Ciudad Juárez, Chih., Al menos 80 personas originarias de
Acapulco, Guerrero, y 60 de otros estados, que en su mayoría huyen de
la violencia en sus lugares de origen, durmieron la noche del martes en
las inmediaciones del puente internacional Paso del Norte –que une a
Ciudad Juárez con El Paso, Texas– para solicitar asilo político a las
autoridades migratorias de Estados Unidos.
Un primer grupo de 20 personas procedentes del estado de Guerrero
llegó a Juárez el lunes pasado, dijo uno de esos migrantes, Manuel
Aguilar. Indicó que agentes de la Guardia Nacional mexicana y elementos
de la Oficina de Aduanas y Control Migratorio estadunidense les
impidieron pasar al país vecino, por lo que decidieron quedarse a dormir
en la calle cerca del puente.
Miembros de la organización de la sociedad civil Red de Apoyo
Humanitario regalaron a los migrantes agua, café, comida y leche, así
como pañales para los niños que los acompañan. Los migrantes dijeron que
integrantes del Grupo Beta del Instituto Nacional de Migración
nos trajeron comida, y la Policía Federal vino a contarnos, y pidieron a las autoridades de Estados Unidos que los dejen pasar a El Paso, porque la mayoría están huyendo de la violencia en sus lugares de origen. Ayer, agentes del Grupo Beta convencieron a los guerrerenses de que se trasladaran a un albergue, y se inscribieran en la lista de personas que esperan turno para solicitar asilo político.
En tanto, migrantes centroamericanos que solicitaron inscribirse en
el Instituto de Salud para el Bienestar –que sustituyó al Seguro
Popular– en Juárez exigieron a las autoridades que se les proporcionen
servicio médico, pues únicamente se incluyó en el organismo a migrantes
que llegaron a la localidad entre abril y mayo pasados, informó Dirving
García, encargado del programa de atención a migrantes del Consejo
Estatal de Población de Chihuahua.
Rubén Villalpando
Corresponsal,
Periódico La Jornada
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