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martes, 10 de septiembre de 2019

Bolsonaro y la batalla por el futuro de Brasil

Entrevista con Elias Jabbour,, profesor de la Universidad Estatal de Río de Janeiro y miembro del PCdoB

Eyes on Latinoamerica

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández


La elección del político de extrema derecha Jair Bolsonaro en las elecciones presidenciales brasileñas del año pasado causó conmoción en toda América Latina y en el mundo entero. ¿Cuál ha sido el impacto de los primeros ocho meses de Bolsonaro en el poder?

Entrevisté a Elias Jabbour, profesor de la Universidad Estatal de Río de Janeiro y miembro del Comité Central del Partido Comunista de Brasil (PCdoB) para conocer su perspectiva sobre las grandes luchas que actualmente están teniendo lugar en Brasil.

Fiona Edwards.- ¿Qué impacto han tenido en Brasil y en la vida de los brasileños los primeros ocho meses en el poder de Bolsonaro?

Elias Jabbour.- El impacto ha sido muy grande. Hasta el momento, Bolsonaro no tiene un programa para reducir las altas tasas de desempleo en Brasil. Hay una inmensa presión sobre los movimientos sociales, los sindicatos y el pensamiento crítico. La economía lleva en recesión técnica desde el último trimestre. La violencia policial sigue una curva ascendente.

Brasil es ahora un laboratorio de políticas económicas ultraneoliberales. Estamos viendo que el mercado laboral se está desregulando, que los trabajadores pobres tienen dificultades para jubilarse y que los salarios están cayendo en su proporción en el PIB.

Se ha lanzado un gran programa de privatización que incluye la venta de las empresas públicas/estatales grandes y rentables. El petróleo de presal de Brasil se subastará a precios bajos a empresas extranjeras.

El desprecio de Bolsonaro por el medio ambiente quedó claro en los recientes sucesos de los incendios en la Amazonía. Brasil es víctima del gobierno más antinacional y antisocial de la historia de América Latina.

Fiona Edwards.- Bolsonaro surgió desde una oscuridad relativa para ganar las elecciones en octubre de 2018 con 57 millones de votos, atrayéndose el 55% del voto popular. ¿Cómo consiguió Bolsonaro una cantidad de votos tan grande y en qué medida ha mantenido unida su coalición de seguidores durante los pasados ocho meses como presidente?

Elias Jabbour.- La gran verdad es que Brasil ha sido víctima de una guerra híbrida orquestada por Estados Unidos desde el momento en que el presidente Lula da Silva anunció el descubrimiento de la extremadamente valiosa capa de petróleo de presal en 2006. Es el único lugar en el mundo donde la híbrida estrategia bélica de Trump ha tenido mucho éxito.

La historia de la victoria de Bolsonaro es la historia de un proyecto de alienación del pueblo brasileño contra la política y los políticos en general como primer paso para el establecimiento de un gobierno fascista y proimperialista en Brasil. Desde 2005, los medios de comunicación convencionales han llevado a cabo una campaña mediática contra la izquierda y la política en general. La Operación “Lava Jato” (una ofensiva "anticorrupción"), diseñada en Estados Unidos, era el otro extremo de este proyecto. Al principio, la Operación Lava Jato desacreditó a toda la izquierda, pero después casi todos los partidos tradicionales de derechas en Brasil se vieron también afectados. Esto creó un vacío político al haber quedado desacreditados los principales partidos políticos en Brasil. Bolsonaro manejó esa ola antipolítica para conseguir la Presidencia. A pesar de su desgaste en los últimos ocho meses, el gobierno de Bolsonaro mantiene aún un amplio apoyo entre el 30% de los brasileños.

Fiona Edwards.- Los principales medios de comunicación en Gran Bretaña presentaron la victoria de Bolsonaro como un derrumbe total que había arrasado a la izquierda brasileña. Sin embargo, el candidato de la izquierda a la Presidencia, Fernando Haddad, obtuvo 47 millones de votos, lo que demostró de hecho que la izquierda tiene raíces sociales muy profundas en Brasil. ¿Cómo ha respondido la izquierda a la Presidencia de Bolsonaro y cuál es la escala de oposición y resistencia a sus ataques sobre la población?

Elias Jabbour.- No fueron 47 millones de votos para la izquierda, sino 47 millones de votos contra Bolsonaro. La izquierda está constituida hoy en día por unos 100 diputados federales (de 513) y por todos los gobiernos estatales del noreste de Brasil. Hay muchas iniciativas de la izquierda, pero todavía estamos en la etapa de acumular fuerzas. El eje de gravedad en la política nacional ya no es entre el ala derecha versus el ala izquierda, sino entre las fuerzas liberales (centroderecha) versus la extrema derecha dirigida por Bolsonaro.

La izquierda tiene un largo camino por recorrer y muchas luchas por delante antes de que sea posible recuperar el gobierno central. El primer paso es que la izquierda se una en torno a la defensa de la democracia y la soberanía nacional y que sea el centro de un amplio frente contra el fascismo. Por sí sola, la izquierda no va a poder llegar a ninguna parte.

Fiona Edwards.- Bolsonaro ganó las elecciones presidenciales después de que al candidato de la izquierda, Lula da Silva, se le prohibiera postularse. Todas las encuestas de opinión previas a las elecciones indicaban que Lula habría derrotado a Bolsonaro si no hubiera sido encarcelado por falsas acusaciones de corrupción en una conspiración que involucra al Departamento de Justicia estadounidense y al poder judicial brasileño. ¿Cuál es la importancia de la campaña para liberar a Lula para la izquierda y para los movimientos progresistas en Brasil?

Elias Jabbour.- La campaña para liberar a Lula es justa, correcta y de gran importancia histórica. Lula da Silva es el mayor prisionero político del mundo. Su situación es tan grave e injusta como la de Mandela en los tiempos del apartheid en Sudáfrica.

La campaña para liberar a Lula es parte de la lucha por la democracia y la soberanía nacional. Es una campaña absolutamente necesaria. Sin embargo, sucede también que la campaña para liberar a Lula es la única bandera capaz de unir al enemigo -que tiene muchas contradicciones dentro de su campo- en contra nuestra, la izquierda. Por tanto, la izquierda debe también impulsar un frente amplio por la democracia y la soberanía nacional. Este frente amplio debería poder aislar a Jair Bolsonaro.

Fiona Edwards.- Las destructivas políticas ambientales de Bolsonaro están ocupando los titulares internacionales a medida que los incendios arrasan la selva amazónica. ¿Qué opinas del apoyo de Bolsonaro a la deforestación y cómo podría salvarse la Amazonía?

Elias Jabbour.- La política de Bolsonaro es un instrumento al servicio del odio. Odio a los indios, las mujeres, los homosexuales, los negros, los pobres, los izquierdistas, los científicos y la ciencia misma. Es imposible entender la política ambiental de Jair Bolsonaro fuera del contexto de su cosmovisión que niega los logros de la civilización humana. Salvar la Amazonía es un problema que los brasileños deben resolver. No creo en las buenas intenciones de personas como Macron y Merkel. La salvación de la Amazonía pasa por el ejercicio de la soberanía nacional brasileña sobre ese territorio. Puede que la gente en Europa no lo entienda, pero la lucha entre Bolsonaro y Macron resultó de utilidad para la política de Bolsonaro de entregar la Amazonía a las empresas estadounidenses, porque pudo presentarse como un falso nacionalista ante el pueblo brasileño que se enfrenta al Presidente de la Francia imperialista.

Fiona Edwards.- Brasil es el quinto país más grande del mundo y la octava economía más importante. ¿Cuál es la política exterior del gobierno de Bolsonaro y qué impacto cree que tendrán otros tres años de gobierno de extrema derecha en Brasil para América Latina y el mundo?

Elias Jabbour.- El destino de la política exterior de Bolsonaro depende de las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2020. En el caso de una victoria de Trump, Brasil continuará siendo un gobierno completamente subordinado a los intereses de Estados Unidos y un gran bastión del fascismo en el mundo y en Latinoamérica. La derrota de Trump podría aislar al gobierno de Bolsonaro en el ámbito internacional y acelerar su desgaste.

La economía global se está desacelerando y su impacto sobre Brasil podría ser una crisis financiera, empeorada por la política económica neoliberal de Bolsonaro, y una caída en las importaciones de China a Brasil. El entorno internacional no es muy favorable para Bolsonaro.

Fiona Edwards.- Como profesor que estudia la economía y los modos de desarrollo de China, ¿qué cree que significa el ascenso de China para Brasil y América Latina?

Elias Jabbour.- El ascenso de China significa que Brasil y América Latina tienen una alternativa real al neoliberalismo. Ofrece la posibilidad de una mayor integración económica fuera de la órbita del imperialismo. Es imposible imaginar la existencia de gobiernos progresistas en América Latina sin la existencia de una China socialista.

Fiona Edwards es editora de la página web Eyes on Latin America.

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