Pidió ayuda a un gobierno extranjero para atacar a rival electoral
Solicitó al presidente de Ucrania indagar a
Biden y su hijo
Sugirió a Zelensky trabajar con Giuliani, su abogado
personal
Antes de la llamada suspendió la ayuda económica a Kiev
▲ La Casa Blanca dio a conocer ayer la transcripción de parte de la
conversación que mantuvieron en julio pasado el presidente
estadunidense, Donald Trump, y su homólogo ucranio, Volodymir Zelensky.
Nueva York. De repente, toda la atención giró de las
reuniones mundiales en la Organización de Naciones Unidas a Washington,
donde se inició el complejo e incierto proceso de destitución
presidencial (impeachment), por cuarta vez en la historia de
Estados Unidos, dejando a Donald Trump aquí ante, literalmente, todo el
mundo acusado de traicionar a su país.
Documentos oficiales divulgados ayer parecen confirmar que Trump
solicitó la ayuda de un poder extranjero para atacar a un contrincante
político dentro de su propio país, algo que el liderazgo demócrata
calificó de
traiciónal anunciar el inicio del proceso de impeachment este martes.
La Casa Blanca, al buscar cómo responder ante un escándalo político
más, divulgó ayer una transcripción parcial resumida de la llamada
telefónica entre el magnate y el presidente de Ucrania, Volodymir
Zelensky, en julio.
Me gustaría que nos hicieras un favor, dice Trump en la llamada, comentando que
nuestro país ha pasado por mucho y Ucrania sabe mucho acerca de ello. Menciona posibles investigaciones conjuntas sugiriendo que el ucranio trabaje con Rudolph Giuliani (quien trabaja como abogado y asesor personal de Trump, pero no para el gobierno), así como con el procurador general de Estados Unidos, William Barr, para indagar versiones de que Joe Biden frenó a un fiscal ucranio que investigaba a su hijo, quien era miembro de la junta directiva de una empresa de gas de Ucrania.
Hay mucha plática sobre el hijo de Biden. Que Biden frenó la investigación y que mucha gente quiere averiguar más sobre eso; entonces lo que puedas hacer con el procurador general (Barr) sería buenísimo, le dijo Trump a su homólogo de Ucrania.
El hijo de Biden fue integrante de la junta directiva de una empresa
ucrania cuando su padre era vicepresidente de Estados Unidos.
Trump y otros republicanos resaltaron ayer que la transcripción
confirma que no hubo ninguna presión sobre el ucranio –aunque el
estadunidense ordenó congelar casi 400 millones de dólares en asistencia
estadunidense a ese país semanas previas a la llamada– ni algo ilegal o
inapropiado, ya que su único interés era investigar sobre posibles
actos de corrupción.
Pero la presidenta de la Cámara de Representantes y demócrata más
poderosa de Washington, Nancy Pelosi, sostuvo ayer que la conversación
confirma que el comportamiento de Trump “mina la integridad de nuestras
elecciones, la dignidad del puesto y nuestra seguridad nacional… y esto
confirma la necesidad de una indagatoria de impeachment”.
Trump denunció desde la noche del martes esta decisión y ayer por la
tarde en una conferencia de prensa originalmente programada para
festejar sus siempre
grandiososlogros en la ONU, calificó de
bromael que esa conversación telefónica
perfectacon el ucranio fuera motivo de un impeachment. Acusó que se trata de otro
engañonutrido por fake news y parte de la incesante
cacería de brujasque hay en su contra desde que ganó las elecciones, impulsada por demócratas a quienes
no les importa el país, sino únicamente el poder. Remató:
ya que no pueden ganarme electoralmente, optan por destituirme.
Como suele hacer, lanzó su contraofensiva acusando a Biden y los demócratas de lucrar con la corrupción en Ucrania, y exigió
transparenciaal ex presidente y todos sus socios.
En una reunión con el jefe de la Casa Blanca en Nueva York al margen
de la Asamblea General, un muy incómodo Zelensky comentó que no deseaba
involucrarse en el proceso electoral estadunidense y calificó la llamada
de
normal;
nadie me empujó. Trump le ayudó a traducir su mensaje:
en otras palabras, no hubo presión y saben que no hubo presión.
A la vez, la tarde de ayer la oficina del director interino de
Inteligencia Nacional Joseph Maguire entregó a algunos legisladores el
informe clasificado que un denunciante confidencial, ahora sólo
identificado como un oficial de inteligencia, entregó a sus jefes, y
anoche algunos con acceso a ese documento indicaron que había detalles
aún más preocupantes de los que están en la transcripción telefónica,
por lo que han solicitado que sea divulgado al público.
Aparentemente, la Casa Blanca –dentro de la cual se reportan intensos
debates sobre cómo responder a ese último escándalo– decidió que la
mejor opción era revelar la conversación, ya que no contiene lo que
algunos sospechaban, una negociación explícita de liberar los fondos
congelados a cambio de la investigación ucrania, pero también para
evitar ser acusados de un intento de encubrir algo más.
El presidente, sus aliados en el Senado y algunos estrategas están
tratando de convencer –y tal vez convencerse a sí mismos– de que el impeachment al
final será benéfico para la campaña de relección ya que, argumentaron
en público, generará mayor motivación entre sus filas contra lo que
llaman la
cacería de brujasorquestada por los demócratas.
Pero Trump parece estar oscilando entre eso y una sensación de alarma.
Por su lado, Biden emitió una declaración en la cual acusa a Trump de
poner “sus intereses políticos sobre nuestro interés de seguridad
nacional… esto es una prueba para nuestros valores democráticos”.
Antes de las nuevas revelaciones, que surgieron despues de la alerta
formal presentada a sus jefes dentro del gobierno por el denunciante
confidencial, el debate entre demócratas era sobre si proceder con el impeachment con
base en las investigaciones ya en curso en el Congreso. Pelosi y otros
habían argumentado que no existía el apoyo necesario de la opinión
pública para proceder y menos la posibilidad del apoyo bipartidista para
lograr la destitución del presidente, y que al final todo eso podría
tener consecuencias electorales negativas para los demócratas en 2020.
Pero con las nuevas revelaciones, ayer casi toda la bancada demócrata se expresó en favor de proceder con el impeachment.
Ese proceso de destitución ya se inició, y los seis comités de la
cámara que ya han estado investigando a Trump empezarán a formular sus
casos sobre violaciones que ameritan impeachment de acuerdo con
la Constitución para entregarlos al Comité Judicial. Si son aprobados
en el pleno de la cámara baja, el proceso se traslada al Senado, el
cual, si los republicanos en control dan luz verde (algo que por ahora
está casi descartado), sesionará como tribunal para el juicio político
de Trump.
Algunos creen que ayer fue tal vez el peor día de la presidencia de Trump.
Foto Afp
David Brooks
Corresponsal, Periódico La Jornada
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