Según la publicación digital, Quijano "envió un emisario para que ofreciera a los líderes pandilleros un trato: un gobierno suyo los tomaría en cuenta para diseñar políticas de seguridad pública a cambio de que para la segunda ronda dejaran de presionar a los ciudadanos sobre cómo votar".
El diario señala que dos días después de la derrota por 10 puntos porcentuales en la primera vuelta electoral del 2 de febrero, Quijano le pidió a Arn Richard Lüers que les explicara a las pandillas el enfoque integral del tema.
Más conocido como Paolo Lüers, la persona en cuestión es un exguerrillero que ha trabajado en el equipo de Raúl Mijango en el proceso de tregua entre pandillas iniciado en 2012.
De acuerdo con la investigación, Lüers, en nombre de Quijano, ofreció a las maras -como también se le conoce aquí a esos grupos delincuenciales- interlocución y ser escuchadas en el diseño de políticas de seguridad pública, a cambio de que no predispusieran a los votantes contra Arena para la ronda del 9 de marzo.
Durante su campaña con miras a la primera vuelta el entonces candidato aseguraba "que jamás negociaría con pandilleros".
Además, denunciaba públicamente que "las pandillas presionaban a los ciudadanos en algunas comunidades para que votaran por su rival del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN)", algo desmentido por el partido de izquierda en su momento.
Según Lüers, el aspirante de Arena intentaba mejorar sus posibilidades para la segunda vuelta y comenzó a cambiar su mensaje proselitista, que llegó a tonos desmesurados cuando a finales de enero desafiaba a su contrincante Salvador Sánchez Cerén.
"Usted y su gobierno tienen un oscuro y cobarde pacto con las maras. Usted brinda beneficios y protección a los mareros (...) Salvadoreño, yo sé que tú me entiendes. Haré lo que tenga que hacer para que nuestro país quede libre de maras", decía Quijano en un spot publicitario lanzado poco antes del 2 de febrero.
Luego de la derrota de Arena en la primera ronda la campaña cambió su enfoque y acento por otros más suaves, al hacer referencia a la prevención para "combatir la delincuencia".
Lüers dijo que los mensajes que "que salieron dos semanas después del 2 de febrero era parte de lo que las pandillas querían ver, sin eso habría sido imposible".
Aclaró que informó de sus gestiones en nombre de Quijano a los dos mediadores de la tregua, Raúl Mijango y Fabio Colindres.
En la investigación aparecen involucrados otros miembros de la dirigencia de Arena.
jf/otf
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