Analistas vuelven a dudar sobre su salud mental
Felicita a Polonia por la invasión nazi;
asegura que un huracán llega a Alabama y arremete de nuevo contra sus
funcionarios y aliados
Nueva York. Donald Trump continúa provocando dudas sobre
su estabilidad mental con una serie de declaraciones y acciones –más
allá de las ya normales racistas, xenófobas y engañosas– que
sencillamente carecen de sentido.
Por ejemplo, al acercarse el huracán Dorian a las costas del
sureste estadunidense el domingo pasado, Trump tuiteó de repente que el
estado de Alabama, y otros más, estaba en peligro por la tormenta, algo
que no era cierto. El propio servicio federal meteorológico, 20 minutos
después del tuit presidencia, se vio obligado a desmentir por todos los
canales anunciando: “repetimos, NINGÚN impacto del huracán Dorian será sentido en Alabama”.
Pero Trump hasta la fecha ha rehusado aceptar que cometió un pequeño
error y durante toda esta semana ha insistido que en tenía razón, al
insistir en un tuit de este jueves: “¡lo que dije fue preciso! Todo lo
demás es Fake News para descalificarme”. Esto, después de que
el miércoles pasado, en un intento para justificar su error del domingo,
ante periodistas en el Salón Oval de la Casa Blanca mostró un mapa del
Centro Nacional de Huracanes fechado el 29 agosto, que había sido
visiblemente alterado con un plumón para incluir dentro de la zona
marcada de peligro un cachito de Alabama.
Todo esto ha dejado a periodistas (la nota sigue entre las
principales en los medios), analistas y comediantes maravillados ante el
grado que Trump está dispuesto a llegar para evitar cualquier admisión
de un error, y a la vez mantener la atención sobre él, aun mientras un
huracán está azotando la costa sureste de su país.
El pasado fin de semana, Trump canceló su gira a Europa que incluía
una escala en Polonia para conmemorar, con otros jefes de Estado, el 80
aniversario del inicio de la Segunda Guerra Mundial, con el argumento de
que tenía que mantenerse en casa para supervisar la respuesta de
emergencia federal al huracán que se acercaba a Florida y otros estados
de la costa este. Pero en lugar de ir a Polonia se fue a jugar golf (por
la 227 vez desde que llegó a la Casa Blanca hace 958 días, según MSNBC)
en Virginia.
En comentarios a la prensa sobre Polonia el domingo, adonde envió en su lugar al vicepresidente Mike Pence, comentó:
quiero felicitara ese país europeo en este aniversario. Nadie entendió cómo estaba felicitando al país en el aniversario solemne de su invasión por el régimen nazi de Alemania (ocupación en la que perdió a una quinta parte de su población), con lo cual se inició una de las guerras más bárbaras en la historia.
Pero no fue el primer viaje que canceló en días recientes, pues el
mes pasado estaba programada una visita a Dinamarca. Sin embargo, en
otro berrinche, suspendió la ida porque el liderazgo danés se burló de
su propuesta de comprar Groenlandia (vale recordar también que mucho de
su propio equipo y los medios también pensaban al inicio que eso era una
broma, pero resultó que no).
En tanto, al aproximarse el huracán, el régimen de Trump ordenó el
traslado de 270 millones de dólares del presupuesto de las agencias
federales encargadas de dar respuesta a desastres naturales para
invertirlos en ampliar centros de detención para migrantes.
En ese mismo rubro, el régimen esta desviando 3.6 mil millones de
dólares de fondos militares para acelerar la construcción de su gran
proyecto medieval: el muro fronterizo con México. Trump ordenó que toda
medida que sea necesaria para construir su barda, aun si es ilegal, debe
de proceder, informando a sus propios subordinados que les otorgará
perdones presidenciales si son acusados de violar las leyes para
lograrlo, reportó el Washington Post.
Por otro lado, mientras Puerto Rico se preparaba una vez más la
semana pasada para la posibilidad de que pasara el huracán, Trump volvió
a atacar a la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulin Cruz, feroz crítica
del presidente. Calificó a todo ese país de
corruptoy proclamó:
yo soy lo mejor que jamás le ha ocurrido a Puerto Rico.
A la vez, durante estas últimas semanas, Trump ha continuado sus
extraordinarios ataques contra sus propias agencias federales, sobre
todo la FBI, ex directores de esa y otras agencias de seguridad nacional
que se han atrevido a criticarlo, legisladoras demócratas latinas y
afroestadunidenses y aun hay asombro ante su acusación de que todo judío
estadunidense que vote por el Partido Demócrata es un traidor, retórica
que tiene ecos históricos antisemitas.
No por primera vez asumió poderes que las leyes no le otorgan, el más reciente, cuando hace unos días escribió:
nuestras grandes empresas estadunidenses están con la orden de buscar inmediatamente una alternativa a Chinapara sus negocios, algo que por supuesto él no puede
ordenar.
Al mismo tiempo, el presidente ha seguido atacando a sus propios
aliados, incluso a legisladores republicanos e integrantes de su
régimen, entre ellos el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell,
a quien él mismo instaló en ese puesto. En medio de su disputa
comercial con China, y ante pronósticos de una posible recesión por
estas maniobras, Trump le echó la culpa a quien nombró en el banco
central, tuiteando el 23 de agosto:
mi única pregunta es: ¿quién es nuestro enemigo más grande, Powell o el presidente Xi?
Varios comentaristas señalan que tal vez lo más preocupante es que
estas expresiones, declaraciones, tuits y más cada vez provocan menos
alarma. O sea, advierten que lo más peligroso para el país es que todo
esto se vuelva
normal.
El veterano periodista de televisión, ex conductor de CBS News Dan Rather advirtió:
cuidado con la fatiga Trump, y comentó que
estamos en un momento en que el daño acumulativo de la presidencia Trump golpea como las incesantes olas de calor de veranoy que, para este presidente
el manejo del agotamiento podría ser su arma más potente, al proceder hacia la pugna electoral de 2020.
Y si todo esto no es suficientemente preocupante en medio de esta
temporada de huracanes y locuras, se reveló que Trump había sugerido
varias veces a altos funcionarios de seguridad nacional que exploraran
la posibilidad de usar bombas nucleares para frenar a huracanes antes de
que impactaran a Estados Unidos, según fuentes que lo escucharon y un
documento oficial que registró las palabras del comandante en jefe,
reportó Axios.
David Brooks
Corresponsal
La Jornada
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