadernos es considerado uno de los grandes
escándalos del gobierno de Macri, quien utiliza a la justicia y a los
grandes medios de comunicación, como el Grupo Clarín, para intentar
cambiar el rumbo de la política persiguiendo a los dirigentes políticos
opositores.
A su vez, la diputada oficialista Elisa Carrió se expresó con furia
contra Garvano y sostuvo que va a pedir su juicio político. Se supone
que Garvano y Gil Lavedra saben que el tema de la ilegalidad de las
prisiones preventivas es observado y criticado desde el exterior.
También el ministro de Justicia advirtió que los fueros
sólo implican que una persona no pueda ser arrestada, como coinciden la mayoría de los juristas que se oponen a la embestida contra Fernández de Kirchner y la consideran una persecución política; mientras personalidades de la justicia, están señalando que se ha llegado a una situación en la que
no hay estado de derecho, lo cual agrava la crisis del gobierno de Macri.
Foto Xinhua, Stella Calloni
Corresponsal, Periódico La Jornada
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