The Guardian / El diario
Un grupo de pastores evangélicos vinculados a la Casa Blanca está exportando su predicación radical desde EE.UU. a países latinoamericanos con el objetivo declarado de influir en los líderes políticos de la región. Capitol Ministries, financiado por el vicepresidente de EEUU, Mike Pence, y el secretario de Estado, Mike Pompeo, cuestiona la existencia del calentamiento global. |
Mientras la Amazonia
arde en Brasil, Bolivia y Perú, un grupo de pastores evangélicos
vinculados a la Casa Blanca está exportando su predicación radical desde
Estados Unidos a países latinoamericanos con el objetivo declarado de
influir en los líderes políticos de la región.
Uno de ellos es
Ralph Drollinger, un exjugador de la NBA que se convirtió en predicador y
ahora tiene la intención de acercar a los políticos a Cristo. Su método
de trabajo es abrir "estudios bíblicos" en congresos en diferentes
países e incluso en la Casa Blanca, durante los cuales utiliza extractos
de la Biblia para justificar políticas de extrema derecha.
Así,
mientras Trump niega los acuerdos sobre el calentamiento global –y
cuestiona abiertamente si realmente existe– Drollinger rechaza en su
predicación que la acción del hombre pueda impactar en el medioambiente.
"Todos deben estar seguros de su capacidad y voluntad para sostener el
ecosistema de nuestro mundo", señala con una voz exaltada: "¡Qué
gloriosas verdades nos ha dado Dios! Son una bofetada en la cara para
los teóricos de moda que tratan de asustarnos con el calentamiento
global".
El ministerio de Drollinger, Capitol Ministries,
está financiado por el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, y
el secretario de Estado, Mike Pompeo, y celebra reuniones semanales en
la Casa Blanca. En los últimos dos años, Capitol Ministries ha abierto
sucursales en seis países latinoamericanos –México, Honduras, Paraguay,
Costa Rica y Uruguay–, y ha anunciado que abrirá en otros dos más
–Nicaragua y Panamá–. El grupo acaba de llegar también a Brasil, donde
pretende transmitir sus enseñanzas al famoso presidente Jair Bolsonaro y
a sus ministros, "si Dios lo permite", tal y como señaló el pastor
contratado por Drollinger para que sea su representante local.
Pero
los brazos evangélicos de la Casa Blanca no se limitan al ministerio de
Drollinger. Otros emisarios evangélicos de Trump están actuando en
Sudamérica e incluso en Oriente Medio como una especie de Departamento
de Estado paralelo, con la bendición del Gobierno de Estados Unidos,
según una investigación trasnacional en la que han participado medios de 16 países y liderada por Columbia Journalism Investigations, de la Universidad de Columbia (EEUU).
Son
parte de la Iniciativa de la Casa Blanca para la Fe y la Oportunidad
(ICBFO), un grupo de líderes cristianos designados oficialmente como
asesores especiales por Donald Trump. Viajan a muchos países e
intervienen en organismos internacionales a favor de políticas radicales
de ultraderecha.
En Brasil, nombres como el pastor Mario Bramnick
y la exdiputada republicana Michele Bachmann, miembros del ICBFO,
hicieron campaña a favor de Jair Bolsonaro y participaron en un
importante evento en la Iglesia Bautista Lagoinha en agosto de 2018 que
se convirtió en un escenario político para el entonces candidato
presidencial, lo cual está prohibido por la ley brasileña.
La
principal demanda que hicieron a Bolsonaro era el cambio de la embajada
de Brasil en Israel de Tel Aviv a Jerusalén. "Hablé con el presidente
[Donald Trump] sobre la misión que tuvimos y me llevé conmigo a algunos
de los líderes religiosos de la Casa Blanca para hablar con los
presidentes de las naciones latinoamericanas y que estos trasladasen sus
embajadas a Jerusalén. Nos reunimos con los presidentes de Guatemala,
Honduras y otros", señaló Bramnick en el evento.
El lobby
informal llevó a la promesa de Jair Bolsonaro sobre el cambio de la
embajada de Brasil. Lo mismo ocurrió con Guatemala y Paraguay.
También
hay iniciativas continentales. Otro grupo cristiano estadounidense,
Alliance for Defending Freedom (ADF), organizó en junio de 2017 un
Congreso Hemisférico de Parlamentarios que reunió a 659 legisladores de
17 países latinoamericanos para firmar la Declaración de México. Los
congresistas cuestionan en dicho documento "la injerencia de la
Organización de Estados Americanos (OEA) en la soberanía de los países
de la región" y exigen que la OEA y la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH) no interfieran en asuntos que son
responsabilidad de los Estados Miembros, especialmente en asuntos como
el aborto y los derechos de la comunidad LGTB.
La Alliance for
Defending Freedom también forma a líderes políticos y religiosos del
continente, como el peruano Christian Rosas, cofundador del movimiento
'Con mis hijos no te metas'. Rosas se presentó en la Asamblea de la OEA
en Washington el 3 de junio de 2018 como representante de la sociedad
civil y de grupos que se oponen al aborto y a los derechos LGTB. Su
presentación fue financiada por el ADF.
Actuando como diplomáticos
clandestinos, los miembros de la Iniciativa de la Casa Blanca para la
Fe y la Oportunidad (ICBFO, por sus siglas en inglés) se sienten cómodos
brindando apoyo que no se vería bien si se hiciera a través de los
canales oficiales del Gobierno de Estados Unidos.
Por ejemplo, en
julio de este año, Ralph Drollinger fue a Nicaragua por invitación del
presidente Daniel Ortega para establecer sus estudios bíblicos en el
Congreso. Ortega ha encabezado una enorme represión de protestas
callejeras que ha causado al menos 212 muertos, 1.337 heridos y 507
detenidos.
Justo un mes después de la muerte del periodista Jamal Ahmad Khashoggi, miembros del ICBFO se reunieron con el príncipe de Arabia Saudí,
Mohammed bin Salmán. Lejos de mencionar el crimen en la embajada saudí
en Turquía, centraron la conversación en el tema de la "libertad
religiosa".
En resumen, lejos del centro de atención, otros
políticos además de los desacreditados Trump y Bolsonaro están dando la
mano a pastores evangélicos que usan la Biblia para defender lo
indefendible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario