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jueves, 25 de octubre de 2018

USAID y el indigenismo en Guatemala


A finales del pasado mes de agosto, las y los intelectuales indígenas mayas más prominentes del país realizaron un congreso nacional, en la ciudad de Guatemala, titulado: formas contemporáneas de producción del racismo contra los pueblos indígenas. [1] Dicho congreso estuvo auspiciado, nada menos que por la Agencia Internacional de Desarrollo de los EEUU (USAID), como aparecía en el afiche de la convocatoria. [2]
¿Qué es la USAID?
USAID es el brazo civil del intervencionismo político y militar de los EEUU. en diferentes países de América Latina y el mundo. Como indica en su sitio web, tiene por objetivo ampliar y garantizar el mercado mundial para los productos norteamericanos. [3] Depende directamente de la Secretaría de Estado de los EEUU para aniquilar a todos los movimientos sociales, indígenas o no, contrarios a los intereses norteamericanos. [4] Ni hablar del financiamiento desinhibido a grupos opositores que buscan desestabilizar a los gobiernos soberanos. [5]
Por esa conducta injerencista, la USAID fue expulsada de Rusia (2012), de Bolivia (2013), de Ecuador (2014). Y estos país, sin la presencia de USAID, se democratizaron y crecieron económicamente como nunca antes.
¿Qué hizo los EEUU y la USAID con los indígenas en Guatemala?
En Guatemala, entre 1960 y 1996, el gobierno norteamericano financió y promovió el doloroso conflicto armado interno donde el ejército asesinó cerca de 200 mil indígenas. De los cuales, cerca de 40 mil se encuentran aún desaparecidos. La gran mayoría, mayas.
No existe otro país en la región donde el ensañamiento norteamericano contra los pueblos indígenas haya sido, y sea, tan letal y brutal, como en Guatemala. El único histórico intento político revolucionario que benefició a los indígenas fue militarmente ahogado en sangre por los EEUU (1954).
Y, muy a pesar de estas y otras evidencias históricas sangrientas, las y los intelectuales mayas, en su gran mayoría, se sienten cómodos con los asesinos de sus ancestros, la USAID. [6] ¿Ignorancia? ¿Servidumbre académica ingenua? ¿Oportunismo? ¿O simplemente la formación o profesionalización los configuró como los nuevos caporales o doctrineros neocoloniales?
Si bien la USAID fue creada en 1961, fue recién a partir de 1996 que comenzó a operar en Guatemala distribuyendo dólares a las ONG para distraer y desmovilizar a movimientos indígenas que tomaban fuerza con la “conmemoración” de los “quinientos años de la invasión”. Y, fue eficiente en éste su cometido, gracias a sus doctrineros.
¿Por qué muchos intelectuales mayas se sienten cómodos en la lacerante República de USAID?
Los pueblos mayas, casi 30 años después de la vigencia de los derechos políticos de los pueblos indígenas (Convenio 169 de la OIT), aún balbucean apenas derechos culturales (idioma, traje, costumbres, etc.). Pero, el derecho al autogobierno, al territorio, al consentimiento o a forjar un nuevo Estado, son aún tabú. Y, en muchos casos, el despertar indígena hacia estos derechos políticos son repelidos por algunos intelectuales mayas financiadas por USAID. Sea en lealtad por las becas recibidas de pre o posgrado, o quizás porque sienten que el despertar político indígena marchitaría el negocio fácil del culturalismo maya.
Esto último, se evidencia en el discurso y proyectos que manejan las ONG indígena en su mayoría. Casi ninguna impulsa o plantea la urgente necesidad de pensar un Estado Plurinacional desde lo comunitario. No cuestionan al omnipresente sistema neoliberal predador de derechos indígenas. Mucho menos acompañan las demandas populares indígenas de nacionalizar de los bienes y servicios privatizados. [7]
En las últimas dos décadas, Guatemala prácticamente se convirtió en una República USAID. Especialmente ante la disminución de la cooperación financiera europea. Esta agencia para la expansión comercial norteamericana, no sólo borró la frontera ideológica entre derecha e izquierda política, sino también hizo del culturalismo un dogma casi infalible. Y, ¡ay de aquel indígena que se atreva a cuestionar dicho dogma!, las y los caporales mayas salen pluma en mano para “ahuyentar” al tábano que intenta despertar a los pueblos anestesiados por el culturalismo. [8]
Para el 2017, según informe del gobierno de Guatemala, del total de la cooperación técnica no reembolsable bilateral, más del 89% provino de USAID. [9] Pero, también el empobrecimiento y la descomposición sociopolítica del país creció y crece hasta alcanzar niveles sin precedentes. En Guatemala la USAID alardea su “ayuda económica” consistente en leche en polvo, lectoescritura infantil, semillas para campesinos sin tierra, ofertas de becas de estudio para indígenas, incidencia política indígena (súplicas mayas). De esta manera, afianza la apoliticidad y el pentecostalismo maya en los pueblos despojados.
Pero, muy a pesar de la “eficiencia” de USAID y su indigenismo, las comunidades y pueblos indígenas en resistencia irrumpen por todas partes, y amplían sus horizontes de lucha. Ahora, van por un proceso constituyente popular para consensuar un Estado Plurinacional, donde incorporarán sus derechos históricamente postergados por el culturalismo del Estado criollo.
Notas:

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