La pupila insomne
En Estados Unidos, se niega el derecho al voto a centenares de miles de estadounidenses por ser pobres. En nueve estados no pueden votar quienes tengan facturas legales o multas judiciales por abonar. En Alabama, más de 100.000 personas con deudas fueron eliminadas de las listas de votantes en 2017. |
No se puede hablar
de derechos humanos y democracia un país cuyo sistema electoral es
corrupto por naturaleza y tiene un gobierno de millonarios, destinado a
aplicar medidas salvajes contra las familias de menos ingresos, los
pobres, las minorías y los inmigrantes. Un país en el que, en las
campañas electorales y los procesos políticos, no hay límites éticos, se
promueve el odio, la división, el egoísmo, la calumnia, el racismo, la
xenofobia y la mentira. En el que el dinero y los intereses corporativos
son los que definen quién será electo.
En Estados Unidos, se
niega el derecho al voto a centenares de miles de estadounidenses por
ser pobres. En nueve estados no pueden votar quienes tengan facturas
legales o multas judiciales por abonar. En Alabama, más de 100.000
personas con deudas fueron eliminadas de las listas de votantes en 2017.
Los medios de información son coto de élites corporativas. Un
grupo extremadamente pequeño de corporaciones controla los contenidos
que el público consume, mientras se anula o convierte en marginal
cualquier versión u opinión discrepante.
Es una vergüenza que
en el país más rico del mundo cerca de 40 millones de personas vivan en
situación de pobreza, 18,5 millones en pobreza extrema y 5.3 millones en
condiciones de pobreza absoluta. La vida de los “sin hogar” es
miserable. En el 2016, 553 742 personas pasaban las noches a la
intemperie en Estados Unidos.
El diseño y aplicación de
políticas ha sido secuestrado por los llamados “intereses especiales”,
es decir, el dinero corporativo. La falta de garantías de educación,
salud y seguridad social, las restricciones a la sindicalización y la
discriminación terrible de género son prácticas cotidianas.
Las
mujeres estadounidenses son claramente discriminadas laboralmente y
siguen recibiendo salarios inferiores a los de los hombres por la
realización de iguales trabajos. La pobreza, salud y problemas de
seguridad de los niños son preocupantes. Las personas con discapacidades
sufren abusos violentos. El acoso sexual y las violaciones
generalizadas motivan múltiples denuncias y protestas. Los asesinatos de
personas LGTBI se incrementaron durante el 2017, en un marco de
discriminación continuada contra ese colectivo en la legislación estatal
y federal.
En Estados Unidos, la riqueza media de las familias
blancas es siete veces superior a la riqueza media de las familias
negras. Más de uno de cada cuatro hogares negros tenía un patrimonio
neto de cero o negativo. La tasa de desempleo de los negros es casi el
doble que la de los blancos.
El gobierno de los Estados
Unidos debería responder por las 987 personas que murieron durante 2017 a
manos de agentes encargados de hacer cumplir la ley empleando armas de
fuego. Según esos datos, las personas afroamericanas, que constituyen un
13% de la población, representaron casi el 23% de las víctimas.
Existe una discriminación racial sistemática en la aplicación de la ley
y en los órganos judiciales. Los infractores varones negros fueron
condenados, como promedio, a penas un 19,1% más largas, que aquellos
blancos infractores que se encontraban en situaciones similares.
Los crímenes de odio por motivos de raza alcanzaron un récord en los
últimos años y sólo en el 2016, fue informado un total de 6.121 delitos
de odio ocurridos en Estados Unidos.
Los delitos violentos han
ido en aumento. El gobierno de ese país, al servicio del lobby de las
armas, no ejerce un control efectivo sobre estas, lo que causó un
continuo incremento de homicidios, incluso de adolescentes.
Estados Unidos debería poner fin a la separación de familias migrantes, y
a la reclusión de centenares de niños, incluso en jaulas, separándolos
de sus padres.
Mientras Estados Unidos le da la espalda a los
mecanismos de derechos humanos de las Naciones Unidas, Cuba mantiene un
elevado nivel de actividad y cooperación, lo que le ha granjeado el
respeto en los órganos pertinentes de la Organización y entre los
Estados miembros.
Estados Unidos, que fue el promotor y sostén
de las sangrientas dictaduras militares en nuestra región, con la
complicidad de la OEA, ha declarado la vigencia y aplicabilidad de la
Doctrina Monroe como instrumento de política exterior, en total
desprecio de la Proclama de la América Latina y el Caribe como Zona de
Paz.
(Fragmento de Declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba:Fracasó el show anticubano para justificar el bloqueo )
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