Se votará en noviembre: Líderes del congreso
El magnate continúa su estrategia de sembrar dudas sobre la legitimidad de la elección, señalan analistas
Nueva York., Con una pandemia que no logra controlar y
cuyo inepto manejo ha llevado a más de 151 mil muertes, y un desplome
económico sin precedente desde la Gran Depresión, Donald Trump sugirió
ayer postergar una elección que por ahora está perdiendo.
No sorprendió –muchos habían pronosticado que lo haría–, pero a la
vez asombró su audacia de proponer algo sin precedente. En un tuit ayer
por la mañana, Trump insistió en su afirmación sin sustento de que el
uso generalizado de boletas por correo (mecanismo que se usará
ampliamente debido a la pandemia) llevará a la
elección más imprecisa y fraudulenta en la historia. Será una gran vergüenza para Estados Unidosy con ello sugirió:
¿demorar la elección hasta que la gente pueda votar de manera apropiada y segura?
En su conferencia de prensa supuestamente dedicada al tema del
coronavirus, el presidente rehusó retroceder, a pesar de que no tiene
autoridad para cambiar la fecha de una elección y a que su sugerencia
había sido inmediatamente rechazada por los líderes legislativos de su
propio partido.
Insistió en que el uso del mecanismo del voto a través de boletas
enviadas por correo no está sujeto a ningún control y llevaría a un
fraude.
No quiero ver una elección chueca, reiteró, agregando que si se usa el sufragio por correo
esta sería la elección más amañada en la historia.
Poco antes, el líder republicano del Senado, Mitch McConnell, al
igual que su contraparte en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy,
habían declarado que nunca antes en la historia del país se ha
pospuesto una elección federal, y aseguraron que los comicios
programados para el 3 de noviembre se llevarán a cabo.
Mientras, los demócratas resaltaron que esta propuesta sólo refleja
la desesperación de un presidente que está en graves apuros. La
presidenta de la cámara baja, la demócrata más poderosa de Washington,
Nancy Pelosi, respondió enviando por tuit una copia de la sección de la
Constitución que establece que el Congreso determina las fechas para la
elección federal.
Críticos del presidente sospechan que deseaba desviar la atención de
noticias que están contribuyendo a hundir sus perspectivas de relección,
al destacar que publicó el tuit incendiario minutos después de la
presentación de datos oficiales sobre el peor declive jamás ocurrido de
actividad económica en un trimestre.
De hecho, otros críticos resaltaron que el objetivo real del magnate
es continuar su estrategia de sembrar dudas sobre la legitimidad de la
elección para después cuestionar los resultados.
Durante las últimas semanas –con las encuestas mostrando un continuo
deterioro en su aprobación y un incremento en el margen de ventaja de su
contrincante demócrata Joe Biden–, Trump ha repetido que las próximas
elecciones prometen ser las más fraudulentas, algo que también afirmó en
2016.
Legisladores, expertos en la ley electoral y periodistas señalaron de
inmediato que el presidente no tiene la autoridad para cambiar la fecha
de la votación, la cual es establecida por una ley federal que dicta
que la elección nacional será realizada el primer martes después del
primer lunes en noviembre, algo que ha permanecido así desde 1845. Por
lo tanto, sólo el Congreso podría modificar la ley.
Más aún, la Constitución establece que el inicio del periodo de un
nuevo presidente tiene que ser el 20 de enero después de la elección.
David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
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