Lo
que hoy conocemos como Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y
Costa Rica podría haber sido una sola nación. Así lo soñó el
revolucionario Augusto Sandino, quien reivindicó la unidad como forma de
confrontar la intervención estadounidense. De haberlo logrado, América
tendría hoy un país con un interesante potencial económico.
El sueño de una Centroamérica unida fue uno de los pilares del pensamiento de Augusto César Sandino, el revolucionario nicaragüense que, si bien fue asesinado en 1934, inspiró a la Revolución Sandinista que triunfó en julio de 1979.
Augusto Sandino fue conocido por defender la soberanía de Nicaragua
ante las intervenciones de Estados Unidos durante la primera mitad del
siglo XX. En ese proceso no solo consiguió que las tropas
norteamericanas se retiraran en 1933, sino también desarrollar una
matriz de pensamiento que pondría en primer plano al indohispanismo y recogería la importancia de una unidad entre los países de América Central.
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AP Photo / Alfredo Zuniga
Es así
como uno de los legados más notables del pensamiento de Sandino fue la
Suprema proclama de unión centroamericana, un documento que firmó en
agosto de 1933 con la intención de reflotar el viejo proyecto de la
República Federal de Centroamérica, que se había conformado en 1824
luego de la independencia de las colonias españolas que dependían de la
Capitanía de Guatemala.
Aquel proyecto, que duró hasta 1840 y que tuvo al hondureño Francisco
Morazán como máximo referente, unía a los territorios de los actuales
Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. Belice y
Panamá, que hoy podrían ser considerados parte de la misma región, no
estaban incluidos por ser una colonia británica y parte de Colombia,
respectivamente.
Las guerras civiles entre los Estados miembro acabaron por precipitar
su disolución, dando vida a los cinco países que conocemos en la
actualidad.
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Foto : Pixabay/ StockSnap
Pero
para Sandino, volver a aquella unión centroamericana era vital, sobre
todo para poder plantarse de forma mucho más firme ante el avance
estadounidense. En la proclama —recogida por el periódico sandinista
Barricada— Sandino se queja del "cinismo con que algunos gobernantes de
Centroamérica han entregado y están entregando a miserables explotadoras
compañías yankis, grandes extensiones de territorio de nuestra bella Centroamérica".
Para el líder nicaragüense, la entrega a empresas estadounidenses de
la operación de puertos, ferrocarriles, aduanas, minas y yacimientos
petroleros no hacían más que convertir a los centroamericanos en
"esclavos".
Sandino reivindicaba la soberanía de los indohispanos y alertaba a
sus compatriotas sobre la necesidad de crear un Ejército Autonomista de
Centroamérica que tuviera la misión de expulsar "militar, política y
económicamente de su suelo a los agonizantres banqueros de Wall Street
aunque para ello tuviésemos que dejar nuestros cadáveres de cara al
sol".
"El Ejército Autonomista de Centro América, declara abolida la farsante Doctrina Monroe. Y, por lo mismo, anula el vigor que dicha doctrina pretende ejercer para cobardemente inmiscuirse en la vida política, interna y externa de las Repúblicas Indohispanas", enfatizaba la proclama de Sandino.
Sandino fue traicionado y asesinado en 1934 por lo que su proyecto
político quedó por el camino. Incluso con el triunfo del Frente
Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en 1979, los cinco países
centroamericanos que integraron aquella República Federal de
Centroamérica no pudieron volver a integrarse.
¿Cómo sería la República Federal de Centroamérica?
A casi 200 años de su creación, un pequeño ejercicio matemático sirve
para hacerse una idea de la magnitud que tendría ese país en el mundo
moderno. Por supuesto, se trata tan solo de una proyección que no
contempla la posibilidad de que, unido, el territorio podría haber
tenido un mayor desarrollo.
En la actualidad, la República Federal de Centroamérica tendría una
extensión total de 423.895 kilómetros cuadrados, desde su frontera con
México al norte hasta su frontera sur con Panamá.
La población total del país superaría los 43 millones de habitantes, lo que lo ubicaría como el 34° país más poblado del mundo, superando a otros países americanos como Perú, Venezuela, Chile y Ecuador.
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AP Photo / Esteban Felix
La
república centroamericana tendría un Producto Interno Bruto (PIB) total
de 358.326 millones de dólares y un PIB per cápita de 8.181 dólares,
según un estimativo a partir de datos del Fondo Monetario Internacional
(FMI).
La principal industria del país sería la agricultura, especialmente
la dedicada al café y frutos tropicales. Sin embargo, la zona de Costa
Rica colocaría a la nación como un destino turístico poderoso en la
región.
Los indicadores varían al incluir en esta República a Panamá, que si
bien no estaba incluida en el proyecto original del siglo XIX, hoy tiene
una identidad centroamericana. Con Panamá, el país alcanzaría una
extensión total de 499.315 kilómetros cuadrados. Las fronteras ahora
serían México y Colombia en el sur.
El país tendría casi 48 millones de habitantes, superando en población a Argentina y España, por ejemplo.
La suma de Panamá llevaría el PIB de la región a 480.075 millones de
dólares y haría que el PIB per cápita supere apenas los 10.000 dólares.
La administración del Canal de Panamá sumaría a la nación centroamericana un generador de divisas crucial, así como un activo estratégico de importancia mundial.
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