El clientelismo fue derrotado y se impuso la madurez del pueblo dominicano.
El
pueblo dominicano ha dado nuevamente una extraordinaria capacidad y
muestra de civismo e inteligencia política al acudir a las urnas
ordenadamente para elegir al licenciado Luis Rodolfo Abinader Corona,
presidente para el periodo 2020-2024.
Es un momento
histórico que fortalece nuestro sistema democrático y permite abrir las
ventanas a una nueva etapa, en la que se esperan transformaciones
políticas, económicas y sociales en beneficio de la sociedad.
Es
justo porque la inequidad social prevaleciente ya no aguanta, sobre
todo en el manejo de los recursos del Estado, en el uso y orientación
del Presupuesto Nacional.
El contundente triunfo del
Partido Revolucionario Moderno (PRM) debe servir de ejemplo al liderazgo
nacional para que jamás se subestime la inteligencia de este sufrido
pueblo, que estoicamente esperó el momento oportuno para hablar y tomar
su decisión final a través del voto popular.
Ha sido
también una gran lección a quienes con dádivas y presiones diversas
intentaron imponerse pisoteando la institucionalidad y poniendo
inclusive en riesgo nuestras instituciones democráticas.
El
pueblo venció el miedo y en medio de una pandemia que ha puesto de
rodillas a la humanidad, sacó fuerzas para acudir civilizadamente a
ejercer su derecho constitucional de escoger sus nuevas autoridades.
El coronavirus está presente y seguirá alrededor del planeta hasta que la ciencia encuentre una vacuna para su erradicación.
La deuda social
Los
retos inmediatos son de grandes proporciones porque la deuda social
acumulada en medio siglo de democracia representativa en el país, no
aguanta más ser postergada.
El mensaje fue claro: la
sociedad dominicana demanda urgentemente el cambio del modelo económico y
social prevaleciente y que ha condenado a la pobreza extrema a millares
de ciudadanos.
Ya no es posible la continuación del robo
del erario público sin que haya consecuencias, y se sabe que la
corrupción y la impunidad son las causas fundamentales del deterioro de
los principales servicios comunitarios.
La gente necesita
un sistema de salud integral y de mayor calidad, que sea inclusivo; más
fuentes de trabajo, construcción de nuevos acueductos para que el agua
potable llegue a todos los hogares, rehabilitación de las áreas
agrícolas e industriales, así como de las estructuras pluviales y
sanitarias.
Es necesario que la población respalde la
gestión gubernamental del nuevo presidente electo que asumirá a partir
del 16 agosto venidero, y quien llamó a la unidad de todos los sectores
del país.
Los retos económicos y sanitarios son enormes por lo que se requiere del concurso colectivo.
Respaldo nacional
La
dimensión de la actual crisis económica y sanitaria es de tal magnitud
que demanda del concurso del empresariado nacional, liderazgo político,
de las organizaciones de la sociedad civil, de los trabajadores, de la
decisiva clase media, de las instituciones religiosas católicas o
evangélicas y de la comunidad internacional.
“Vencimos el
temor con la esperanza y la duda con la determinación, esta noche
salvamos el futuro porque ejercimos el cargo más importante en una
democracia, el cargo de ir a votar”, proclamó Luis Abinader en un
sencillo acto en la sede del comando de campaña del PRM, en Santo
Domingo.
Las proyecciones de los cómputos difundidos por
la Junta Central Electoral (JCE) dan ganador en primera vuelta al líder
opositor con un 53% de los votos sufragados.
A partir de
ahora, todos los miembros y dirigentes del PRM tienen que trabajar
unidos, humildemente y con el sentido de la historia y de la gran
responsabilidad que le ha otorgado el pueblo dominicano.
La
coalición que encabezó esta organización que surgió como consecuencia
de la división en el otrora poderoso partido blanco, igualmente tiene
entre sí el compromiso de contribuir a impulsar las transformaciones
demandadas por décadas en el país.
En consecuencia, tienen
que verse en el espejo ante lo que está viviendo en este momento el
Partido de la Liberación Dominicana (PLD) dividido y derrotado
contundentemente en los comicios de este domingo 5 de julio.
El
pueblo soberano es quien pone y quita los gobernantes que aspiran
gobernarlo, por tanto, la prudencia, tolerancia y humildad son factores
predominantes para permanecer en el poder.
Felicitamos al
pueblo dominicano por su conducta cívica ejemplar en todo este tortuoso y
accidentado proceso eleccionario marcado por un evento sanitario sin
precedentes.
Por supuesto, las felicitaciones para el
presidente electo, Luis Abinader y la vicepresidenta, Raquel Peña, así
como a la militancia y dirección del PRM.
La República
Dominicana seguirá adelante trillando los senderos del trabajo y
esfuerzo con miras a superar los enormes desafíos del presente hasta
alcanzar un justo y mejor porvenir.
Que se imponga la
solidaridad, inclusión social, el amor, comprensión y la tolerancia por
encima de la arrogancia y el dispendio.
¡Qué viva la República Dominicana!
https://www.alainet.org/es/articulo/207677
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