Pregunta por qué nadie lo quiere
El fiscal general Barr defiende ante comité del Congreso el uso de fuerzas federales para reprimir
▲ William Barr, fiscal general de Estados Unidos, compareció este martes ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes.Foto Ap
▲ El presidente Donald Trump, ayer en la conferencia de prensa diaria para informar sobre la pandemia del Covid-19.
Nueva York. El presidente Donald Trump, junto con su fiscal general, defendió la represión contra activistas a quienes llama
anarquistasy
enfermos, desobedeció un fallo de la Suprema Corte que frena sus esfuerzos contra los dreamers, y continuó mintiendo sobre el manejo de la pandemia en Estados Unidos, todo en función de su estrategia electoral para rescatar su campaña, y preguntó por qué
nadielo quiere.
El fiscal general, William Barr, se presentó ayer ante el Comité
Judicial de la Cámara de Representantes por primera vez en casi un año, y
ahí defendió el despliegue de fuerzas federales en ciudades como
Portland. Afirmó que
lo que ocurre cada noche alrededor del tribunal (un edificio federal) no puede ser llamado, de manera razonable, una protesta. Es, por cualquier evaluación objetiva, un asalto al gobierno de Estados Unidos. En otro momento, acusó que
amotinados violentos y anarquistas han secuestrado las protestas legítimas para generar desorden sin sentido y destrucción contra víctimas inocentes.
Usted está proyectando temor y violencia a escala nacional en una promoción de objetivos políticos obvios. Le debería de dar vergüenza, señor Barr, acusó el demócrata Jerrold Nadler, presidente del comité.
Barr estaba repitiendo el mensaje insistente de Trump, quien reiteró
por tuit la noche del lunes, que los manifestantes en Portland y otros
lugares “son anarquistas y agitadores enfermos y trastornados…, quienes
destruirán nuestras grandes ciudades estadunidenses”, si gana la
elección su contrincante, el candidato demócrata y ex vicepresidente Joe
Biden, a quien acusa ser
un títere de la izquierda. Pronosticó que si eso ocurre,
se derrumbarán los mercados y se incendiarán las ciudades, nuestro país sufriría como nunca antes.
Pandemia
Más tarde, en sus renovadas conferencias de prensa
diarias sobre el manejo del Covid-19, Trump proclamó falsamente que gran
parte del país estaba “libre de corona”, a pesar de que por lo menos 21 estados se encuentran en la categoría
roja, donde se recomiendan mayores restricciones, y que ayer se superaron 150 mil muertes.
Repitió que la pandemia,
el virus chino, es culpa de Pekín, que permitió que
salieraal mundo, e inexplicablemente retomó la defensa de la hidroxycloroquina, droga desacreditada por sus propias autoridades sanitarias.
Pareció confesar que estaba celoso del doctor Anthony Fauci, el
experto en enfermedades infecciosas más importante del gobierno, al
lamentar que él goza de mayor aprobación de la sociedad que el
presidente. Se quejó de que Fauci y otros funcionarios de salud pública
son muy admirados, “pero nadie me quiere a mí… Sólo puede ser por mi
personalidad”.
Pero aun en su conferencia de prensa dedicada a la pandemia, Trump no
dejó fuera a los manifestantes al afirmar, sin ninguna evidencia, que
su gobierno está observando un creciente contagio de Covid en Portland
por lo que ha estado sucediendo ahí, en referencia a las protestas, explicando que los manifestantes son
nada menos que anarquistas y agitadores.
Migrantes
En desafío a un fallo de la Suprema Corte, el gobierno de
Trump anunció que procederá con su objetivo de desmantelar el programa
de legalización temporal (DACA) para inmigrantes que llegaron siendo
menores de edad, conocidos como dreamers. Según un nuevo
memorando de Barr, el gobierno procederá a eliminar el DACA en fases,
primero bloqueando nuevas solicitudes (lo que afectará a alrededor de
300 mil personas), y ofrecer sólo una extensión por un año, en lugar de
los dos que se acostumbra, de los plazos para los beneficiados ya dentro
del DACA. Con ello, indican críticos, procederán a poner potencialmente
a un millón de inmigrantes en riesgo de la deportación.
Todo es electoral
Con estas imágenes de
caos urbanoen ciudades con gobiernos demócratas (las cuales figuran de manera prominente en la publicidad electoral del presidente), junto con la constante ofensiva antimigrante, y con su intento de redefinir la batalla contra el Covid-19 de su gobierno como un gran éxito que culminará con el desarrollo de una vacuna este año, todo está diseñado y calculado sólo en torno de la pugna electoral.
Ante ello, un coro cada vez más amplio de voces –entre ellas la del
veterano senador demócrata de Oregon Ron Wyden, el procurador estatal de
Wisconsin Josh Kaul, el fiscal de la ciudad de Filadelfia Larry Krasner
y numerosos comentaristas– sigue denunciando lo que considera medidas
fascistas.
Kaul señaló en días recientes, en respuesta a noticias del posible
envío de fuerzas federales a su estado, que con la demonización de
migrantes, ataques contra comunidades minoritarias y el uso de fuerza
contra manifestantes tanto frente a la Casa Blanca como en Portland,
hemos sido testigos de un presidente que emplea tácticas fascistas. Agregó: “no uso la frase ‘tácticas fascistas’ de manera ligera, pero no hay una manera más precisa de describir el repetido uso e incitación del racismo, xenofobia y violencia”.
Ese coro espera que un voto masivo expulse al presidente de la Casa
Blanca en las elecciones programadas para el 3 de noviembre (en 98
días). En las encuestas nacionales, Biden ha mantenido, durante ya
varias semanas, una amplia ventaja, en el promedio de sondeos nacionales
ese margen está entre nueve y 10 puntos, según cálculos de
RealClearPolitics.
De hecho, se reporta que republicanos están cada vez más preocupados
no sólo por su poder en la Casa Blanca, sino en el Senado, con estados
donde siempre han ganado de manera casi automática y ahora, de pronto,
están en juego.
Sin embargo, vale subrayar que por ahora la contienda no depende del
voto pro-Biden, sino del voto anti-Trump. El demócrata, para fortalecer
su marca –que no genera gran entusiasmo– dependerá en gran medida de a
quién selecciona, entre las más de una docena que está considerando,
como compañera de fórmula (ya había declarado que sería una mujer). Ayer
informó que anunciará su decision la próxima semana.
Foto Ap
David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 29 de julio de 2020, p. 24
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