La unidad cívico-militar es, según Jaua, la garantía de que siga iluminado el camino de la patria y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), garante de la democracia, el desarrollo y la felicidad social de la patria.
Jaua advirtió de que el imperialismo, las oligarquías y las viejas y derrotadas clases políticas buscan separar a los militares del pueblo para usarlos como guardia pretoriana de un sistema que privilegia a una minoría y excluye a la mayoría.
En referencia al intento del golpe de Estado en 2002 contra el falleció líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, aduce que la imagen de los soldados junto al pueblo venezolano en abril de 2002 confirma la importancia de la unidad cívico-militar como vacuna democrática contra el golpismo.
Pero la confianza y el afecto común entre pueblo y la FANB se remontan a años atrás, añadió. Los militares se rebelaron contra el alto mando militar y la dirigencia política, cuando en febrero y marzo de 1989 les ordenaron masacrar a su propio pueblo.
Asimismo, recordó que los militares hicieron frente a las maniobras para desconocer el resultado electoral el 6 de diciembre de 1998, respaldando así la voluntad de la mayoría de los venezolanos que votó por Hugo Chávez.
Desde el 12 de febrero, Venezuela testifica protestas urdidas por la ultraderecha, con apoyo extranjero, que tratan de perjudicar al Gobierno.
El viernes, durante una ceremonia “in memoriam” de las víctimas del golpe de Estado en 2002 contra el presidente Chávez, Jaua agradeció la unión cívico-militar de la FANB y el pueblo que coadyuva a neutralizar los conatos golpistas contra el Gobierno del presidente del país, Nicolás Maduro.
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